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La energía de la nueva relación (o NRE) se refiere a un estado de ánimo que se experimenta al principio de las relaciones sexuales y románticas, y que suele implicar un aumento de los sentimientos y la excitación emocional y sexual. La NRE comienza con las primeras atracciones, puede crecer con toda su fuerza cuando se establece la mutualidad, y puede desvanecerse a lo largo de meses o años. El término indica que contrasta con los sentimientos que se despiertan en una relación «antigua» o en curso.
El término se originó en las publicaciones de Usenet de Zhahai Stewart en la década de 1980 y se presentó más ampliamente en 1993. Este concepto es muy similar al de limerencia, que se definió por primera vez en 1979.
Aunque la dinámica descrita por la NRE se aplica a todas las relaciones, el término es particularmente frecuente en la comunidad poliamorosa, ya que las personas con múltiples relaciones íntimas concurrentes experimentan una nueva energía de relación junto con las relaciones continuas más asentadas. Adaptarse y compensar el contraste de efectos y excitación entre las nuevas y viejas relaciones se considera un factor importante para equilibrar con éxito esas relaciones. Describir el proceso de forma positiva puede ayudar a las antiguas parejas a lidiar con los sentimientos de celos hacia la nueva pareja, así como ayudar a la persona con una nueva pareja a ser más comprensiva y consciente de mantener sus relaciones existentes.
La energía de las nuevas relaciones se considera generalmente deseable, quizás casi indispensable para formar vínculos emocionales profundos, pero también puede distorsionar temporalmente las percepciones y los juicios y esto debe tenerse en cuenta. Estas distorsiones de la percepción no implican automáticamente que la atracción sea irreal o que no vaya a durar (de hecho, la mayoría de los vínculos románticos duraderos comienzan con NRE, aunque esto no significa que la mayoría de las relaciones que comienzan con NRE vayan a desembocar en vínculos románticos duraderos debido a las complicaciones que pueden surgir al final de la NRE), sólo que la magnitud de estos sentimientos positivos es mayor de lo que es probable que sea más adelante, y algunos problemas interpersonales potenciales pueden parecer menores de lo que luego serán. Se suele sugerir precaución en lugar de evitación o supresión para tratar los NRE.
Una variante menos común es la nueva química de las relaciones, que es conceptualmente similar a los NRE, excepto que el énfasis se limita explícitamente a la química cerebral implicada en la creación de los sentimientos eufóricos, en lugar de las acciones y los sentimientos racionalizados implicados en los NRE.