Es preocupante cuando la gente anuncia con orgullo que toma de ocho a diez vasos de agua al día, lo que hay que suponer que es además de cualquier otra forma de líquido que ingieren.
Una cuestión polémica
Veamos la cuestión polémica del consumo de agua: ¿Cuánto líquido (nótese el énfasis en el término líquido) necesitas consumir? ¿Cuánto líquido se obtiene de los alimentos, de todos los tipos de bebidas y del agua? ¿Cuándo se debe consumir más agua? ¿Es posible consumir demasiada agua adicional, lo que podría perjudicar su salud?
Información general
El cuerpo humano contiene hasta un 72% de agua, es decir, 45 litros en un hombre de 70 kg de media, y un poco menos en una mujer media. Sin embargo, no perdemos toda esta agua a diario porque nuestro cuerpo está diseñado para mantener un equilibrio de agua y minerales en la sangre y otros fluidos corporales. Salvo en condiciones en las que el equilibrio hídrico está alterado, como la insuficiencia cardíaca y el mal funcionamiento de los riñones, los adultos necesitan entre 2500 y 3000 ml de líquido al día para mantenerse sanos y evitar la deshidratación. Si un vaso/taza estándar contiene 250 ml, esto se traduce en 10 a 12 vasos/tazas de líquido, es decir, agua y otras bebidas, al día.
a) Pérdidas de agua
Perdemos agua a través de la piel por la sudoración, por los pulmones y por la excreción en la orina y las heces.
b) Fuentes de agua
Nuestra principal fuente de líquido proviene de la gran variedad de bebidas que consumimos a diario, entre las que se encuentran: el agua del grifo, las bebidas frías y los batidos, las bebidas calientes como el té y el café, los zumos de frutas, las bebidas energéticas e incluso la cerveza.
Lo que la mayoría de la gente tiende a olvidar, es que los alimentos también contienen agua. Las frutas y verduras tienen un contenido de agua relativamente alto, de hasta el 95%. Además, nuestro cuerpo produce agua durante el metabolismo.
Para ilustrar la interacción entre la ingesta y la producción de líquidos, y las pérdidas de agua, podemos utilizar el ejemplo de un hombre joven y sano que come unas 2100 kcal o 8 800 kJ, cuya entrada y salida de agua se determinó en un estudio metabólico:
Ingesta
- Contenido de agua en los alimentos: 1115 ml
- Líquido bebido: 1180 ml
- Agua producida por el metabolismo: 279 ml
Ingesta o producción total de agua: 2574 ml
Salida
- Urina: 1294 ml
- Agua perdida en las heces: 56 ml
- Agua perdida por la piel y los pulmones: 1214 ml
Salida total de agua: 2565 ml
En otras palabras, las necesidades de agua de este joven estaban más o menos equilibradas. Lo que resulta especialmente interesante es el hecho de que obtenía más o menos la misma cantidad de agua de los alimentos que la que obtenía bebiendo líquidos
c) Factores que aumentan nuestra necesidad de agua
- Clima caluroso y seco Es lógico que cuanto más caluroso y seco sea el clima, más agua perderemos por el sudor y más líquido necesitaremos beber. Esto es especialmente cierto en Sudáfrica en verano. Sin embargo, en pleno invierno, cuando hace bastante frío en muchas partes de nuestro país, nuestra necesidad de agua se reduce. Es una buena idea ajustar la ingesta de agua a las temperaturas existentes: beba más cuando haga calor y menos cuando haga frío.
- Esfuerzo físico
Si realiza una actividad física dura y hace mucho ejercicio, perderá más agua al sudar y necesitará reponerla. Adapte su ingesta de agua a su actividad física: si realiza un trabajo duro y físico o hace ejercicio, debe beber más. Sin embargo, los oficinistas que llevan una vida sedentaria y no hacen ejercicio, no deben excederse en la ingesta de agua. - Condiciones médicas
Si tiene fiebre, debe aumentar la ingesta de líquidos, especialmente de zumos de frutas ricos en vitamina C. Cuando se sufre de diarrea y vómitos, es necesario reponer el agua y las sales minerales que se han perdido: beber Game diluido o té negro de Ceilán o rooibos. Los pacientes que sufren de gota, problemas hepáticos y cálculos renales también deben aumentar la ingesta de agua, pero no en exceso. - Adelgazar
Si bebes agua o cualquier otro líquido poco energético, como el té negro de rooibos, entre las comidas, podrás mantener a raya esos retortijones de hambre, pero no te excedas bebiendo estas bebidas más enésimos vasos de agua al día.
La clave está en la moderación
La Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. ha convocado un comité de expertos para investigar y revisar las recomendaciones diarias de agua. Mientras esperamos sus conclusiones, es una buena idea ceñirse a una ingesta de líquidos de 10 a 12 vasos al día y recordar que esto incluye el té, el café, los zumos de frutas, las bebidas energéticas y otras bebidas.
No bebas ocho tazas de café al día y 12 vasos de agua: arrastrarás nutrientes esenciales como el potasio, el magnesio e incluso el sodio y el cloruro, lo que puede ser perjudicial.
El énfasis está en la moderación y en controlar la ingesta de líquidos con sensatez, ajustándola al aumento o disminución de las necesidades y no ahogándote en demasiada agua.