La prevención es cualquier intento sistemático de cambiar las circunstancias que promueven, inician, mantienen o intensifican problemas como los trastornos alimentarios. Los trastornos alimentarios surgen de una variedad de problemas físicos, emocionales y sociales, todos los cuales deben ser abordados para una prevención y tratamiento eficaces.
Existen registros de trastornos alimentarios a lo largo de la historia y en culturas de todo el mundo. Sin embargo, desde la década de 1950, los informes de todos los trastornos alimentarios han aumentado drásticamente, especialmente en las culturas occidentales. Al mismo tiempo, las personas de estas mismas culturas han aumentado las dietas para perder peso y la cantidad de atención que prestan a los alimentos que consumen y al tamaño y la forma de su cuerpo. Esto sugiere que estos factores pueden desempeñar un papel en el desarrollo de los trastornos alimentarios. Los científicos creen que si pueden reducir los factores de riesgo de los trastornos alimentarios, pueden reducir las posibilidades de que una persona desarrolle un trastorno alimentario.
Los esfuerzos de prevención pueden implicar la reducción de los factores de riesgo negativos, como la insatisfacción corporal, la depresión o la autoestima basada en la apariencia, o el aumento de los factores de protección, como una autodefinición no orientada a la apariencia y la sustitución de las dietas y las burlas al cuerpo por una alimentación intuitiva y el aprecio por la funcionalidad del cuerpo.
Aunque es demasiado pronto para decir que cualquier programa de prevención específico puede reducir las tasas de trastornos alimentarios diagnosticables, estos programas muestran beneficios en la reducción de los factores de riesgo de los trastornos alimentarios, como el ayuno, las purgas y otras conductas de pérdida de peso poco saludables, así como en la disminución de la alimentación desordenada.
¿Qué son los programas de prevención?
Los programas de prevención son sistemas y entrenamientos desarrollados para prevenir la aparición de trastornos alimentarios en una población. Los programas de prevención varían en función del tamaño y la naturaleza del grupo al que van dirigidos. El Mental Health Intervention Spectrum, desarrollado por la National Academy of Sciences (Committee on the Prevention of Mental Disorders, 2009), clasifica diferentes tipos de programas de prevención según sus objetivos, métodos y audiencias:
Prevención universal/primaria: Son programas o intervenciones dirigidas a todas las personas de una población (por ejemplo, todos los adolescentes de la ciudad de Nueva York o los estudiantes de una clase de salud). Están diseñados para cambiar las políticas públicas, las instituciones y las actitudes y prácticas culturales normativas. El objetivo es prevenir el desarrollo de trastornos alimentarios en grandes grupos con distintos grados de riesgo. La prevención universal puede implicar educación, políticas o acciones legales, y otras acciones ambientales y sociales más amplias.
Prevención selectiva: Pretende prevenir los trastornos alimentarios dirigiéndose a individuos que aún no presentan síntomas de un trastorno y que corren el riesgo de padecerlo debido a factores biológicos, psicológicos o socioculturales (por ejemplo, niñas de 10 a 13 años que se enfrentan a la pubertad, experimentan la presión sociocultural de la delgadez y tienen un padre con antecedentes de trastorno alimentario). La prevención selectiva suele incluir un plan de estudios interactivo de varias sesiones.
Prevención indicada/objetiva: Se dirige a personas que están en alto riesgo debido a señales de advertencia (por ejemplo, síntomas leves de TCA) y/o factores de riesgo claros (por ejemplo, altos niveles de insatisfacción corporal). El público no tiene todavía un trastorno alimentario. El objetivo es detener el desarrollo de un problema grave y está dirigido al individuo, más que a efectuar un cambio en las políticas sociales, los sistemas o el comportamiento interpersonal. La prevención indicada se superpone con los pasos tradicionales del tratamiento clínico: la identificación del caso, la intervención y el cuidado posterior.
¿FUNCIONA LA PREVENCIÓN DE LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS?
Existen muchos estudios que evalúan una variedad de programas de prevención de los trastornos alimentarios. Algunos de los principales hallazgos son:
Conclusiones generales
- Los programas de prevención pueden alterar el conocimiento, las actitudes y las conductas asociadas con los trastornos de la alimentación y los desórdenes alimenticios.
- Varios programas han logrado desalentar el desarrollo de problemas alimenticios en niños, adolescentes y adultos jóvenes.
- Se necesita mucha más investigación con respecto a la prevención. En particular, nos falta información sobre los programas de prevención que funcionan con niños, con hombres y con personas de diversos grupos étnicos.
Conclusiones sobre los tipos de programas
- Los programas de prevención universal, selectiva e indicada/ dirigida han tenido cierto éxito, aunque los programas dirigidos pueden haber tenido más éxito. La prevención universal suele ser difícil de investigar debido a que se centra en la política a gran escala y en los cambios de actitud normativos.
- Existen pruebas especialmente buenas de que los programas dirigidos que utilizan una teoría del aprendizaje social, enfoques cognitivo-conductuales, de alfabetización mediática y de disonancia cognitiva son eficaces con las adolescentes y las mujeres adultas jóvenes de diversos grupos étnicos.
- El enfoque de disonancia cognitiva alienta a las niñas y mujeres a cuestionar los medios de comunicación y los mensajes culturales pidiéndoles que se expresen en contra del ideal de apariencia u otros factores de riesgo de los trastornos alimentarios a través de ejercicios verbales, escritos y conductuales. El conflicto entre las creencias y las acciones crea un malestar psicológico que motiva al individuo a cambiar sus creencias para que coincidan con sus acciones.
- Los programas que han mostrado cierto éxito incluyen, pero no se limitan a, los que adoptan un enfoque ecológico, que implica no sólo el cambio individual sino también el cambio del entorno del comportamiento de los profesores y los compañeros, los programas de alfabetización mediática y los programas que hacen hincapié en la salud.
El Proyecto Cuerpo
Respaldado por dos décadas de investigación y datos de evaluación, el Proyecto Cuerpo es una intervención basada en el grupo que proporciona un foro para que las mujeres y las niñas se enfrenten a los ideales de belleza poco realistas y las involucra en el desarrollo de una imagen corporal saludable. a través de ejercicios verbales, escritos y de comportamiento. La investigación ha demostrado que cuando las mujeres/niñas hablan sobre el «ideal de apariencia» (a veces denominado ideal de delgadez, ideal de belleza o ideal cultural) presentado en los medios de comunicación, y discuten cómo desafiar las presiones para ajustarse a estas presiones, les hace sentir mejor sobre sus cuerpos.The Body Project fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Stanford, la Universidad de Texas en Austin, y el Instituto de Investigación de Oregón, y se ha entregado a más de un millón de mujeres jóvenes en todo el mundo. Más información >