¿Se puede comer calabacín crudo?

En la mayoría de los casos, el calabacín crudo es seguro para comer con poco o ningún efecto secundario.

Sin embargo, ocasionalmente puede encontrar uno extremadamente amargo. Este amargor proviene de las cucurbitacinas, una clase de compuestos que se encuentran en los miembros de la familia Cucurbitaceae, como la calabaza, el calabacín y las calabazas (13, 14).

La ingesta de alimentos con alto contenido en cucurbitacinas se ha relacionado con el envenenamiento y la muerte en ovejas y ganado. En los seres humanos, se han relacionado con náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de pelo e incluso la muerte (14, 15).

Sin embargo, estos efectos se asociaron sobre todo con el consumo de miembros de la familia de las cucurbitáceas que contienen altas cantidades de cucurbitacinas, como ciertas calabazas – no las variedades cultivadas comercialmente (16).

Aunque la intoxicación por cucurbitacinas es peligrosa, es poco frecuente que se produzca a partir de calabacines comprados en tiendas, ya que los proveedores tienden a criar selectivamente cultivos con bajo contenido de cucurbitacinas. En cambio, tenga cuidado al comer calabacines silvestres, ya que es más probable que tengan un alto contenido de estos compuestos (15, 17).

Dicho esto, si muerde un calabacín y tiene un sabor extremadamente desagradable y amargo, lo mejor es escupirlo y deshacerse de toda la fruta para evitar el riesgo de toxicidad por cucurbitacinas.

Otro posible efecto secundario de comer calabacines crudos es la hinchazón. Esto es causado por nutrientes como la celulosa, un componente estructural de las paredes celulares de las plantas, y la fibra soluble, que es fermentada por sus bacterias intestinales sanas y produce gases como efecto secundario (4).

Por último, como con cualquier fruta cruda, hay un riesgo potencial de contaminación por bacterias o parásitos (18).

Para minimizar el riesgo de intoxicación alimentaria, asegúrese de lavar la fruta a fondo con agua fría mientras se frota la piel con un cepillo suave. Guarde los calabacines cortados en la nevera (19, 20).

Fregar el calabacín con un cepillo suave antes de comerlo ayudará a reducir las bacterias en la piel y también puede reducir los residuos de pesticidas que se encuentran en los productos frescos (21).

Resumen

El calabacín crudo es generalmente seguro para comer, pero en algunos casos, puede ser extremadamente amargo. Esto indica que tiene un alto contenido de cucurbitacinas, que son compuestos que pueden ser tóxicos. Sin embargo, la intoxicación por cucurbitacinas es muy poco probable a partir de las variedades comerciales.

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