Las ollas de cocción lenta son una comodidad maravillosa, pero cada vez que se trata de bajas temperaturas durante largos períodos de tiempo, la seguridad de los alimentos se convierte en una preocupación. Esto se debe a que las bacterias que causan la intoxicación alimentaria prosperan y se multiplican rápidamente a temperatura ambiente y hasta 140 F.
Las ollas de cocción lenta están diseñadas para cocinar los alimentos lentamente, a temperaturas entre 170 F y 280 F, un rango que está bien fuera de la zona de peligro de la temperatura de los alimentos. La clave es asegurarse de que está utilizando su olla de cocción lenta correctamente. Estas sencillas pautas de seguridad de la olla lenta le ayudarán a usted y a su familia a mantenerse a salvo.
Ponga en marcha la olla lenta con seguridad
Asegúrese de que su olla lenta, los utensilios y el área de trabajo estén limpios y desinfectados. Lávese las manos antes de empezar a preparar y mientras lo hace, especialmente después de manipular carne o aves crudas.
Mantenga los alimentos perecederos refrigerados hasta que los necesite. Si piensa preparar la carne o las verduras con antelación, guárdelas en la nevera hasta el último momento. Su olla de cocción lenta puede tardar en alcanzar los 165 F, que se considera la temperatura a la que se matan la mayoría de las bacterias causantes de enfermedades. Mantener los ingredientes en la nevera ayuda a negar a las bacterias la oportunidad de multiplicarse salvajemente en esas primeras horas críticas de cocción.
Elija los alimentos y dispóngalos con cuidado
Aunque algunas recetas recomiendan añadir proteínas congeladas directamente a la olla de cocción lenta, puede ser un problema de seguridad. Para obtener las máximas medidas de seguridad, no ponga carne o aves congeladas o parcialmente descongeladas en una olla de cocción lenta. La proteína congelada hará que la olla de cocción lenta tarde más tiempo en llegar a 165 F y también puede enfriar todo en la olla de cocción lenta. Eso es como construir un campo de juego de bacterias.
Los vegetales se cocinan más lentamente que la carne o las aves, así que póngalos en la olla primero, en el fondo. A continuación, añada la carne o las aves de corral, y luego cubra con agua, caldo o caldo. Mantén la tapa firmemente colocada y quítala sólo para comprobar el estado de cocción o para remover. Los alimentos húmedos, como la sopa, el chile, la salsa para pasta o los guisos, son ideales para las ollas de cocción lenta, ya que el vapor que se acumula constituye un entorno muy inhóspito para las bacterias.
Temperaturas de cocción seguras en la olla de cocción lenta
Las ollas de cocción lenta, como las programables, suelen tener más de un ajuste de temperatura. Tiene sentido usar un ajuste más bajo si planea cocinar su comida todo el día, o si está usando cortes de carne menos tiernos. Pero, si es posible, ponga la olla en la posición más alta durante la primera hora y luego bájela a la temperatura deseada. Una vez que la comida alcance y se mantenga por encima de los 165 F, se mantendrá segura mientras la olla permanezca encendida.
Las ollas de cocción lenta y los cortes de energía
En el raro caso de que la energía se corte mientras su comida se está cocinando, tome medidas. Si está en casa, puede terminar de cocinar en una estufa de gas, en una parrilla al aire libre o en cualquier otro lugar donde haya electricidad. Haga lo que haga, hágalo inmediatamente. No des a las bacterias la oportunidad de multiplicarse. Desgraciadamente, si no está en casa cuando se va la luz, la única opción segura es tirar la comida, aunque parezca que está hecha.
Manipulación segura de las sobras de la olla de cocción lenta
Las sobras deben guardarse en recipientes poco profundos y tapados, y refrigerarse antes de dos horas. Tampoco intente recalentar las sobras en la olla de cocción lenta. Recaliente las sobras en la cocina, en el microondas o en el horno convencional, asegurándose de que alcanzan una temperatura interna mínima de 165 F medida con un termómetro de lectura instantánea.