¿POR QUÉ «CROATAN?»
El nombre del Instituto Croatan se inspira en el pueblo nativo americano Croatan, asociado a la «Colonia Perdida» de Roanoke, el primer intento de asentamiento inglés en América. A finales del siglo XVI, familias de más de 100 colonos de habla inglesa se asentaron en una isla situada entre los Outer Banks y la costa interior de la actual Carolina del Norte. En menos de tres años, los colonos desaparecieron misteriosamente. Cuando el gobernador de la colonia regresó para reunirse con los colonos, su equipo encontró un asentamiento abandonado con la palabra «Croatoan» tallada en el poste de una puerta y las letras «CRO» en el tronco de un árbol.
Con escasas pruebas forenses, han surgido leyendas y teorías sobre el papel de los croatas en esta saga; algunos relatos los consideran nativos «amistosos» que acudieron en ayuda de los colonos en apuros y los integraron en sus costumbres. Otros sugieren que los colonos perdidos pueden haber sido diezmados por la enfermedad, el hambre o los grupos indígenas que se habían enfrentado recientemente con los exploradores ingleses y españoles.
Tres siglos más tarde, en la década de 1880, los descendientes de los croatan conocidos como la tribu lumbee, que se habían asentado más al interior de las colinas de arena de Carolina, iniciaron una campaña para obtener el reconocimiento tribal indio. Aunque el estado les concedió plenamente su estatus y se les reconoció legalmente a nivel federal, a los lumbee se les siguen negando los plenos derechos y el reconocimiento del estatus tribal federal porque el mestizaje de los croatan con otros grupos indígenas, así como con los descendientes de los colonos blancos y los esclavos negros, supuestamente los convertía en nativos americanos no auténticos.
Por otro lado, durante el New Deal, el presidente Franklin Roosevelt estableció el Bosque Nacional Croatan en 77.000 acres de bosques de pinos pocosin y longleaf amenazados en el este de Carolina del Norte. Nombrado explícitamente en honor al pueblo nativo al que se le negó repetidamente el reconocimiento federal, el Bosque Croatan se mantiene como uno de los únicos bosques costeros atlánticos protegidos a nivel federal, extendiéndose por 160.000 acres de tierra protegida en la actualidad. La compleja biodiversidad del bosque, compuesta por humedales arbolados, pantanos y pocosins, es uno de los últimos refugios que quedan para el oso negro en la llanura costera, y los raros pinos maduros de Croatan, los pinos de hoja larga, los cipreses primitivos y los robles y arbustos de hoja perenne dan cobijo al amenazado pájaro carpintero de pico rojo, cuyo hábitat se ha visto amenazado por el desarrollo insostenible, la agricultura y las prácticas forestales.
El nombre del Instituto Croatan evoca, por tanto, estas referencias sociales y medioambientales contrapuestas asociadas al pasado del pueblo Croatan y a los problemas persistentes de encuentro e intercambio global, cooperación y conflicto social, conservación del medio ambiente y regeneración ecológica, poder y posibilidad del Estado, y demandas insatisfechas de reconocimiento y justicia.