Diagnóstico de la tos crónica

En la mayoría de los niños, la tos es un síntoma común pero temporal de una infección viral o bacteriana de las vías respiratorias superiores. Por lo general, la tos desaparece por sí sola en una o dos semanas. Pero en algunos niños -incluso en los que están por lo demás sanos- la tos puede persistir durante cuatro semanas o más, causando un malestar importante al niño y una preocupación comprensible a los padres.

A través de exámenes físicos y otras pruebas, nuestros neumólogos pueden diagnosticar la causa de la tos crónica de su hijo.

Causas de la tos crónica en niños

La gran mayoría de la tos crónica en niños se debe a una bronquitis bacteriana prolongada, una infección prolongada en los bronquios que suministran oxígeno a los pulmones. La bronquitis bacteriana prolongada se produce cuando bacterias como Haemophilus influenza y Streptococcus pneumonia colonizan las vías respiratorias. Esta afección aumenta la producción de mucosidad, lo que puede provocar una tos persistente y con flemas durante más de cuatro semanas sin otros síntomas.

En los últimos años, los médicos del Hospital Infantil Hassenfeld de la NYU Langone han empezado a diagnosticar a más personas con tos ferina, o tos convulsa, una infección causada por la bacteria Bordetella pertussis que provoca una tos violenta e incontrolable. Aunque la mayoría de los niños están vacunados contra la tos ferina, la inmunización no previene completamente la infección.

Algunos niños tienen un tipo de asma que provoca una tos seca y crónica, lo que se conoce como asma variante de la tos. La tos suele ser el único síntoma en los niños con este tipo de asma.

Otras causas de tos crónica en niños incluyen:

  • Goteo postnasal y sinusitis, que a veces se producen en niños con alergias
  • Exposición al humo de segunda mano
  • Tuberculosis, una infección pulmonar bacteriana
  • Enfermedades pulmonares graves, como la fibrosis quística
  • Anomalías congénitas de las vías respiratorias y del tracto gastrointestinal, que afectan a la estructura de los pulmones o de las vías respiratorias y pueden causar problemas respiratorios

La enfermedad por reflujo gastroesofágico es una causa común de tos crónica en adultos. Sin embargo, las investigaciones demuestran que, aunque esta afección puede empeorar la tos, no se encuentra entre las principales causas de tos crónica en los niños.

Nuestros especialistas pueden diagnosticar la causa precisa de la tos crónica de su hijo. Nuestros neumólogos, o especialistas en pulmones, comienzan con un examen físico exhaustivo para evaluar los síntomas de su hijo, seguido de pruebas adicionales para comprobar la existencia de una infección bacteriana y descartar otras posibles causas.

Si es necesario, nuestros neumólogos remiten a otros especialistas, como gastroenterólogos o especialistas en enfermedades infecciosas, que pueden confirmar y tratar causas menos comunes de la tos crónica en los niños.

Examen respiratorio

Durante este examen, un médico revisa el historial médico de su hijo con usted y le pregunta sobre cualquier síntoma respiratorio o enfermedad anterior. Nuestros médicos están altamente capacitados en técnicas como la observación de los movimientos respiratorios durante la respiración y la escucha con un estetoscopio para detectar sonidos respiratorios inusuales, como sibilancias o crepitaciones. También pueden palpar o golpear el pecho de su hijo para ver si algunas zonas de los pulmones funcionan mejor que otras.

Cultivo de esputo

En un cultivo de esputo, un médico toma una muestra de la mucosidad de su hijo, si se puede producir suficiente al toser, para buscar la presencia de una infección bacteriana. Si se encuentran bacterias en la muestra de esputo, nuestros patólogos identifican el tipo exacto, para poder seleccionar el tratamiento antibiótico más eficaz.

Pruebas de la función pulmonar

Las pruebas de la función pulmonar desempeñan un papel importante en la identificación de la causa de la tos crónica y pueden realizarse en niños de tan solo 5 años. Dependiendo de la posible causa de la tos, nuestros médicos pueden realizar una o más de las siguientes pruebas:

Espirometría

La espirometría mide la cantidad y la rapidez con que su hijo puede expulsar el aire de los pulmones respirando en una boquilla especial. Esta prueba puede utilizarse para buscar signos de asma.

Prueba de provocación con broncodilatadores

En una prueba de provocación con broncodilatadores, su hijo respira en un espirómetro antes y después de que se le administre un medicamento, como el albuterol, para abrir las vías respiratorias. Los resultados de esta prueba pueden utilizarse para confirmar el diagnóstico de asma.

Oscilometría de impulsos

La oscilometría de impulsos se utiliza para diagnosticar el asma en niños pequeños que tienen dificultades para forzar el aire en un espirómetro. En esta prueba, el niño respira normalmente en un tubo que mide la resistencia a la presión en las vías respiratorias.

Desafío al ejercicio

Una prueba de desafío al ejercicio, que utiliza la espirometría para medir la función pulmonar antes y después de montar en una bicicleta estática, puede utilizarse para buscar signos de asma inducida por el ejercicio, que puede desencadenar una tos crónica.

Broncoscopia

Esta prueba puede utilizarse cuando no se puede determinar la causa de una tos crónica con un examen físico y un cultivo de esputo, o si la tos persiste después del tratamiento.

La broncoscopia se realiza en el hospital mientras su hijo está anestesiado. En este procedimiento, el neumólogo introduce un broncoscopio -un tubo flexible con una cámara en la punta- a través de la nariz o la boca de su hijo y dentro de las vías respiratorias. La broncoscopia permite al médico ver el interior de las vías respiratorias de su hijo e identificar cualquier obstrucción o daño en el tejido, como las cicatrices.

Radiografía de tórax

Las radiografías proporcionan una imagen de los pulmones y pueden utilizarse para descartar causas inusuales de una tos crónica, incluidas las anomalías pulmonares que están presentes al nacer.

Después de que nuestros médicos establezcan el diagnóstico correcto, el siguiente paso es seleccionar el tratamiento adecuado para su hijo.

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