Kimberlita

Tanto la localización como el origen de los magmas kimberlíticos son objeto de controversia. Su extremo enriquecimiento y su geoquímica han dado lugar a una gran cantidad de especulaciones sobre su origen, con modelos que sitúan su fuente dentro del manto litosférico subcontinental (SCLM) o incluso tan profundo como la zona de transición. El mecanismo de enriquecimiento también ha sido objeto de interés, con modelos que incluyen la fusión parcial, la asimilación de sedimentos subducidos o la derivación de una fuente magmática primaria.

Históricamente, las kimberlitas se han clasificado en dos variedades distintas, denominadas «basálticas» y «micáceas», basándose principalmente en observaciones petrográficas. Esto fue revisado posteriormente por C. B. Smith, que rebautizó estas divisiones como «grupo I» y «grupo II» basándose en las afinidades isotópicas de estas rocas utilizando los sistemas Nd, Sr y Pb. Roger Mitchell propuso posteriormente que estas kimberlitas de los grupos I y II presentan diferencias tan marcadas que quizá no estén tan relacionadas como se pensaba. Demostró que las kimberlitas del grupo II muestran afinidades más cercanas a las lamproitas que a las kimberlitas del grupo I. Por ello, reclasificó las kimberlitas del grupo II como naranjitas para evitar confusiones.

Las kimberlitas del grupo IEditar

Las kimberlitas del grupo I son rocas ígneas ultramáficas ricas en CO2 dominadas por olivino forsterítico primario y minerales de carbonato, con un conjunto de minerales traza de ilmenita magnésica, piropo de cromo, piropo de almandino, diópsido de cromo (en algunos casos subcálcico), flogopita, enstatita y de cromita pobre en Ti. Las kimberlitas del Grupo I presentan una textura inequigranular distintiva causada por fenocristales macrocristales (0,5-10 mm o 0,020-0,394 pulgadas) a megacristales (10-200 mm o 0,39-7,87 pulgadas) de olivino, piropo, diópsido de cromo, ilmenita magnésica y flogopita, en una masa base de grano fino a medio.

La mineralogía de la masa de fondo, que se asemeja más a la composición real de la roca ígnea, está dominada por carbonato y cantidades significativas de olivino forsterítico, con cantidades menores de granate piropo, diópsido de Cr, ilmenita magnesiana y espinela.

Lamproitas de olivinoEditar

Las lamproitas de olivino se denominaban anteriormente kimberlita del grupo II o naranjita en respuesta a la creencia errónea de que sólo se daban en Sudáfrica. Sin embargo, su ocurrencia y petrología son idénticas a nivel mundial y no deben ser denominadas erróneamente como kimberlita. Las lamproitas de olivino son rocas ultrapotásicas, peralcalinas y ricas en volátiles (predominantemente H2O). La característica distintiva de las lamproitas de olivino son los macrocristales y microfenocristales de flogopita, junto con las micas de la masa base que varían en composición desde la flogopita hasta la «tetraferriflogopita» (flogopita anómalamente pobre en Al que requiere Fe para entrar en el sitio tetraédrico). Los macrocristales de olivino reabsorbidos y los cristales primarios euhedrales de olivino en masa son constituyentes comunes pero no esenciales.

Las fases primarias características de la masa madre incluyen piroxenos zonados (núcleos de diópsido rodeados de Ti-aegirina), minerales del grupo de la espinela (cromita magnésica a magnetita titanífera), perovskita rica en Sr y REE, apatita rica en Sr, fosfatos ricos en REE (monacita, daqingshanita), minerales del grupo de la hollandita bariana potásica, rutilo portador de Nb e ilmenita portadora de Mn.

Minerales indicadores kimberlíticosEditar

Las kimberlitas son rocas ígneas peculiares porque contienen una variedad de especies minerales con composiciones químicas que indican que se formaron bajo alta presión y temperatura dentro del manto. Estos minerales, como el diópsido de cromo (un piroxeno), las espinelas de cromo, la ilmenita magnésica y los granates piropos ricos en cromo, suelen estar ausentes en la mayoría de las demás rocas ígneas, lo que los hace especialmente útiles como indicadores de las kimberlitas.

Estos minerales indicadores se buscan generalmente en los sedimentos de los arroyos en el material aluvial moderno. Su presencia puede indicar la presencia de una kimberlita dentro de la cuenca erosiva que produjo el aluvión.

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