El término médico para una fractura de tobillo es fractura bimaleolar, o una rotura en las partes inferiores de la tibia y el peroné. Las fracturas bimaleolares suelen producirse por caídas, accidentes de tráfico y actividades deportivas. Varios huesos del tobillo pueden fracturarse en un accidente, lo que provoca un dolor intenso y una incapacidad temporal. El desplazamiento de los huesos del tobillo suele requerir una intervención quirúrgica para su tratamiento. La recuperación postoperatoria suele requerir varias semanas de rehabilitación física y ejercicios en casa. Las fracturas bimaleolares pueden causar gran dolor y sufrimiento, así como pérdidas económicas. Cuando la negligencia de otra persona provoca una fractura de tobillo, tome medidas contra la parte responsable.
Tipos de fracturas bimaleolares
Las fracturas de tobillo pueden ser simples roturas de un solo hueso o pueden incluir varias fracturas complejas y huesos desplazados. Existen tres categorías principales de fracturas bimaleolares: unimaleolares, bimaleolares y trimaleolares. Un tercio de todas las fracturas de tobillo son bimaleolares o trimaleolares. Las fracturas de tobillo suelen producirse en traumatismos como accidentes de tráfico o tropiezos y caídas. Dependiendo de la gravedad de la fractura, los ligamentos del tobillo también pueden sufrir daños.
Tres huesos principales componen el tobillo: la tibia, el peroné y el astrágalo. Cada hueso tiene diferentes zonas que los médicos utilizan para clasificar la fractura. Por ejemplo, si el extremo del peroné se fractura, se trata de una fractura del maléolo lateral. El tobillo también tiene dos articulaciones principales, la articulación del tobillo y la articulación de la sindesmosis. Múltiples ligamentos mantienen unidas estas articulaciones, haciendo que el tobillo sea estable. Cuando un accidente compromete los huesos, las articulaciones o los ligamentos, la víctima puede ser incapaz de caminar de 12 a 16 semanas durante la recuperación.
Síntomas comunes de una fractura bimaleolar
Si su fractura bimaleolar no es lo suficientemente grave como para identificar inmediatamente que tiene un tobillo roto, esto es probablemente una buena señal. Sin embargo, toda lesión por fractura de tobillo requiere la atención de un médico. Los síntomas comunes de una fractura bimaleolar incluyen:
- Dolor intenso e inmediato en el tobillo
- Hinchazón de la zona fracturada
- Hemorragia o hematoma
- Dolor al tacto
- Imposibilidad de poner peso en el pie lesionado
- Deformidad física, en el caso de luxación articular
Estos síntomas pueden ser muy dolorosos. La marcha también puede ser trabajosa y/o difícil durante varios meses. Los efectos de una fractura bimaleolar pueden ser graves, impidiendo a la víctima volver al trabajo durante el proceso de recuperación. Los salarios perdidos y las crecientes facturas médicas también pueden suponer una carga para las finanzas de la víctima.
Tratamiento de las fracturas bimaleolares
Un médico evaluará su fractura mediante una prueba de imagen y le recomendará un tratamiento. El nivel de la fractura determina el tipo de tratamiento más adecuado para su lesión. Si su tobillo es estable y el hueso no está dislocado, los médicos suelen recomendar un tratamiento no quirúrgico. Su médico puede prescribirle varios tratamientos no quirúrgicos diferentes, como una escayola corta para la pierna o una zapatilla de tenis de caña alta.
Si su fractura hace que el tobillo sea inestable, es posible que necesite una intervención quirúrgica para reconstruir la forma normal del hueso del tobillo roto, disminuir el daño de los ligamentos y acelerar la recuperación. Durante la operación, el cirujano recolocará el tobillo y lo mantendrá en su sitio con tornillos especiales o placas metálicas. Tras la operación, necesitará una escayola para mantener el tobillo en su sitio mientras se cura. Su ritmo de recuperación variará en función de la gravedad de la fractura bimaleolar, pero los tobillos suelen poder soportar una carga completa de peso entre 12 y 16 semanas después del tratamiento.
Las complicaciones son poco frecuentes en las cirugías de fractura bimaleolar, y si las hay, suelen estar relacionadas directamente con la cirugía. Los riesgos pueden consistir en complicaciones debidas a infecciones, daños en los nervios, anestesia, hemorragias o coágulos de sangre. Sin embargo, la mayoría de las fracturas bimaleolares no dan lugar a complicaciones y no requieren una cirugía adicional para su reparación.