Una mirada retrospectiva a la historia muestra que las mujeres han hecho grandes progresos en la lucha por la igualdad, incluyendo el sufragio femenino y los avances en la igualdad de oportunidades en el trabajo y la educación.
A pesar de los enormes progresos realizados en la lucha por la igualdad de género, las mujeres siguen enfrentándose a la violencia, la discriminación y las barreras institucionales para participar en la sociedad en igualdad de condiciones.
A través del litigio, la defensa y la educación pública, el Proyecto de Derechos de la Mujer de la ACLU impulsa el cambio y la reforma sistémica en las instituciones que perpetúan la discriminación contra la mujer, centrando su trabajo en las áreas del empleo, la violencia contra la mujer y la educación.
En el ámbito del empleo, las leyes y las políticas laborales que excluyen a las mujeres de ciertos sectores laborales y permiten que se les obligue a abandonar el lugar de trabajo cuando se quedan embarazadas o se reincorporan al trabajo después de haber dado a luz provocan disparidades persistentes en los ingresos, la riqueza y la seguridad económica de las mujeres.
Las supervivientes de la violencia de género se enfrentan a la discriminación cuando la policía, las escuelas, los propietarios y otras instituciones no abordan ni previenen adecuadamente la violencia y también cuando las leyes y las políticas las penalizan, impidiendo la capacidad de las mujeres y las niñas de vivir con seguridad y dignidad.