Cada vez que hace una compra de alimentos, es posible que compruebe las etiquetas para ver si el envase puede reciclarse. Si aparece la palabra «biodegradable», puede estar aún más seguro de que está ayudando a reducir la cantidad de contaminación que entra en nuestro medio ambiente. Pero biodegradable puede ser un término engañoso, e incluso puede ser perjudicial para el planeta.
¿Es lo biodegradable bueno para el medio ambiente?
Sí – y no. Biodegradable significa esencialmente que un artículo puede ser descompuesto en trozos cada vez más pequeños por bacterias, hongos o microbios para ser reabsorbido por el medio ambiente circundante, idealmente sin causar ninguna contaminación. Algunas cosas son naturalmente biodegradables, como los alimentos y las plantas, mientras que otros artículos pueden descomponerse en productos químicos o gases nocivos.
El problema es que todo lo que usamos o creamos puede llamarse biodegradable, porque al final todo se descompone, desde los residuos orgánicos y los cubiertos de madera hasta los envases de plástico o la maquinaria de acero. Sólo que puede tardar mucho, mucho tiempo. Por lo tanto, poner la palabra «biodegradable» en las etiquetas de los alimentos no es muy útil para cualquiera que intente hacer compras más ecológicas.
¿Son mejores los productos naturales, entonces?
De nuevo, no hay una respuesta sencilla. Que algo pueda biodegradarse de forma natural, no significa que sea mejor para el medio ambiente.
Cuando los productos biodegradables se envían al vertedero, incluidos los plásticos biodegradables y artículos como los recortes de hierba o los periódicos, se descomponen en dos gases de efecto invernadero: metano y dióxido de carbono.
Según un estudio realizado en 2011 en Estados Unidos, el plástico biodegradable es el que más metano genera en el vertedero medio, seguido del papel de oficina, los residuos de alimentos y, por último, los periódicos.
Ahora algunos vertederos pueden recoger el metano y utilizarlo como energía. Sin embargo, los investigadores descubrieron que muchos vertederos tienen dificultades para recoger todo el gas liberado, ya que los distintos elementos se descomponen a ritmos diferentes. Esto significa que el metano puede escapar a la atmósfera y contribuir al calentamiento global.
En el otro extremo de la escala, si los artículos biodegradables se entierran completamente en el vertedero sin exponerlos a las bacterias, el calor, el oxígeno, la humedad o la luz, puede que no se descompongan en absoluto. El resultado es que no son mejores que los plásticos de un solo uso y simplemente llenan los vertederos con mayor rapidez.
¿Debo evitar los plásticos biodegradables?
Los plásticos biodegradables se introdujeron como una alternativa más ecológica al plástico convencional, pero no son la solución ecológica que se esperaba en un principio. De hecho, un estudio reciente realizado por la unidad internacional de investigación sobre basuras marinas de la Universidad de Plymouth descubrió que las bolsas de plástico biodegradables no se habían dañado en gran medida y seguían siendo capaces de llevar la compra tres años después de ser enterradas en el suelo o dejadas en el agua del mar.
Una alternativa mejor pueden ser los «compostables» o bioplásticos. Suelen estar fabricados con materiales vegetales, como el almidón, en lugar de combustibles fósiles, y hacen exactamente lo que pone en la lata: se descomponen en materiales como agua, oxígeno y compost. Los plásticos compostables se utilizan mejor para el envasado de alimentos, como los paquetes de sándwiches o los revestimientos de los cubos de compostaje; no importa si se mezclan con los residuos de alimentos, ya que todo puede eliminarse conjuntamente.
Sin embargo, su uso es motivo de preocupación. Ello se debe a que sólo una pequeña minoría de los plásticos compostables puede colocarse en el montón de compost en casa; la mayoría necesita compostadores industriales o de las autoridades locales. Estos alcanzan las temperaturas y la humedad más elevadas necesarias para descomponer los bioplásticos adecuadamente.
Y si los plásticos compostables se mezclan con el resto del reciclaje, podrían contaminar el lote. Así que es importante mantenerlos fuera de su caja de reciclaje de plásticos.
¿No hay nada que pueda hacer?
¡Sí, hay mucho! En primer lugar, asegúrate de que estás haciendo todo lo posible para ser un mejor reciclador. Si tienes un sistema de compostaje casero, comprueba que todo lo que añades está pensado para ello y no para un compostador industrial. Averigua si tu ayuntamiento recoge artículos compostables y recuerda guardarlos en un contenedor distinto al resto de plásticos.
Sobre todo, evita comprar cualquier cosa que venga en plásticos de un solo uso, como las botellas de agua de plástico o las bandejas de comida preparada, y limítate a los alimentos frescos y sin envolver: puede que sean las únicas cosas de las que se puede decir que son realmente biodegradables.
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