Pie, tobillo
Cuando las afecciones del pie diabético no se tratan, pueden dar lugar a una afección que ponga en peligro las extremidades.
Las personas que padecen diabetes deben tener un cuidado especial para proteger sus pies de las infecciones.
La diabetes aumenta la cantidad de azúcar en la sangre. Los niveles elevados de azúcar pueden dañar los nervios de los pies, causando una enfermedad llamada neuropatía periférica. El daño a los nervios, combinado con una mala circulación, puede ralentizar la curación y aumentar las posibilidades de infección.
Una persona que tiene los nervios dañados puede perder el sentido de la sensibilidad en sus pies. Puede no darse cuenta de que un zapato mal ajustado le ha creado una ampolla. Puede no darse cuenta de que ha sufrido un pequeño corte al caminar descalzo por el césped. Con una circulación lenta, estas pequeñas heridas en los pies no se curan fácilmente. Si no se tratan, pueden convertirse rápidamente en infecciones graves.
Es importante que las personas con diabetes practiquen el cuidado diario de los pies. Deben lavarse los pies a diario, comprobando si hay ampollas, cortes y otras heridas. Hay que secar bien cada pie, prestando especial atención a los espacios entre los dedos para evitar infecciones.
Si tiene diabetes y presenta llagas en los pies, póngase en contacto con su proveedor de atención médica inmediatamente. Si no se trata, sus pies podrían infectarse, lo que podría provocar gangrena y amputación. Se calcula que el 85 por ciento de las amputaciones derivadas de la diabetes podrían haberse evitado con un cuidado diario adecuado de los pies.
Si padece diabetes y tiene una herida abierta en el pie, solicite una cita con un podólogo de Bone & Joint. Llame al 800.445.6442 para programar su cita hoy mismo.