Gran Esfinge de Giza, estatua colosal de piedra caliza de una esfinge recostada situada en Giza, Egipto, que probablemente data del reinado del rey Khafre (c. 2575-c. 2465 a.C.) y representa su rostro. Es uno de los monumentos más famosos de Egipto y podría decirse que es el ejemplo más conocido del arte de las esfinges.
La Gran Esfinge es una de las esculturas más grandes del mundo, ya que mide unos 240 pies (73 metros) de largo y 66 pies (20 metros) de alto. Presenta un cuerpo de león y una cabeza humana adornada con un tocado real. La estatua fue tallada en una sola pieza de piedra caliza, y los restos de pigmento sugieren que toda la Gran Esfinge fue pintada. Según algunas estimaciones, 100 trabajadores habrían tardado unos tres años en terminar la estatua, utilizando martillos de piedra y cinceles de cobre.
La mayoría de los estudiosos datan la Gran Esfinge en la IV dinastía y atribuyen su propiedad a Khafre. Sin embargo, algunos creen que fue construida por el hermano mayor de Khafre, Redjedef (Djedefre), para conmemorar a su padre, Khufu, cuya pirámide en Giza es conocida como la Gran Pirámide. Estos teóricos afirman que el rostro de la Gran Esfinge tiene más parecido con Khufu que con Khafre, y esa observación también llevó a especular que el propio Khufu construyó la estatua.
La Gran Esfinge se ha deteriorado mucho a lo largo de los años, y desde la antigüedad -posiblemente a partir del reinado de Tutmosis IV (1400-1390 a.C.)- se han realizado diversos esfuerzos para preservar la estatua. Mientras que el cuerpo ha sufrido la mayor erosión, el rostro también ha sido dañado, y su nariz ha desaparecido notablemente. Según algunos, el daño fue causado por las tropas de Napoleón, que le dispararon la nariz con un cañón. Sin embargo, las ilustraciones anteriores a Napoleón muestran una esfinge sin nariz. Otra teoría sostiene que Muhammad Saʾim al-Dahr, un musulmán sufí, mutiló la estatua en el siglo XIV para protestar contra la idolatría.