Break dance, también llamado breaking y B-boying, forma energética de baile, creada y popularizada por los afroamericanos y los latinos de Estados Unidos, que incluye un juego de pies estilizado y movimientos atléticos como giros hacia atrás o giros de cabeza. El break dance se originó en la ciudad de Nueva York a finales de los años sesenta y principios de los setenta, incorporando movimientos de diversas fuentes, como las artes marciales y la gimnasia.
El baile de break es en gran parte improvisado, sin movimientos o pasos «estándar». El énfasis está en la energía, el movimiento, la creatividad, el humor y un elemento de peligro. Pretende transmitir el mundo rudo de las calles de la ciudad de donde se dice que surgió. También se asocia con un estilo particular de vestimenta que incluye pantalones holgados o chándales, gorras de béisbol que se llevan de lado o hacia atrás, y zapatillas de deporte (necesarias debido a la naturaleza peligrosa de muchos de los movimientos).
El término break se refiere a los ritmos y sonidos particulares producidos por los deejays al mezclar los sonidos de los discos para producir un ritmo de baile continuo. La técnica fue iniciada por DJ Kool Herc (Clive Campbell), un pinchadiscos jamaicano de Nueva York que mezclaba los breaks de percusión de dos discos idénticos. Reproduciendo los breaks repetidamente y cambiando de un disco a otro, Kool Herc creaba lo que llamaba «cutting breaks». Durante sus actuaciones en directo en los clubes de baile de Nueva York, Kool Herc gritaba: «¡B-boys go down!», la señal para que los bailarines realizaran los movimientos gimnásticos que son el sello del break dance.
En la década de 1980 el break alcanzó una mayor audiencia cuando fue adoptado por artistas mainstream como Michael Jackson. El moonwalk de Jackson -un paso que consistía en deslizarse hacia atrás y levantar las plantas de los pies para que pareciera que se deslizaba o flotaba- se convirtió en una sensación entre los adolescentes. Los productores de discos, al ver la creciente popularidad del género, ficharon a artistas que podían imitar el estilo callejero de los breakers al tiempo que presentaban una imagen más sana que atrajera al público general. El breaking había pasado de ser un fenómeno callejero a ser acogido por la cultura en general. Fue en esta época cuando los medios de comunicación inventaron el término «break dance», que a menudo confundía el repertorio de los breakers neoyorquinos con movimientos concurrentes de la Costa Oeste como el «popping» y el «locking». Esas rutinas fueron popularizadas a principios de la década de 1970 por artistas de la televisión, como Charlie Robot, que aparecía en la popular serie de televisión Soul Train.
El break dance tuvo una enorme influencia en los estilos de baile modernos, y sus ramificaciones fueron interpretadas en muchos vídeos musicales y, especialmente, de rap, así como en conciertos en directo de artistas populares como Britney Spears. La generalización del género nunca se demostró más claramente que en 2004, cuando los bailarines de break dance fueron invitados a actuar en el Vaticano ante el Papa Juan Pablo II. El break dance consolidó su lugar en la cultura popular cuando, en 2020, el Comité Olímpico Internacional aprobó el break como deporte en los Juegos Olímpicos de 2024 en París.