Cirugía de las malformaciones arteriovenosas cerebrales

A pesar de los notables avances, la extirpación microquirúrgica de las malformaciones arteriovenosas cerebrales (MAV), incluso por neurocirujanos experimentados, no siempre es fácil ni segura. Este artículo se centra en cómo hacer más segura la cirugía de las MAV y ofrece estrategias y tácticas para evitar las hemorragias peligrosas y preservar la función neurológica postoperatoria. Las estrategias de tratamiento y las técnicas quirúrgicas se ofrecen desde la perspectiva del cirujano que opera. La comprensión de la fisiopatología de las MAV cerebrales es importante para su tratamiento quirúrgico adecuado. Las sofisticadas técnicas de neuroimagen y los escrupulosos exámenes neurofisiológicos alertan de las posibles complicaciones, y la mejora de los enfoques quirúrgicos ayuda a minimizar las secuelas de las complicaciones imprevistas. En la fase inicial de la cirugía de las MAV cerebrales, debe realizarse una amplia disección de los surcos, las fisuras y la cisterna subaracnoidea para exponer los alimentadores, los nidus y los drenadores. Los problemas de la cirugía de lesiones grandes y/o profundas se agravan cuando la hemorragia arterial del nidus continúa incluso después de que se considere que se han ocluido todos los alimentadores principales. Colocamos rutinariamente catéteres para la angiografía en la cirugía de MAV complejas para encontrar las arterias de alimentación que faltan o para identificar el estado hemodinámico en tiempo real de la lesión. La aplicación temporal de clips en las arterias de alimentación y una menor coagulación del nido son necesarias para controlar la presión intranidal y evitar una hemorragia incontrolable del nido y del cerebro adyacente. Las imágenes de navegación intraoperatoria superpuestas a las imágenes de tractografía pueden proporcionarnos información valiosa para minimizar los déficits neurológicos. Un conocimiento más profundo de la naturaleza de las MAV y de los acontecimientos que se producen durante la cirugía de las MAV, así como la inclusión de enfoques biológicos moleculares, abrirán nuevos horizontes para el tratamiento seguro y eficaz de las MAV.

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