Olvida el ballet y el hot yoga. La última tendencia que acapara el mundo del fitness? El trampolín.
El ejercicio aeróbico ya no es sólo para niños. Los adultos están abandonando sus aburridas rutinas en favor de este ejercicio lleno de diversión, con clases dedicadas y parques especializados que surgen a diestro y siniestro para dar cabida a su creciente popularidad.
¿Pero por qué deberías subirte al carro? Tenemos cinco excelentes razones para dejar atrás las actividades terrestres y saltar para tener un cuerpo más en forma en poco tiempo…
1. Es increíblemente divertido
¿Cuántas veces temes salir a correr, especialmente después de un largo día de trabajo? Ese no es el caso del trampolín. Si alguna vez has jugado en una cama elástica (o castillo hinchable para los niños grandes), entenderás que es una fuente constante de diversión y risas. Y las clases de entrenamiento en trampolín no son diferentes.
Aunque trabajarás duro y quemarás grasa durante todo el tiempo, no notarás el trabajo duro tanto como en la cinta de correr. El tiempo vuela cuando te diviertes: antes de que te des cuenta, habrás completado un entrenamiento de 45 minutos.
2. Bajo impacto, bajo riesgo
¿La cinta de correr del gimnasio ha dejado tu cuerpo destrozado? Si te han advertido que no debes participar en ejercicios de alto impacto, como correr o hacer sentadillas, ésta es una forma estupenda de inyectar una dosis de actividad cardiovascular a tu rutina de entrenamiento.
El trampolín mantiene el enfoque cardiovascular pero reduce el impacto en un enorme 40%. ¿Qué significa esto? Que es menos probable que te lesiones y que alivia tus articulaciones. Todo un triunfo.
3. Quemar grasa
Puede ser divertido, pero este entrenamiento puede quemar una gran cantidad de calorías.
Debido a su naturaleza de bajo impacto, una sesión de trampolín de 10 minutos puede quemar la misma cantidad de grasa que una carrera de 30 minutos. Es decir, hasta 1.000 calorías por hora. Lo que hace más eficaz colgar las zapatillas de correr y ponerse los calcetines de trampolín favoritos.
Y eso no es todo. También se dice que esta forma de ejercicio pone en marcha el metabolismo. Al aumentar el ritmo metabólico, el cuerpo es capaz de procesar los nutrientes de forma más eficaz. Trampolín, nos encanta.
4. Formar huesos más fuertes
¿Nos creerías si te dijéramos que rebotando conseguirás huesos fuertes? Es cierto. La ciencia nos dice que la aceleración y desaceleración de los saltos en una cama elástica hace que el cuerpo interprete el movimiento como un aumento de la atracción gravitatoria. Nuestros huesos se hacen más fuertes y densos en respuesta al ejercicio, lo que es brillante para ayudar a prevenir lesiones a largo plazo.
5. Mejorar el equilibrio
A lo largo del ejercicio de trampolín, serás constantemente consciente de tu centro de equilibrio debido a la naturaleza inestable del suelo del trampolín. Esta conciencia hará que te concentres en mantener el equilibrio, especialmente durante los saltos altos y las posiciones difíciles. Cuanto más practiques estos diversos saltos, verás cómo aumentan tus habilidades motoras y tu coordinación.