La negación del orgasmo puede parecer que se centra en el placer extendido del sumiso, pero también ofrece un intenso placer para el dominante. La negación del orgasmo es una forma avanzada de juego de poder que ofrece importantes beneficios a todos los jugadores.
Mientras que la sumisa puede no llegar al orgasmo, el dominante puede llegar al orgasmo tantas veces como quiera, además de obtener placer al atormentar y controlar a la sumisa. El dominante puede añadir elementos de objetivación, humillación y dolor para ayudar al sumiso a disminuir la sensación orgásmica.
Una de las claves del éxito del juego de negación del orgasmo es la comunicación abierta y clara entre todos los implicados. El consentimiento es primordial y comienza mucho antes de que se produzca la escena o cualquier contacto. La negación del orgasmo requiere una comunicación constante no sólo para asegurar que el sumiso no llegue al clímax inadvertidamente, sino también para garantizar que todos alcancen el placer que desean.
Para evitar un orgasmo no deseado o sensaciones incómodas, se debe acordar una palabra o señal de seguridad para asegurar que el juego se detenga en el momento adecuado.
La negación del orgasmo se confunde a veces con el edging, pero son algo diferentes. El objetivo de la negación del orgasmo es, potencialmente, impedir por completo que se produzca un orgasmo. El borde, por otro lado, es simplemente un retraso del orgasmo. Ambos actos pueden durar mucho tiempo e implican prácticas similares. Sin embargo, el edging está destinado a provocar un orgasmo.
Aunque la negación del orgasmo puede utilizarse como juego de poder, también puede usarse como herramienta de entrenamiento para cosas como aumentar la tolerancia a la estimulación, aprender a controlar los orgasmos, aprender a tener un orgasmo a demanda y aprender a ser una pareja más placentera.
Las técnicas aprendidas pueden aplicarse a otras experiencias y escenas sexuales. El dominante puede eliminar la estimulación justo antes del orgasmo, o posiblemente apretar, abofetear o morder el clítoris o el pene de su pareja para cambiar el foco de la sensación. Cada escena de negación del orgasmo puede aumentar la probabilidad de aumentar la sensación sexual en el futuro.