Lucas Blye es un inteligente y empollón estudiante de secundaria de 14 años en los suburbios de Chicago. Conoce a Maggie, una atractiva chica mayor que se acaba de mudar a la ciudad. Después de conocer a Lucas en una de sus búsquedas entomológicas, Maggie se hace amiga de él y pasa el tiempo con él durante el resto del verano hasta el comienzo de las clases.
Lucas, que es víctima frecuente de acoso y burlas, tiene una especie de protector en Cappie Roew, un estudiante mayor y jugador de fútbol. Cappie fue una vez uno de los atormentadores de Lucas, hasta que Cappie contrajo hepatitis y Lucas, por razones que nunca nadie supo, le llevó los deberes todos los días, asegurándose de que Cappie no suspendiera y tuviera que repetir un año de colegio.
Aunque Lucas lo considera indigno, Maggie se convierte en animadora del equipo de fútbol para acercarse a Cappie, de quien está cada vez más enamorada. Enfadado y ofendido por la falta de atención de Maggie hacia él, Lucas comienza a reprender a Maggie, continuando con la descalificación de su papel de animadora como «superficial» y asumiendo incorrectamente que ella será su cita en un próximo baile de la escuela. Maggie se queja a Lucas de que está interesada en otras actividades que no sean estar con él.
La noche del baile, Cappie es abandonado por su novia Alise por su atracción hacia Maggie, que ella ha estado notando. Un deprimido Cappie encuentra consuelo con Maggie en su casa -para disgusto de Lucas, que ha llegado, de esmoquin, a recogerla para el baile. A pesar de que Cappie y Maggie le invitan a comer pizza, él les rechaza y se marcha en su bicicleta. Rina, una de las amigas de Lucas, se encuentra con éste mientras está sentado solo, observando el baile desde el otro lado de un lago. Aunque siente algo por Lucas, lo deja de lado para consolarle de que él y Maggie son «de dos mundos diferentes». De camino a casa, Lucas pasa por la pizzería y se queda destrozado al ver a Maggie y Cappie besándose en su cita.
En un último intento de impresionar a Maggie y ganarse el respeto que tanto ansía, el diminuto Lucas se une al equipo de fútbol. En la ducha después del entrenamiento, Lucas soporta una nueva broma de sus constantes atormentadores Bruno y Spike. Al final del día, Lucas huye avergonzado a su escondite favorito (debajo de un paso elevado del ferrocarril cerca de la escuela) y Maggie lo persigue para hablar con él. Después de que Maggie le diga que quiere que sea su amigo, Lucas intenta besarla. Maggie retrocede y un desconsolado Lucas le grita que se vaya.
Al día siguiente, en el partido de fútbol, Lucas se quita el casco durante una jugada y resulta gravemente herido tras ser placado y es trasladado al hospital. Maggie, Cappie y Rina intentan contactar con los padres de Lucas, aunque Maggie descubre que no conoce a Lucas tan bien como creía. Corrigiendo la errónea impresión de Maggie de que Lucas vive en la gran y lujosa casa donde le ha visto varias veces, Rina les muestra que Lucas vive en una caravana destartalada en un desguace con su padre alcohólico y que sólo trabaja como jardinero en la gran casa.
Mientras tanto, los compañeros de Lucas le velan en el hospital mientras se recupera. Maggie visita la habitación de Lucas esa tarde y le dice con severidad que no vuelva a jugar al fútbol. Lucas lo promete y los dos se reconcilian, retomando su amistad donde la dejaron. Lucas y Maggie especulan sobre dónde estarán cuando vuelvan las langostas diecisiete años después; ambos expresan la esperanza de seguir en contacto cuando las langostas vuelvan de nuevo.
Lucas vuelve a la escuela poco después de su recuperación, y todos los compañeros le lanzan miradas de sorpresa mientras camina por el pasillo. Al llegar a su taquilla, encuentra a Bruno y a Spike allí esperándole, pero intenta ignorarlos mientras abre su taquilla. Dentro hay una chaqueta del equipo universitario, con el nombre y el número de Lucas en la espalda. Mientras Lucas la saca conmocionado, Bruno inicia el «slow clap», y todo el pasillo empieza a aplaudir. Maggie, Cappie, Cash y Rina también están allí, encabezando los aplausos mientras Lucas levanta los brazos triunfalmente y sonríe.