Entre la fritura, la salsa de mantequilla y el queso azul de acompañamiento, las clásicas alitas de búfalo son un desastre para la salud. Aquí hay tres maneras de hacerlas saludables y deliciosas.
Entre la fritura, la salsa de mantequilla y el queso azul de acompañamiento, las clásicas alitas de búfalo son un desastre para la salud. Aquí hay tres formas de hacerlas sanas y deliciosas.
Asarlas. Deje la fritura en el bar. En casa, es más fácil -y más sano- asar las alitas de pollo en un horno muy caliente (de 450 a 500 grados) hasta que estén doradas y crujientes (suele tardar aproximadamente 1 hora).
Olvídese de la mantequilla. Prueba algo diferente a la habitual mezcla de mantequilla y salsa picante. Para inspirarte, echa un vistazo a las recetas que tiran de la despensa asiática, como esta picante y funky al estilo coreano o esta dulce y sabrosa inspirada en Malasia.
Relacionado: 17 recetas de salsas para alitas
Olvida el queso azul. Hecho: el aderezo de queso azul ayuda a enfriar el ardor de la salsa picante. Otro hecho: A menos que compre sin grasa (lo que no recomendamos), el aderezo está repleto de calorías. Para ayudar a calmar el ardor, puedes reducir el calor o hacer una salsa que sea dulce y picante a la vez. O, si te sigue gustando ese toque lácteo refrescante, prueba a servirlas con un aliño a base de yogur griego.
Kristin Donnelly es ex editora de Food & Wine y autora del libro de próxima aparición The Modern Potluck (Clarkson Potter, 2016). También es cofundadora de Stewart & Claire, una línea de bálsamos labiales totalmente naturales fabricados en Brooklyn.
- Relacionado:Deliciosas alitas de pollo
- Bocadillos saludables
- Bocadillos saludables para el día del partido
- Alitas de pollo al horno pegajosas
.