Aunque Estados Unidos sólo tiene una embajada y un embajador en la capital de cualquier país extranjero, en los países grandes puede tener varios consulados. Suelen estar situados en las principales ciudades de las provincias o estados, y cada uno de ellos está dirigido por un cónsul general.
Los consulados prestan los mismos servicios y desempeñan las mismas funciones oficiales que la embajada. Los consulados siguen el liderazgo del Embajador en la participación del gobierno local, la sociedad civil y otras organizaciones para abordar las prioridades de la Misión. En muchos casos, los consulados, debido a su ubicación dentro de un país, pueden ser el actor principal en la consecución de una u otra prioridad. Así, mientras que la Embajada puede dar gran importancia al desarrollo agrícola, el verdadero trabajo con la población local lo realizarán los funcionarios de un consulado.
Los consulados ofrecen servicios de pasaporte, registro de nacimientos y muchos otros para los ciudadanos estadounidenses visitantes o residentes en un país. También tienen secciones consulares que emiten visados para que los ciudadanos extranjeros puedan visitar, estudiar y trabajar en Estados Unidos. Los consulados colaboran con las fuerzas del orden estadounidenses y extranjeras para combatir la delincuencia internacional.
En coordinación con la embajada, un consulado lleva a cabo programas comerciales, informativos, educativos y de intercambio para desarrollar socios comerciales y clientes potenciales para las empresas estadounidenses, trabajar con los medios de comunicación y las entidades públicas para explicar la política de Estados Unidos y fomentar los intercambios académicos, científicos y artísticos. Suelen contar con centros de referencia donde los ciudadanos extranjeros pueden acudir para informarse sobre Estados Unidos a través de medios impresos y en línea.