Objetivos
El virus de la fiebre amarilla fue históricamente una amenaza frecuente para las costas americanas y europeas. Hitos médicos como el descubrimiento de los mosquitos como vectores y posteriormente de una vacuna eficaz redujeron notablemente su incidencia, a pesar de lo cual, en el África subsahariana y en la cuenca amazónica de Sudamérica siguen produciéndose regularmente miles de casos de esta mortífera enfermedad, de los que no se suele informar. Un brote urbano en Angola, años consecutivos de aumento de la incidencia cerca de las principales ciudades brasileñas, y casos importados en China, Sudamérica y Europa, han vuelto a poner este virus en el punto de mira mundial. El objetivo de este artículo es subrayar que las medidas preventivas del VFY, como la vacunación, deben ser cuidadosamente revisadas para minimizar los riesgos de nuevos brotes del VFY, especialmente en lugares urbanos o inmunológicamente vulnerables. Además, este artículo pone de relieve los diversos factores que han favorecido la propagación de otras enfermedades arbovirales asociadas a Aedes spp. como el dengue, el chikungunya y el zika, a latitudes septentrionales causando epidemias en Estados Unidos y Europa, destacando la posibilidad de que el VFY siga el camino de estos virus a menos que se pongan en marcha urgentemente sistemas mejorados de vigilancia y control eficiente.