Los hongos de silocibina, conocidos como hongos mágicos o «shrooms», son hongos que contienen un compuesto psicoactivo y alucinógeno de origen natural llamado psilocibina.
Las setas mágicas pueden provocar percepciones alteradas o inusuales de su realidad, haciendo que los usuarios vean, oigan y sientan sensaciones que parecen reales pero que no lo son. Las setas mágicas se han asociado durante mucho tiempo con experiencias espirituales y de autodescubrimiento; sin embargo, un «mal viaje» puede hacer que el usuario experimente ansiedad, paranoia, alucinaciones aterradoras y psicosis.
Cuando la psilocibina entra en el cuerpo, se convierte en psilocina. La psilocina se une a los receptores de serotonina en el cerebro, concretamente al receptor 5-HT2C que regula los neurotransmisores químicos que controlan las sensaciones de apetito, cognición, ansiedad, imaginación, estado de ánimo y percepción.
La psilocibina, al igual que la marihuana, está clasificada como una droga de la Lista I. Las drogas de la Lista I tienen un alto potencial de uso indebido y no tienen un uso médico actualmente aceptado en el tratamiento en los Estados Unidos. Sin embargo, en 2018, investigadores de la Universidad Johns Hopkins sugirieron la reclasificación de las setas mágicas a una droga de la Lista IV para uso médico. Los investigadores sugirieron que podrían ayudar a tratar la depresión, la ansiedad y los trastornos por consumo de sustancias.
Las setas mágicas son actualmente legales en Brasil, Bulgaria, Jamaica, los Países Bajos y Samoa. Muchos otros países han despenalizado la posesión y el cultivo de setas, y algunos países consideran ilegales las setas sólo en forma seca.
En los Estados Unidos, sin embargo, las setas mágicas siguen siendo ilegales en los 50 estados. Denver (Colorado) y Oakland (California) han firmado sendas leyes para despenalizar las setas mágicas, abriendo la puerta a que los investigadores exploren sus posibles beneficios médicos. El concejal de Oakland, Noel Gallo, declaró que las setas mágicas se han utilizado durante mucho tiempo «para proporcionar curación, conocimiento, creatividad y conexión espiritual.»
Aunque el uso recreativo de las setas mágicas sigue siendo ilegal en todo Estados Unidos, los activistas de algunos estados están impulsando una despenalización más amplia. El 3 de noviembre de 2020, Oregón se convirtió en el primer estado en legalizar las setas psicodélicas. A medida que se siga investigando sobre los beneficios médicos y terapéuticos de las setas mágicas, Estados Unidos podría ver un cambio gradual en su legalidad.