Euforia: Una sensación de bienestar o euforia.
La euforia es esa excitación que se siente al obtener una puntuación perfecta en un examen, o la atención de alguien de quien estás enamorado. Puede venir de una montaña rusa o como el subidón de una actividad física como el esquí alpino, especialmente la primera vez. Todos estos sentimientos de euforia son saludables y naturales.
Lo que no es saludable ni natural es tomar drogas para sentirse «eufórico». Las drogas de abuso producen artificialmente la euforia manipulando la química de su cerebro para que parezca que está ocurriendo algo excitante. Para volver a tener esta sensación, puedes optar por consumir las drogas una y otra vez. Y eso puede llevar al deseo y a la adicción.
Con el tiempo, el cerebro necesita más cantidad de la droga para obtener las mismas sensaciones de placer. ¿Por qué? La droga provoca oleadas, como ondas, de la sustancia química cerebral dopamina, que inicialmente produce la euforia. Sin embargo, tras repetidas dosis, el cerebro se adapta a este mayor nivel de dopamina produciendo menos cantidad y reduciendo el número de receptores que pueden recibir y transmitir las señales que envía. Muy pronto, el drogadicto está tomando la droga sólo para que las funciones de la dopamina vuelvan a la normalidad y para evitar el horrible ansia que le obliga a buscar y consumir drogas incluso cuando su vida y su salud se están desmoronando. Esa es realmente la esencia de la adicción.
Pero la buena noticia es que las experiencias naturales y saludables de euforia no destrozan la química del cerebro. Así que piensa en lo que haces en la vida que te hace sentir bien. ¿Pasar tiempo con amigos, jugar con tu perro, hacer deporte, ver una buena película? Cualquiera de estas actividades puede crear una euforia natural al desencadenar el sistema de recompensa del cerebro de la forma en que se supone que debe funcionar.
Así que no dejes que las drogas engañen a tu cerebro y luego lo destrocen.