Proyecto Raíces Amorosas

Afrontar el dolor emocional es extremadamente difícil. Aprender a lidiar y sanar de este dolor de una manera saludable puede ser aún más difícil. El dolor emocional puede provenir de muchas circunstancias, como el duelo, la pérdida, el trauma, el estrés o las relaciones tóxicas. Desarrollar buenas habilidades de afrontamiento es realmente esencial para el proceso de curación. Todos necesitamos salidas. Necesitamos formas saludables de expresar nuestros sentimientos y emociones. En realidad, la curación del dolor emocional es muy importante y poderosa, frente a quedarse atascado y dejar que los sentimientos negativos te impidan avanzar y vivir con todo tu potencial.

La mayoría de las personas intentan evitar el dolor emocional que sienten y esto a menudo hace que se queden atrapados en un ciclo que en realidad termina por aferrarse a las emociones negativas. Algunas personas pueden utilizar mecanismos de afrontamiento poco saludables, como el alcohol u otras sustancias, como medio para adormecer los malos sentimientos. A menudo, esto es inconsciente. Esto, por desgracia, sólo enmascara temporalmente el dolor y no ayuda realmente en el proceso de curación.

Otra respuesta común a las emociones negativas es simplemente tratar de no lidiar con ellas en absoluto. Desgraciadamente, cuando adoptamos este comportamiento, las emociones no se curan y saldrán a la superficie, pero a menudo de forma muy negativa. Por ejemplo, con un duelo no resuelto u otro dolor emocional, una persona puede descubrir que más tarde tiene un aumento de los períodos de alta ansiedad o estrés agudo. También pueden notar más síntomas físicos, como dificultad para dormir, malestar estomacal, preocupación y rumiación constantes o incluso presión arterial alta. Es crucial aprender formas sanas y apropiadas de trabajar con estas emociones difíciles. Aprender buenas habilidades de afrontamiento y autocuidado puede curar el dolor y ayudar a seguir adelante.

10 consejos para un afrontamiento saludable:

Escribir en un diario

Escribir sobre el dolor emocional puede ser muy poderoso y ayudar a liberar realmente las emociones. Escribir en un diario te permite pensar y procesar mentalmente tus sentimientos mientras los «expresas», escribiendo, lo que puede, a su vez, liberarlos y fomentar el proceso de curación. Se han observado muchos beneficios positivos al llevar un diario sobre el dolor emocional. Para empezar a escribir un diario, encuentra cualquier cosa en la que te sientas cómodo escribiendo y ¡comienza! Si te resulta más cómodo ser estructurado o usar indicaciones, piensa en preguntas para ti mismo, como «¿cómo llegué al lugar donde estoy hoy?» «en mi lugar más oscuro, me sentí…» o «¿qué he aprendido de esta experiencia?». La cuestión es escribir sobre tu experiencia con mucho detalle y escribir a fondo sobre cómo te sientes. Esto permite la «expresión» de la emoción y la «liberación» simbólica, que es fundamental para la curación.

Usa tu creatividad

Esto podría ser el dibujo, el tejido, el arte, la danza, la fotografía, la música, la cerámica, o realmente cualquier actividad que disfrutes. Este ejercicio es similar a escribir en un diario, ya que permite liberar las emociones. A través de las actividades, podemos encontrar diversión, libertad, distracción y, a menudo, alivio de las emociones negativas. Esta es otra vía que permite procesar y expresar las emociones; por lo tanto, liberarse y sanar de ellas.

Busca un sistema de apoyo saludable

Esto podría incluir hablar con un amigo o familiar o incluso unirse a grupos de apoyo. Tener una salida social y emocional es importante. Además, hablar con alguien y decir realmente las palabras en voz alta sobre cómo se siente puede ser beneficioso para la curación. Sin embargo, hay que tener cuidado con este paso, ya que no hay que obsesionarse con desahogarse repetidamente, ya que puede convertirse en una rumiación malsana y quedarse atascado. Es importante que utilices tu sistema de apoyo para discutir cómo te sientes, de una manera saludable.

Usa la autorreflexión

Piensa en tu propio papel en la situación que te está molestando y busca formas de mejorar. La mayoría de las veces, cuando nos enfadamos con otra persona, la señalamos con el dedo y buscamos culpables. Podemos centrarnos en las formas en que la otra persona nos ha herido o en lo que ha hecho mal. Puede ser importante expresar cómo hemos sido perjudicados y discutirlo con la persona que nos ha perjudicado, pero también es útil mirar las formas en que podríamos haber manejado las cosas de manera diferente, lo que podemos cambiar de nuestro propio comportamiento o cómo podemos abordar una situación de manera diferente en el futuro.

Otro ejemplo es cuando las personas experimentan una mala situación que está fuera de su control y fueron víctimas de algo. Esto puede llevar a las personas a sentirse impotentes y como si no tuvieran control sobre su situación. Aunque esto puede ser cierto, es importante centrarse en las cosas que pueden hacer o cambiar para el futuro. Tal vez sea centrarse en lo positivo y construir sus relaciones actuales o centrarse en mejorar su salud. Estas son cosas que podemos controlar y nos mantienen enfocados en lo positivo y en avanzar.

Pruebe las técnicas de relajación

Hay muchos tipos diferentes de técnicas de relajación que pueden ser útiles durante el tiempo de dolor emocional y el estrés. Estas incluyen el uso de técnicas simples de respiración, meditación o actividades de atención plena o incluso podría incluir ejercicios de conexión a tierra, que son útiles en situaciones de trauma o estrés agudo. El objetivo de estas actividades es reducir la velocidad, estar muy presente en el momento y darse la oportunidad de calmarse y sanar.

Un simple ejercicio de respiración puede llevar unos pocos minutos y tener efectos muy útiles. Este es un ejemplo de un simple ejercicio de respiración: inhale y cuente hasta 5 mientras lo hace, ahora retenga la respiración y cuente hasta 5 de nuevo y luego exhale durante 5. Repítalo. Esto le permitirá ralentizar su respiración y prestar más atención a cómo se siente. Después de unos minutos de esta respiración calmada y enfocada, notará una calma en su mente y en su estado general.

Distráigase

Hay momentos en que nuestro estado emocional puede ser abrumador y difícil de manejar. Es entonces cuando tener una distracción podría ser útil para afrontarlo. Una distracción puede ser algo tan simple como ver una película o tomar un café con un amigo. Simplemente le permite un momento para no pensar en su dolor emocional y, en cierto modo, recuperar la compostura y el control sobre cómo se siente. Una distracción es una estrategia de alivio temporal, pero no debe ser tu constante. Es importante sentarse realmente con sus emociones y sanar de ellas; por lo tanto, la distracción se utiliza mejor sólo para ayudarle en el proceso cuando necesita un descanso o las cosas se sienten demasiado pesadas. Tener un descanso temporal del dolor emocional y distraerse puede ser realmente importante en el proceso.

Ejercicio

El ejercicio físico es un componente clave del bienestar mente-cuerpo. El movimiento puede permitir que nuestras emociones negativas se despeguen y se muevan realmente; por lo tanto, nos permite procesar estas emociones y liberarlas. Por lo tanto, no descartes la importancia de salir a caminar o ir al gimnasio. El ejercicio también puede ayudar a reducir cualquier impacto negativo que el estrés haya causado en el cuerpo. Si no es una persona que hace ejercicio a menudo, un simple paseo de 20 minutos por el barrio puede ser un buen comienzo para poner en movimiento su cuerpo y su mente.

Identificar los patrones de pensamiento poco saludables

Aprenda a identificar los patrones poco saludables de su pensamiento, como la rumiación o el pensamiento negativo y trabaje para cambiar esos patrones. Esta es una estrategia cognitivo-conductual común que se ve a menudo en el manejo del estrés o incluso la depresión y el trauma. Por ejemplo, cuando notes que tienes pensamientos negativos o que estás rumiando la mala situación que ha ocurrido, utiliza la autoconversación para cambiar ese patrón. Puedes decir cosas como: «Lo superaré», «Soy fuerte» o «Soy valiente». En primer lugar, hay que identificar cuándo no estamos pensando de manera saludable y luego trabajar para cambiar eso. Cambiar la forma en que pensamos puede tener un impacto muy positivo.

Siéntate con tus emociones

Ahora bien, esto es lo contrario de lo que he descrito anteriormente con la distracción, pero ambos pueden ser saludables y curativos a su manera y en el momento adecuado. Por muy difícil que sea, es importante sentarse y estar presente con lo que se siente. Esto te permite ser muy consciente, en el momento presente, de cómo te sientes y no descartar o esconderte de las emociones dolorosas. Te permite reflexionar y validar tus emociones y lo que sientes. También te permite expresar estas emociones a ti mismo y quizás darte tiempo para llorar o lamentarte. Esto también te ayudará a procesar lo que sientes y a trabajar para sanar.

Mira hacia adelante

Es importante en el proceso que no nos quedemos atascados en un ciclo negativo durante demasiado tiempo. Es crucial seguir avanzando. Por supuesto, siempre debes darte tiempo para sanar porque este es un proceso extremadamente difícil. Sin embargo, también es importante que trabajes para progresar y buscar un momento futuro en el que estas emociones no te pesen. Esto podría incluir el establecimiento de objetivos para algo en el futuro o tal vez hacer planes para una actividad como algo para trabajar y mirar hacia adelante. Esta acción de pensar en el futuro puede ser útil. Cuando las personas están abrumadas por sentimientos difíciles en el momento, puede ser difícil pensar en el futuro o incluso imaginar un momento en el que no estén experimentando este dolor emocional. Por lo tanto, es un reto, pero uno intencionado que puede ser bastante útil. Esto puede hacer que se establezcan metas futuras y que se piense positivamente, lo que ayuda a la curación.

El pensamiento positivo puede tener un gran impacto en un buen sentido hacia la curación. Muchas personas subestiman el poder del pensamiento positivo, pero puede ayudarnos a ajustar nuestro estado de ánimo y la forma en que pensamos en general. Cuando hemos pasado por una situación difícil y estamos trabajando para sanar el dolor emocional, puede ser extremadamente desafiante pero útil encontrar algo positivo y significativo en nuestra situación, como algo que aprendimos de la experiencia o cómo podemos tomar una mala experiencia y avanzar de una manera positiva.

Trabajar a través de las emociones dolorosas nunca es fácil. Lo importante aquí es que encuentres actividades saludables y mecanismos de afrontamiento que promuevan tu curación de forma positiva. Cada persona es diferente y la situación que ha vivido es muy distinta; por lo tanto, las estrategias de afrontamiento y las preferencias personales también serán diferentes. Es esencial encontrar cosas que funcionen bien para ti y mantenerlas. Las emociones dolorosas tardan en curarse, así que no te rindas enseguida. Sigue avanzando y trabajando en tu propio autocuidado. La curación vendrá y lo superarás.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.