Los principios éticos que rigen la práctica médica deben servir de marco a la hora de tomar decisiones médicas. Cuando surgen dilemas éticos, el mejor enfoque es pensar en estos principios éticos de forma lógica y metódica.
Beneficencia y no maleficenciaEditar
La beneficencia es el acto de «hacer el bien» mientras que la no maleficencia es el acto de «no hacer el mal». En términos prácticos, los médicos tienen la responsabilidad ética de esforzarse por hacer lo que es mejor para sus pacientes. Sin embargo, es importante recordar que algunas intervenciones médicas pueden parecer beneficiosas, pero también pueden conllevar la posibilidad de causar daños. De hecho, podría decirse que casi todos los tratamientos y procedimientos médicos perjudican al paciente de alguna manera, pero tiene más que ver con la magnitud del beneficio frente a la magnitud de los riesgos potenciales.
Un médico ha diagnosticado a una anciana artritis reumatoide y quiere recetarle un AINE para aliviar el dolor y reducir la inflamación. – Beneficencia
Sin embargo, no quiere que la paciente desarrolle una hemorragia gastrointestinal, un efecto secundario común de los AINE, especialmente en los ancianos – No maleficencia
Autonomía y consentimientoEditar
La autonomía es el derecho de un paciente a tomar una decisión informada y sin coacciones sobre el manejo de su propia salud. Si un profesional médico hace caso omiso de este principio porque cree que otra decisión sería mejor para el paciente, se denomina paternalismo. Una decisión autónoma nunca debe ser anulada por un profesional médico, pero no todas las decisiones son autónomas. Para que los pacientes tengan autonomía, deben tener la capacidad de recibir, retener y repetir la información que se les da, siempre que la información sea completa y se les dé de una manera que puedan entender.
A una paciente con cáncer de mama le dice su oncólogo que hay dos opciones de tratamiento, una mastectomía total o una mastectomía parcial con radioterapia. La paciente decide someterse a una mastectomía total – Autonomía
Un oncólogo decide que una paciente con cáncer de mama debe recibir una mastectomía total – Paternalismo
El consentimiento es una extensión de la autonomía y tiene muchos tipos. El consentimiento implícito es cuando un médico asume que ciertas acciones o el lenguaje corporal de un paciente implican que éste ha consentido la acción planeada por el médico. El consentimiento oral expresado es cuando un paciente ha dado permiso verbalmente al médico para proceder a la acción prevista. El consentimiento expresado por escrito es una prueba documentada de que el paciente ha dado su consentimiento a un procedimiento, normalmente con una firma. El consentimiento escrito sólo debe obtenerse después del consentimiento oral. El consentimiento plenamente informado es el que se da después de haber recibido toda la información sobre el procedimiento. Siempre que sea posible, el consentimiento plenamente informado, tanto escrito como oral, debe obtenerse antes de cualquier procedimiento, examen o tratamiento.
Una paciente con amigdalitis está en la sala de ORL y un médico se acerca con una jeringa. La paciente estira su brazo izquierdo en dirección al médico. El médico le toma una muestra de sangre. – Consentimiento implícito
El médico pregunta entonces si puede tomar la presión arterial de la paciente. La paciente dice que sí. – Consentimiento verbal expreso
A continuación, el médico pide a la paciente que dé su consentimiento para la intervención quirúrgica leyendo y firmando un formulario en el que consiente la realización de una amigdalectomía tras explicarle los riesgos y beneficios de la intervención. La paciente lee y firma el documento y expresa su deseo de someterse a la intervención. – Consentimiento oral y escrito plenamente informado
La información sobre la verdadEditar
El principio ético de la información sobre la verdad es el proceso en el que un médico da al paciente toda la información conocida sobre su salud. Permite que el paciente esté plenamente informado y, por lo tanto, permite los principios éticos de autonomía y consentimiento. Un aspecto que siempre hay que tener en cuenta es el hecho de que algunos pacientes no quieren la información. Por lo tanto, es importante preguntar al paciente si quiere saber o no. La única otra ocasión (extremadamente rara) en la que es aceptable no decir la verdad al paciente es cuando éste puede resultar perjudicado al ser informado, por ejemplo: «¡Si me dicen que tengo cáncer me suicidaré!».
ConfidencialidadEditar
El principio ético de la confidencialidad garantiza que la información médica que se tiene sobre un paciente sólo es accesible para aquellos a los que el paciente ha dado acceso mediante un consentimiento autónomo y plenamente informado. Para lograr la confianza entre los profesionales de la medicina y sus pacientes, debe mantenerse la confidencialidad. La confidencialidad puede romperse si la información compartida por el paciente se refiere a un peligro potencial para la seguridad pública o si lo ordena un tribunal.
Un médico informa a un paciente de que no puede conducir debido a su reciente diagnóstico de epilepsia. El paciente está de acuerdo pero, al ir al trabajo una mañana, el médico ve al hombre conduciendo. El médico debe informar a la autoridad local de conducción debido a la preocupación por la seguridad pública.
Preservación de la vidaEditar
El principio ético de preservación de la vida es la voluntad de tratar la enfermedad de un paciente con el objetivo de prolongar la vida. Al fin y al cabo, la mayoría de los pacientes quieren vivir más tiempo; es posible que la mayoría de los médicos se hayan incorporado a la profesión para salvar vidas. Este principio puede anularse si el paciente ha hecho un testamento vital en el que declara su deseo de no ser reanimado.
JusticiaEditar
La justicia se refiere a la distribución de las cosas y las posiciones de las personas dentro de la sociedad. En un entorno médico, la justicia implica la asignación de los recursos sanitarios de forma equitativa. Puede tratarse de una distribución equitativa (igualitarismo) o de una maximización del bienestar total o medio en toda la sociedad (utilitarismo).
El Método de los Cuatro TemasEditar
El Método de los Cuatro Temas es una forma de proporcionar un marco en el que el clínico que se enfrenta a una cuestión ética pueda analizar el caso de forma objetiva. El Método de los Cuatro Temas desarrollado por Jonsen, Siegler y Winslade en 1982 incluye lo siguiente y está alineado con los principios éticos de Autonomía, Beneficencia, No maleficencia y Justicia:
- Indicaciones médicas ( Beneficencia y No Maleficencia)
- Preferencias del paciente ( Autonomía)
- Calidad de vida (Beneficencia, No Maleficencia y Autonomía)
- Características contextuales ( Justicia : Lealtad y Equidad)
Jonsen,A. R., Sieglar, M., Winslade, W.J,( 2012) Ética clínica: un enfoque práctico de las decisiones éticas en medicina. McGraw-Hill: Nueva York
Las teorías éticas que se aplican a la medicina son:
- El consecuencialismo
- La deontología
Los principios éticos que se aplican a la medicina son:
- Beneficencia
- No maleficencia
- Autonomía
- Consentimiento
- Decir la verdad
- Confidencialidad
- Preservación de la vida
- Justicia
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