Con sus llamativas manchas y sus cuerpos atléticos, los dálmatas son ciertamente llamativos, pero hay algo más en esta raza que su aspecto característico, a pesar de lo que cierta villana de Disney quiere hacer creer. Los dálmatas tienen una historia complicada, lo que podría explicar por qué los amantes de los dálmatas encuentran esta raza canina tan singular. Pero, ¿para qué se criaba exactamente el dálmata?
Historia del dálmata
Sorprendentemente, se sabe poco sobre los orígenes del dálmata y, de hecho, no hay pruebas de que la raza se originara siquiera en Dalmacia. Lo que sí sabemos es que en Europa, Asia y África se describen perros con manchas muy parecidos a los dálmatas actuales, y que los dálmatas aparecen en antiguas pinturas murales egipcias, cartas medievales y frescos italianos.
Nadie está seguro de dónde surgió esta antigua raza. Se cree que los primeros dálmatas viajaban con bandas de gitanos romanos, lo que podría explicar su escurridiza herencia, pero lo que sí sabemos es que el dálmata, aunque es versátil, dejó una huella duradera en la historia como perro de entrenamiento.
El perro de carruaje original
Aunque los orígenes de la raza pueden ser un poco confusos, su atletismo, sus instintos de guardia y su afinidad con los caballos son evidentes para cualquiera que trabaje con ellos. El dálmata, a pesar de su capacidad para adaptarse a otras líneas de trabajo, se convirtió en el perro de carruaje preferido en Inglaterra en el siglo XVII, y los nobles y mercaderes de moda no viajaban sin ellos.
Los perros de carruaje corrían junto a los carruajes y los jinetes para protegerlos de las numerosas amenazas de la carretera, especialmente los salteadores de caminos. Los dálmatas, con su velocidad, resistencia, vigilancia e instinto de entrenamiento eran una elección natural, ya que eran excepcionalmente adecuados para el trabajo en la carretera y podían seguir el ritmo de los caballos sin dificultad. Cuando aparecían los problemas, estos perros alertaban a la seguridad humana, y su tamaño e instinto de protección los convertían en un elemento disuasorio por derecho propio.
Hoy en día, los entusiastas siguen participando en pruebas de adiestramiento con sus dálmatas, en las que se pone a prueba la capacidad del perro para «adiestrar», o permanecer junto al carro o al jinete, y la resistencia del perro. Esta resistencia, combinada con la afinidad de la raza con los caballos, los ha mantenido en el corazón de los jinetes de todo el mundo. Los dálmatas siguen siendo excelentes compañeros para los propietarios que montan a caballo, aunque hoy en día hay menos salteadores de caminos de los que preocuparse.
Perro del parque de bomberos
Los instintos de entrenador del dálmata acabaron por hacer que la raza fuera indispensable en los parques de bomberos. Si puede imaginar lo difícil que debió ser maniobrar un camión de bomberos tirado por caballos a través de las atestadas calles de la ciudad, entonces puede imaginar lo útil que era el dálmata para estos primeros bomberos. Los dálmatas corrían delante y al lado del carro para despejar las calles y proteger a los caballos de los peatones y los perros callejeros, y eran tan eficaces en su trabajo que siguen siendo el símbolo de muchos parques de bomberos hasta el día de hoy. Puede que hace tiempo que hayamos sustituido los camiones de bomberos tirados por caballos por motores de gran potencia, pero seguimos recordando el legado del dálmata.
Perro de circo
A lo largo de los años, la resistencia, el atletismo y la inteligencia del dálmata han hecho de esta raza un candidato dispuesto a realizar una amplia gama de trabajos. Los dálmatas han trabajado como perros de caza, perros de tiro, pastores y perros guardianes, pero quizás lo más notable fue su debut en el escenario y en el circo. Su aspecto característico y su memoria retentiva los convertían en artistas naturales, y los dálmatas hacían payasadas y trucos para deleite de su público. Los entusiastas de los dálmatas pueden atestiguar el astuto sentido del humor de esta raza; estos perros harán casi cualquier cosa para hacer reír a sus dueños, y la vida con un dálmata nunca es aburrida.
De perro de carruaje a perro de circo, el dálmata ha desempeñado un papel fascinante en nuestra historia. Hoy en día, los dálmatas siguen desempeñando una gran variedad de trabajos, desde mascota familiar hasta perro de deporte y de exhibición, pero sus funciones más definitorias quedarán para siempre grabadas en los numerosos apodos de la raza: el perro entrenador inglés, el perro carruaje y el perro bombero.