Un hombre asiático de 72 años se presentó con dolor abdominal y melena. Los antecedentes médicos incluían tuberculosis espinal, y había antecedentes familiares de carcinoma gástrico. El paciente no bebía alcohol. Al ingresar, estaba hipotenso y taquicárdico. El abdomen era blando, pero con sensibilidad generalizada. No se palpaba ninguna masa. Los análisis de sangre revelaron lo siguiente: hemoglobina 5,2 g/dL (normal 13-18 g/dL), nitrógeno ureico 22,4 mg/dL (7-18 mg/dL), coagulación normal y resultados normales en las pruebas bioquímicas hepáticas. La endoscopia digestiva alta reveló una lesión fúndica polipoide con centro ulcerado, que sangraba profusamente en la biopsia ( A). Se logró la hemostasia con un clip. El TAC torácico, abdominal y pélvico posterior mostró un engrosamiento de la pared gástrica posterior lateral a la unión gastroesofágica (JGE) con el clip en una lesión de tejidos blandos. Los grandes vasos se alimentaban de la lesión gástrica. No se observaron varices ni linfadenopatías ( B, flecha-clip). Dado que la muestra de biopsia original no era concluyente y el diagnóstico diferencial incluía un tumor estromal gastrointestinal, el paciente fue operado. Durante la cirugía, se encontró una malformación vascular alta, que presentaba dificultades quirúrgicas debido a su proximidad a la JG y a la extensión de la vascularidad. Se realizó una gastrectomía parcial. La histología de la lesión resecada reveló grandes canales venosos y arteriales submucosos dilatados, consistentes con una malformación arteriovenosa ( C, H&E, bajo aumento). Aunque la colocación del hemoclip endoscópico detuvo la hemorragia, el tamaño de esta malformación requirió cirugía como procedimiento terapéutico definitivo. La paciente estaba bien en el seguimiento 6 meses después.
Arquidia Mantina
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