Timidez… ¿O trastorno de ansiedad social?

Desde que el término «fobia social» apareció en el DSM-III en 1980, ha habido confusión en cuanto a las diferencias entre «timidez» y «trastorno de ansiedad social» (la nueva categoría diagnóstica antes llamada «fobia social»).

Algunos se han preguntado si los psiquiatras han tomado un rasgo de la personalidad, como la timidez, y le han atribuido atributos negativos adicionales.

Otros cuestionan la premisa de que el trastorno de ansiedad social sea el mismo constructo que la timidez, o incluso que se correlacione bien con ella.

Investigaciones recientes, publicadas en el Journal of Current Psychiatry, Volumen 12, nº 11, responden a muchas de estas preguntas.

Hemos resumido los resultados de estudios recientes publicados en revistas científicas. Tras el resumen de los hallazgos, continúa un artículo más detallado y completo.

Resumen de los hallazgos

  • La timidez y el trastorno de ansiedad social son dos cosas diferentes.
  • La timidez es un rasgo de la personalidad.
  • Muchas personas que son tímidas no tienen las emociones y sentimientos negativos que acompañan al trastorno de ansiedad social. Llevan una vida normal y no consideran la timidez como un rasgo negativo.
  • Aunque muchas personas con trastorno de ansiedad social son tímidas, la timidez no es un requisito previo para el trastorno de ansiedad social.

No es cierto que todas las personas con trastorno de ansiedad social sean tímidas. He trabajado personalmente con muchas personas con personalidades extrovertidas. Tener ansiedad social les frenaba y les impedía hacer lo que querían en la vida. Cuando superaron la ansiedad social, descubrieron que disfrutaban siendo el centro de atención y el alma de la fiesta.

La definición de «trastorno de ansiedad social» ha cambiado a lo largo de los últimos treinta años a medida que la gravedad de la situación se hacía más evidente, y los datos epidemiológicos del gobierno mostraban sistemáticamente un mayor porcentaje de la población general que sufría síntomas de ansiedad social.

En la última versión, el DSM-5, se introdujeron pequeños cambios para indicar que el «miedo, la ansiedad o la evitación son persistentes y suelen durar 6 o más meses.»

La cuestión sobre lo que constituye la «timidez» en contraposición al «trastorno de ansiedad social» se originó debido a los problemas de sobrediagnosticar o infradiagnosticar la cantidad de ansiedad social que se siente.

Si tratamos a todos los que son simplemente «tímidos» como si tuvieran un trastorno, esto conduce a la estereotipación y al desperdicio de recursos. Si subdiagnosticamos el trastorno de ansiedad social, las personas con los síntomas no recibirán el tratamiento necesario.

Aunque el trastorno de ansiedad social y la timidez tienen similitudes, existen claras diferencias entre ambos. Considere las definiciones de ambos términos:

Timidez: ansiedad, inhibición, reticencia o una combinación de éstas en situaciones sociales e interpersonales, y nerviosismo o ansiedad por la evaluación de los demás. La timidez se considera una faceta normal de la personalidad que combina la experiencia de la ansiedad social y el comportamiento inhibido, pero también se describe como «temperamento estable».1

La timidez se clasifica como una característica de la personalidad.

El Trastorno de Ansiedad Social se clasifica como una cantidad significativa de miedo, vergüenza o humillación en situaciones basadas en el desempeño social, hasta un punto en el que la persona afectada suele evitar estas situaciones por completo o las soporta con un alto nivel de angustia.2

Los altos niveles de ansiedad y miedo provocan la evitación, incluso de actividades en las que las personas quieren participar.

Las personas con trastorno de ansiedad social soportan altos niveles de ansiedad en las actividades diarias, y este alto nivel de ansiedad les hace evitar situaciones en las que les gustaría participar.

Una diferencia clave entre las dos definiciones es que el trastorno de ansiedad social no se considera una faceta «normal» de la personalidad, o una característica de la personalidad, mientras que la timidez sí lo es.

De hecho, las personas que son tímidas pueden ver esta condición como una cualidad positiva, mientras que una persona con trastorno de ansiedad social no describiría su condición de forma positiva.

Las personas con ansiedad social experimentan miedo, ansiedad, estrés, vergüenza y humillación a diario. La cantidad de ansiedad experimentada es suficiente para infligir un gran dolor emocional y hacer que las personas eviten las situaciones, en lugar de enfrentarse a ellas y experimentar el miedo y la ansiedad.

La forma en que se define el deterioro o la angustia «significativos» influye en la clasificación de los síntomas de ansiedad social como trastorno o no trastorno. Lo que constituye un deterioro y un malestar «significativos» es subjetivo, por lo que el número de personas con trastorno de ansiedad social varía entre el 1,9% y el 20,4% de la población, en función de las distintas definiciones de deterioro «significativo».4

La cifra del 7% de trastorno de ansiedad social, citada con frecuencia, se obtiene definiendo el deterioro significativo como una cantidad media de ansiedad. Es probable que este porcentaje sea conservador.

Existe una pregunta sobre si la timidez y la ansiedad social difieren cualitativa o cuantitativamente, pero la respuesta parece ser que son diferentes tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo…

Si sólo existiera una diferencia cuantitativa, se requeriría que todas las personas con trastorno de ansiedad social fueran tímidas, y éste no es el caso.

Sólo alrededor de la mitad de las personas diagnosticadas con trastorno de ansiedad social afirman haber sido tímidas.

Mirado de otra manera, menos del 25% de las personas tímidas cumplen los criterios del trastorno de ansiedad social3, lo que significa que muchas personas son tímidas sin tener miedo, ansiedad y angustia por ello.

Cualitativamente, el diagnóstico de «trastorno de ansiedad social» se asocia con:

  • Mayor presencia de trastornos coexistentes o adicionales con referencia a un diagnóstico inicial (es decir, comorbilidad con otros trastornos de ansiedad, depresión, distimia, etc.)
  • Mayor gravedad de la evitación, y deterioro de la vida
  • Peor calidad de vida1,3,5

Conclusiones

  • Los límites de la timidez y del trastorno de ansiedad social se solapan, aunque son constructos completamente distintos que encierran diferencias cualitativas y cuantitativas.2
  • Existe un espectro de timidez que va desde un nivel normal hasta un nivel superior que se solapa con la experiencia del TAS, pero los dos estados representan constructos diferentes.5
  • Una ansiedad más severa emparejada con angustia por tener ansiedad y un deterioro significativo en múltiples áreas de funcionamiento podría indicar una ansiedad social más problemática -un diagnóstico de trastorno de ansiedad social- no sólo una timidez «normal».
  • Las personas con ansiedad social clínicamente significativa, más que con timidez, tienden a informar de mayores efectos negativos en sus relaciones y en el rendimiento laboral o escolar, así como de una mayor angustia por tener ansiedad.
  • La terapia cognitivo-conductual es el tratamiento terapéutico recomendado, en particular para los casos leves a moderados de TAS. En los casos graves, el TAS puede tratarse con una combinación de TCC y medicación, con el objetivo de acabar suspendiendo la medicación con el tiempo.

Citaciones

Burstein M, Ameli-Grillon L, Merikangas KR. Timidez versus fobia social en la juventud estadounidense. Pediatrics. 2011;128:917-925.

Chavira DA, Stein MB, Malcarne VL. Escrutando la relación entre la timidez y la fobia social. J Anxiety Disord. 2002;16:585-598.

Dalrymple, K. L., &Zimmerman, M. (2013, noviembre). Cuándo la timidez benigna se convierte en ansiedad social, un trastorno tratable? Current Psychiatry, 12(11), 21-38.

Furmark T, Tillfors M, Everz PO, et al. Social phobia in the general population: prevalence and sociodemographic profile. Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol. 1999;34:416-424.

Heiser NA, Turner SM, Beidel DC, et al. Differentiating social phobia from shyness. J Anxiety Disord. 2009;23:469-476.

Richards, TA, Comprehensive Cognitive-Behavioral Therapy for Social Anxiety Disorder. https://socialanxietyinstitute.org/comprehensive-cognitive-behavioral-th…. Recuperado en 2014: 22 de enero.

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