Regulación gubernamental

El tema de las «regulaciones» puede sonar como un proceso vago, mundano y complicado que es difícil de comprender y aún más difícil de influir. Este informe pretende ofrecer una visión tangible del mundo en el que se origina el proceso de regulación, esbozando y explorando las regulaciones desde una perspectiva de libre mercado con el objetivo de crear un entorno económico en el que la creatividad humana pueda florecer mejor. Incluye los pasos necesarios para poner en marcha cada una de las regulaciones, ejemplos de cómo la regulación influye en tu vida diaria y, por último, lo que puedes hacer para influir en ella.

Independientemente de si quieres abrir un restaurante con la pasta italiana de tu abuela, montar un negocio de guardería para perros, trenzar el pelo, cortar el césped o incluso dar clases, puedes verte afectado por las normativas a nivel local, estatal y federal.

Estudio de caso

¿Alguna vez dirigiste un puesto de limonada cuando eras un niño? Según los estándares actuales, es posible que hayas infringido la normativa local.

En 2012, The Economist publicó un artículo sobre la regulación y el papel que desempeña en el libre intercambio de bienes y servicios: «Los entrometidos burocráticos de Bethesda, Maryland, han cerrado puestos de limonada de niños porque los jóvenes emprendedores no tenían licencia para comerciar»

En 2015, la policía cerró un puesto de limonada en el este de Texas porque las dos jóvenes que lo regentaban «no tenían un ‘permiso de vendedor ambulante'»

En 2018, la policía de Denver cerró un puesto de limonada de dos jóvenes que no habían pagado un permiso. Respondieron tras recibir una queja de otro vendedor en el cercano Festival de las Artes de Denver.

Estos escenarios han llevado a varios estados a promulgar leyes que permiten a los menores regentar puestos de limonada, así como a la campaña «Legal-Ade» de la marca de mezclas para bebidas Country Time:

Por qué es importante

Regular los puestos de limonada de los niños puede parecer trivial, pero «la burocracia en Estados Unidos no es cosa de risa.» Como advirtieron Milton y Rose Friedman, «los reguladores suelen acabar sirviendo a los intereses de los regulados más que a los del público».

En general, el propósito de las regulaciones es mantener la seguridad de las personas y/o del medio ambiente. Sin embargo, las regulaciones afectan a la capacidad de las personas para crear productos o servicios innovadores que sirvan a sus comunidades y den empleo a las personas. En los últimos años, hemos asistido incluso a debates sobre la «economía colaborativa» y sobre la conveniencia de regular servicios como Uber y Airbnb.

Las empresas innovadoras se enfrentan a muchos retos, como adaptarse a un crecimiento rápido, encontrar talento y competir en una economía rápida y diversa. Cuando se amontonan regulaciones onerosas que se aplican de forma generalizada, las posibilidades de éxito disminuyen; según la Asociación de Pequeñas Empresas, sólo la mitad de las empresas de nueva creación siguen funcionando después de cinco años.

Poniéndolo en contexto

Historia

En el contexto del gobierno y las empresas en Estados Unidos, las regulaciones son normas establecidas por el gobierno u otros organismos que describen cómo pueden funcionar las actividades en una industria determinada. Algunas industrias, como la de los productos energéticos y la fabricación, están muy reguladas. Por el contrario, «las iglesias y la prensa en Estados Unidos están reguladas únicamente por las fuerzas de la competencia del mercado y por las normas básicas del derecho común de la propiedad, el contrato y la responsabilidad civil». Cuál es el equilibrio adecuado entre proteger a los ciudadanos y no prohibir el crecimiento sigue siendo un área de debate, e ilustra la diferencia semántica entre «burocracia» y regulaciones. La burocracia tiene la connotación negativa de crear cargas frustrantes e innecesarias para los individuos y las empresas, mientras que hace poco para proteger los intereses, en lugar de apoyar el bienestar de los ciudadanos y un mercado saludable.

«El propósito de gran parte de la regulación federal es proporcionar protección, ya sea a los individuos, o al medio ambiente». Cuando se establece una nueva norma -desde las emisiones de smog hasta la forma en que interactúan los bancos- equivale a más regulaciones. «Rulemaking» es el proceso de procedimiento que las agencias del poder ejecutivo utilizan para emitir formalmente nuevas regulaciones a nivel federal, estatal o local. Puede llevar desde varios meses hasta varios años.

Para las regulaciones federales, el proceso de rulemaking incluye:

1. Una publicación de un borrador de la regla
2. Un período de comentarios y revisión
3. La promulgación de la regla final, que es la declaración del lenguaje final como puesta en funcionamiento.

Este proceso de rulemaking es el mismo cuando el objetivo es eliminar una regulación existente. El proceso de elaboración de normas federales se rige por la Ley de Procedimiento Administrativo (APA). Según la Enciclopedia Británica:

«La Ley de Procedimiento Administrativo (APA), ley estadounidense, promulgada en 1946, estipula las formas en que las agencias federales pueden elaborar y aplicar reglamentos. La APA fue el producto de la preocupación por el rápido aumento del número de poderosas agencias federales en la primera mitad del siglo XX.

«Los propósitos de la ley eran: (1) asegurar que las agencias mantuvieran al público informado sobre su organización, procedimientos y reglas, (2) proveer la participación del público en el proceso de elaboración de reglas, (3) prescribir estándares uniformes para la conducción de los procedimientos formales de elaboración de reglas y adjudicación, y (4) reafirmar la ley de revisión judicial».

En números

El Código de Regulaciones Federales (CFR) codifica las reglas generales y permanentes publicadas en el Registro Federal por los departamentos ejecutivos y agencias del Gobierno Federal. El primer CFR se publicó en 1938. Incluye 50 amplias áreas temáticas, desde los bancos hasta la agricultura y las carreteras. Este es el crecimiento en los últimos 60 años:

• En 1960, tenía 22,877 páginas
• En 1975, tenía 71,224 páginas
• En 2000, tenía 138,049 páginas
• En 2019, tenía 185,984 páginas.

¡Esto supone un aumento de más del 700% desde 1960!

La situación es similar a nivel estatal. Se necesitarían más de 23.000 horas (11,5 años) de lectura para leer todas las normativas estatales.

Ahorro

El papel del gobierno

La regulación se produce a nivel federal, estatal o local. Cuando el gobierno establece «normas» o «criterios políticos», está redactando reglamentos que la gente, las empresas, los agricultores, etc. deben seguir. Algunos ejemplos de normativas locales son las ordenanzas de zonificación, los controles de alquiler y las restricciones a la venta de bebidas mezcladas en los restaurantes. Ejemplos de normativas estatales son la edad legal para beber, los límites de velocidad y las licencias profesionales.

Nivel federal

En algunos casos, es más eficiente tener una agencia federal que 50 agencias estatales. Los costes de cumplimiento de la normativa también tienden a ser menores cuando las empresas se enfrentan a las mismas regulaciones en los 50 estados, en lugar de tener que cumplir con múltiples regulaciones a través de las fronteras estatales.

La siguiente es una amplia cronología de las agencias y cuándo fueron creadas:

Las agencias reguladoras federales incluyen la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). La FDA es una agencia reguladora federal que se encarga de mantener la calidad de los alimentos y los medicamentos en Estados Unidos. Según el sitio web de la agencia, llevan a cabo su mandato a través del «desarrollo de características de rendimiento, metodología de pruebas, prácticas de fabricación, normas de productos, protocolos científicos, criterios de cumplimiento, especificaciones de ingredientes, etiquetado u otros criterios técnicos o políticos».

A veces, la regulación que pretende alcanzar un objetivo -como la reducción del impacto medioambiental- puede tener resultados no deseados, como el aumento de los costes y la reducción del rendimiento. Esto incluye regulaciones federales sobre productos de consumo cotidiano que quizá no se piense que necesiten regulaciones, como las lavadoras.

Una norma del Departamento de Energía (DOE) publicada en enero de 2001 pretendía aumentar la eficiencia energética de las lavadoras. Aunque aumentaría el precio de las lavadoras nuevas, los consumidores ahorrarían dinero en sus facturas de servicios. Sin embargo, los cálculos del Mercatus Center basados en los propios datos del DOE mostraron que los hogares verían un incremento neto de los costes debido a la normativa a menos que utilizaran su lavadora al menos 300 veces al año (5,8 veces por semana). Una encuesta sobre el consumo de energía realizada en 2009 por el gobierno federal calculó que los hogares estadounidenses utilizan sus lavadoras una media de 282 veces al año. La mayoría de los consumidores no sólo no ahorraban dinero con estos electrodomésticos más eficientes, sino que se encontraban con otros problemas. Las lavadoras de carga frontal cumplían las normas con mayor facilidad que las de carga superior, pero a medida que más hogares recurrían a las lavadoras de carga frontal, descubrían problemas inesperados de moho.

La evolución de la calidad de las lavadoras de carga frontal y de carga superior ha sido bien documentada, lo que demuestra cómo una normativa gubernamental ha afectado a las lavadoras que muchos de nosotros utilizamos hoy en día.

¿Cómo es el proceso de regulación federal?

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) es una de las muchas agencias reguladoras federales. Según la EPA, «el Congreso aprueba las leyes que rigen a los Estados Unidos, pero el Congreso también ha autorizado a la EPA y a otras agencias federales a ayudar a poner en práctica esas leyes creando y aplicando reglamentos».

Para crear una ley, un miembro del Congreso debe proponer un proyecto de ley. Si ambas cámaras del Congreso aprueban el proyecto, éste pasa al Presidente para que lo apruebe o lo vete. Si se aprueba, la nueva ley se denomina ley o estatuto. Una vez aprobada, la Cámara de Representantes publica el texto en el Código de los Estados Unidos (USC), «la codificación por materias de las leyes generales y permanentes de los Estados Unidos».

Incluso cuando una ley está en vigor, a menudo no incluye detalles sobre cómo los individuos, las empresas o los gobiernos estatales y locales deben seguir la ley. Para que las leyes funcionen con regularidad, el Congreso autoriza a las agencias gubernamentales, como la EPA, a crear reglamentos que establezcan requisitos específicos. Esto significa que los reglamentos no son creados por los funcionarios elegidos, aunque tienen toda la fuerza de la ley. Por ejemplo, la Ley de Aire Limpio regula las emisiones atmosféricas, pero no da detalles concretos. En cambio, la ley también autoriza a la EPA a establecer normas que expliquen qué niveles de qué tipo de contaminante se pueden emitir legalmente en el aire, y cuál será la sanción si se superan esos niveles.

Las personas pueden ver y comentar las normas visitando Regulations.gov.

Ley de Revisión del Congreso (CRA)

La Ley de Revisión del Congreso se adoptó en 1996 para dar al Congreso más autoridad sobre los reglamentos del poder ejecutivo. La Ley «establece procedimientos especiales del Congreso para desaprobar una amplia gama de normas reguladoras emitidas por las agencias federales»

La CRA puede ser una herramienta para aligerar el peso de las regulaciones sobre la innovación. Como se señala en un artículo del 31 de marzo de 2017 publicado en The Hill:

«Por simple mayoría de votos, la Ley de Revisión del Congreso («CRA») puede anular cualquier regulación que afecte a un tercero, (…) y no está sujeta al filibusterismo.

«La única limitación es que el Congreso solo puede utilizar la CRA dentro de los 60 días legislativos siguientes a la notificación de la regulación. (…) hay innumerables reglamentos, documentos de orientación y normas que nunca se han presentado al Congreso para su revisión, ¡desde 1996!»

Función del sector privado

El gobierno no es el único que establece reglamentos. Las organizaciones y alianzas también pueden obligar a sus miembros a cumplir ciertas normas. Se trata de una decisión importante para las empresas, que requiere un análisis de coste-beneficio en el que se consideren los beneficios y la buena reputación de formar parte de una alianza en comparación con los costes que puede suponer el mantenimiento de dichas normas, sobre todo si son diversas e incoherentes en los distintos sectores.

Desafíos actuales y áreas de reforma

El nivel de las regulaciones debe equilibrar la necesidad de mantener la seguridad de las personas y/o del medio ambiente, al tiempo que se minimiza el impacto en la actividad empresarial, que es el motor del crecimiento económico y el empleo.

Esfuerzos amplios de reforma

El padre fundador James Madison abogó por un sistema menos complicado de normas y regulaciones: «De poco servirá al pueblo, que las leyes sean hechas por hombres de su propia elección, si las leyes son tan voluminosas que no pueden ser leídas, o tan incoherentes que no pueden ser entendidas: si son derogadas o revisadas antes de ser promulgadas, o sufren cambios tan incesantes, que ningún hombre que sepa cuál es la ley hoy puede adivinar cuál será mañana.»

Dado el tiempo que le llevaría a cualquier persona leer y comprender cientos de miles de páginas de reglamentos que aplican nuestras leyes, se han debatido varias estrategias de reforma.

Los expertos en reforma normativa han clasificado tres tipos de esfuerzos de reforma. Según Jeff Rosen, éstas podrían adoptar la forma de:

1. Reformas verticales, que cambian los procedimientos normativos de forma individual en cada agencia, de una en una.
2. Reformas horizontales, que mejoran el proceso de elaboración de normas en todas las agencias a la vez.
3. Reformas integrales, que controlan directamente las formas más costosas y significativas de regulación en todo el poder ejecutivo.

El presidente puede mejorar la gestión de la burocracia federal desde el poder ejecutivo, pero también debe trabajar con el Congreso para institucionalizar las mejoras a través de la legislación.

Costes

Las regulaciones tienen un precio. Una normativa debe publicarse y luego aplicarse, lo que requiere personas, procesos y sistemas en las agencias gubernamentales, así como en las organizaciones que se ven afectadas por la normativa. Por ejemplo, las pequeñas empresas tienen que contratar a abogados o especialistas familiarizados con la normativa pertinente para llevar a cabo un seguimiento y una presentación de informes adecuados, lo que aumenta los costes de prestación de un servicio o de producción de un bien. Según una estimación, los costes de cumplimiento para los fabricantes aumentaron un 7,6% cada año entre 1998 y 2012.

Las estimaciones del coste total anual acumulado de las regulaciones se sitúan entre 1.25 billones y 2 billones por año, según los siguientes estudios:

• Estudio de la Administración de Pequeñas Empresas (SBA) (2010): 1,75 billones de dólares
• Estudio de la Asociación Nacional de Fabricantes (NAM) (2014): 2,028 billones de dólares
• Estudio del Instituto Competitivo Empresarial (CEI) (2017): 1.963 billones/año
• Estudio de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) (2002, ajustado a dólares de 2013): 1,25 billones de dólares

El fisco estadounidense recaudó aproximadamente 1,4 billones de dólares en impuestos sobre la renta de las personas físicas en 2014, lo que significa que «los costes anuales de las regulaciones pueden ser aproximadamente tan consecuentes como lo que el público paga en impuestos sobre la renta»

Sin embargo, el seguimiento del coste de las regulaciones no es sencillo. El Proyecto de Transparencia Regulatoria de la Sociedad Federalista señala que «no hay nada equivalente al presupuesto fiscal para hacer un seguimiento de los costes regulatorios», lo que significa que ninguna estimación es completamente fiable. Además, nunca podremos saber el valor de los puestos de trabajo que no se crean o de las empresas que no se ponen en marcha. Conocer el coste de las normativas es esencial para que los funcionarios de la administración rindan cuentas sobre el gasto del dinero de los contribuyentes. Por ello, se ha pedido que se presupuesten las regulaciones.

La tabla esboza el crecimiento presupuestario que han sufrido las agencias federales para contratar personal de regulación.

Acumulación de regulaciones

Según el libro de Mercatus La acumulación de regulaciones y sus costes, los responsables políticos «prestan poca atención a cómo la acumulación de regulaciones a lo largo del tiempo ha obstaculizado la innovación y dañado el crecimiento económico». Desde 1997, el total de restricciones normativas ha aumentado casi un 20%, hasta superar el millón.

Durante la Administración Clinton, la media anual de regulaciones importantes con un impacto económico de más de 100 millones de dólares era de 36. Durante la Administración Bush, aumentó a 45, y de nuevo a 72 durante la Administración Obama. En 2013, un estudio publicado en el Journal of Economic Growth determinó que el crecimiento económico de Estados Unidos se vio obstaculizado en una media del 2% anual entre 1949 y 2005 debido a la acumulación de regulaciones federales. Una estimación de 2020 de los académicos de Mercatus dice que las regulaciones frenaron el crecimiento económico en un 0,8% anual entre 1980 y 2012.

Mercatus estima que estas pérdidas en el crecimiento económico equivalen a pérdidas de ingresos de 13.000 dólares acumulativos por estadounidense, pero los costes finales pueden ser hasta seis u ocho veces más como parte de los ingresos para los hogares de bajos ingresos en comparación con los hogares de altos ingresos, ya que la acumulación de regulaciones a menudo se asocia con precios más altos.

La mayoría de las agencias reguladoras dependen de terceros para el seguimiento, la gestión y el análisis de la actividad regulatoria. Por lo general, esto significa que los proveedores de servicios carecen de la experiencia necesaria para comprender adecuadamente el proceso regulatorio, y que los múltiples proveedores de servicios para diferentes agencias conducen a la redundancia, la mala gestión y los sistemas fragmentados que se suman a la acumulación regulatoria. Esper es una empresa de tecnología reguladora «pionera en una nueva plataforma para gestionar los procesos normativos de principio a fin en las agencias gubernamentales». La implantación de una tecnología que organice las normativas y cree una base de datos con capacidad de búsqueda que demuestre cómo se relacionan las normativas de todo el país puede ayudar a aliviar la acumulación normativa y sus costes asociados.

Licencias ocupacionales

Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales (NCSL), la concesión de licencias ocupacionales requiere que «los trabajadores presenten una verificación de la formación, las pruebas y la educación -y a menudo paguen las tasas asociadas- antes de comenzar un trabajo en el campo elegido.» En algunos casos, una formación inadecuada puede causar daños al público, por lo que tener una licencia puede aumentar la seguridad pública. Sin embargo, el problema más grave es que la concesión de licencias puede crear una barrera para el empleo y «las cargas de las licencias a menudo tienen poca relación con la salud o la seguridad pública».

Por ejemplo, un informe del Instituto de Justicia, un bufete de abogados de interés público, descubrió que un cosmetólogo necesita 11 veces más formación para obtener una licencia que un técnico de emergencias médicas. Este es sólo uno de los 25% de todos los trabajos que requieren una licencia ocupacional hoy en día. Hace sesenta años, sólo el 5% de los trabajos requerían una licencia.

La licencia es un requisito a nivel local, estatal y nacional. Los conductores de camiones y los cosmetólogos, por ejemplo, suelen tener licencias emitidas por el estado. Algunos trabajadores, como los taxistas, pueden tener licencia de su ciudad. Los trabajadores de unas pocas ocupaciones, como los pilotos de avión, deben obtener una licencia federal. Esto plantea un dilema adicional, ya que dificulta la reubicación de las personas.

Una forma de resolver este problema es mediante la reciprocidad de licencias. La reciprocidad en la concesión de licencias es el concepto de desarrollar «marcos comunes sobre cómo los estados reconocen las licencias de otros estados» y puede incluir el reconocimiento mutuo o la aceptación de las licencias concedidas por otras jurisdicciones, de forma similar a cómo un conductor con licencia de Arkansas está legalmente autorizado a conducir un vehículo de motor en California. Por ejemplo, el proyecto de ley de Licencias Ocupacionales Universales de Arizona, promulgado en abril de 2019, establece directrices para reconocer las licencias de fuera del estado. Para obtener más información sobre la legislación de Arizona, escuche este podcast del Proyecto Regulador de la Sociedad Federalista.

El Pacto de Licencias de Enfermería «permite a las enfermeras ejercer en los estados que participan en el pacto sin someterse a requisitos adicionales de licencia», y fue crucial durante la pandemia de coronavirus, incluso impulsando a los estados que no forman parte del pacto a emitir exenciones de licencia de emergencia para apoyar a los sistemas hospitalarios abrumados.

Puede leer sobre los requisitos de licencia y permiso de su estado aquí. Para ver algunas comparaciones estatales, como las que se muestran a continuación, consulte este análisis de su estado en el informe del Instituto de Justicia, este informe Mercatus, esta Base de Datos Nacional de Licencias Ocupacionales elaborada por el NCSL, la Asociación Nacional de Gobernadores para las Mejores Prácticas y el Consejo de Gobiernos Estatales.

Impacto en las pequeñas empresas

Las regulaciones a menudo «se promulgan sin tener en cuenta las consecuencias no deseadas, especialmente para las pequeñas empresas». Un estudio de Mercatus descubrió «que a medida que aumentaba la complicación de la reglamentación, se producía un descenso… en el número de pequeñas empresas; el aumento de la complicación de la reglamentación no tenía ningún efecto sobre las grandes empresas», salvo una asociación con una disminución de la contratación entre todas las empresas.

Los empresarios y las pequeñas empresas suelen estar sujetos a cuatro niveles de reglamentación: federal, estatal, del condado y municipal. Entre ellas se encuentran las licencias, los permisos y los certificados. Estas normativas pueden solaparse y entrar en conflicto, lo que hace que su cumplimiento sea confuso y costoso. Según el Small Business Playbook 2015 de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB), el coste estimado de las regulaciones propuestas y finales publicadas en 2014 fue de 181.500 millones de dólares, y los costes regulatorios del primer año superan en promedio los 83.000 dólares para las pequeñas empresas de nueva creación. La NFIB también encontró que más de la mitad de los propietarios de negocios independientes estadounidenses dicen que no iniciarían un negocio hoy. Una encuesta sobre pequeñas empresas reveló que dos tercios de los encuestados indicaron que el coste o la complejidad del cumplimiento de las normativas era la principal dificultad a la que se enfrentaban sus negocios.

La Ley de Flexibilidad Regulatoria y sus posteriores enmiendas tienen en cuenta los efectos de las normativas en las pequeñas empresas y organizaciones, pero las normativas siguen planteando problemas a las pequeñas empresas y a los futuros emprendedores. Un paso más propuesto es eximir a las pequeñas empresas de ciertas regulaciones si no son una fuente del problema que la regulación pretende resolver.

PragerU explica cómo «El gran gobierno mata a las pequeñas empresas» (2 min).

Restricción gubernamental

Cuantos más recursos de una sociedad son asignados por el gobierno, menos puede dirigir el mercado a sus usos más productivos. La excesiva regulación gubernamental ahoga el crecimiento y debería limitarse (para más información, véase el informe sobre crecimiento económico de The Policy Circle)

Un plan que había introducido la Administración Trump era una norma que exigía que los costes de cualquier nueva regulación se equilibraran con la derogación de al menos dos regulaciones antiguas. A mitad de 2019, Competitive Enterprise Institute informó que se habían emitido poco más de 1,000 reglas y regulaciones; para el contexto, el recuento anual no ha estado por debajo de 3,000 desde la década de 1970. Para obtener más información, consulte la Agenda Unificada de Acciones Reguladoras y Desreguladoras de la Oficina de Administración y Presupuesto.

Regulaciones en el extranjero

¿Cómo se comparan las regulaciones de Estados Unidos con las de otros países? Los Países Bajos, Canadá, Australia y el Reino Unido han adoptado leyes que obligan al gobierno a compensar los costes de las nuevas regulaciones. Los Países Bajos adoptaron un «objetivo de reducción de la carga cuantitativa neta» para reducir las cargas normativas vinculando las nuevas regulaciones a las revisiones de las existentes. La norma canadiense de 2012 de «uno por uno» es similar a una política australiana que establece que la carga de costes de una nueva normativa debe compensarse totalmente con la reducción de las cargas reglamentarias existentes. El Reino Unido fue un paso más allá: su norma «Uno por uno» se convirtió en «Uno por dos» en 2013 y «Uno por tres» en 2016.

En los últimos años, los responsables políticos europeos han comenzado a suavizar las regulaciones en un esfuerzo por «defender el espíritu empresarial que puede poner en marcha el tan necesario crecimiento económico.» Aun así, «los costes y las molestias» a las que se enfrentan las nuevas empresas, las startups y los emprendedores son una realidad constante.

A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde los empresarios «han utilizado las opciones de compra de acciones para los empleados con el fin de estimular la innovación», muchos empresarios de la UE se ven ahogados por la necesidad de «sortear onerosas tasas y restricciones fiscales». Casi la mitad (49%) de los inversores de capital riesgo y fundadores afirman que la normativa europea les hace dudar a la hora de invertir. Esto, a su vez, hace más difícil que las startups generen beneficios y estimulen el crecimiento económico, y habla de un debate más amplio en economía que se centra en el papel de la regulación en la economía y sus impactos en el crecimiento económico. Eche un vistazo al gráfico que compara los ingresos fiscales de diferentes países.

Conclusión

Hay una delgada línea entre las regulaciones que benefician a la sociedad y mantienen la seguridad de las personas y el medio ambiente, y la burocracia que ahoga la actividad empresarial, el crecimiento económico y las oportunidades de empleo. Comprender los costes y las consecuencias de las normativas impuestas, y ejercer la moderación para evitar esos efectos adversos, es la clave para lograr entornos a nivel local, estatal y nacional que permitan que la creatividad individual prospere.

Modo de participar/lo que puede hacer

Medir: Averigüe qué hacen su estado y su distrito con respecto a las normas y los reglamentos.

• ¿Sabe qué prevalencia tienen los reglamentos en su estado?
• ¿Cuáles son las leyes de licencias ocupacionales de su estado?
• ¿Existe un grupo de trabajo relacionado con la reforma de la normativa, o es necesario formar uno?

Identifique: ¿Quiénes son las personas influyentes en su estado, condado o comunidad? Conozca sus prioridades y piense en cómo ponerse en contacto con ellos, incluidos los cargos electos, los fiscales generales, las fuerzas del orden, los consejos de educación, los ayuntamientos, los periodistas, los medios de comunicación, las organizaciones comunitarias y las empresas locales.

• ¿Qué medidas han tomado los cargos electos y designados de su estado o comunidad?

Tome la palabra: Usted es un catalizador. Encontrar una causa común es una gran oportunidad para desarrollar relaciones con personas que pueden estar fuera de su red inmediata. Todo lo que se necesita es un pequeño equipo de dos o tres personas para establecer un camino de mejora real. El Círculo Político es tu plataforma para reunirte con expertos a los que quieres escuchar.

• Encuentra aliados en tu comunidad o en los pueblos cercanos y en otros lugares del estado.
• Fomenta las relaciones de colaboración con las organizaciones comunitarias y las empresas locales.

Planifica: Establezca algunos hitos basados en el calendario legislativo de su estado.

• No dude en ponerse en contacto con el equipo de The Policy Circle, [email protected], para obtener conexiones con la red más amplia, consejos, ideas sobre cómo establecer relaciones con los responsables políticos y establecerse como líder cívico.

Ejecuta: Da lo mejor de ti. Puedes:

• Presentar comentarios públicos sobre la normativa en regulations.gov.
• Investigar las normas que afectan a su vida. Muchas regulaciones tienen consecuencias imprevistas y requieren de un público informado para que se les preste atención.
• Buscar en la Base de Datos de Licencias Ocupacionales del Consejo Nacional de Legisladores Estatales o en las aplicaciones de licencias y permisos de la Asociación de Pequeñas Empresas para conocer las normas y regulaciones de su estado.
• Póngase en contacto con los propietarios de negocios y empresarios locales para saber qué tipo de regulaciones deben cumplir.

Trabajando con otros, puede crear algo grande para su comunidad. Aquí hay algunas herramientas para aprender a ponerse en contacto con sus representantes y escribir un artículo de opinión.

Líderes de pensamiento/recursos adicionales

Neomi Rao: nominada para dirigir la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios. El administrador de la OIRA es conocido como el «zar de la regulación».

Jeff Rosen: Putting Regulations on a Budget, National Review

Susan Dudley: Directora del Centro de Estudios Regulatorios de la Universidad George Washington

Recursos adicionales

• «Over Regulated America», The Economist
• List of Most (to least) Regulated States, Mercatus Center
• Centro de Estudios Regulatorios de la Universidad George Washington
• Proyecto de Transparencia Regulatoria de la Sociedad Federalista