¿Qué es la neumonía?
La neumonía es una infección de los pulmones. Diversos organismos, como bacterias, virus y hongos, pueden causar neumonía. Ciertas personas son más propensas a enfermar de neumonía, como los adultos de 65 años o más, los niños menores de 5 años, las personas que padecen enfermedades como la diabetes, las cardiopatías o el asma, y las personas que fuman cigarrillos.
Estar en el hospital puede aumentar el riesgo de que un paciente desarrolle neumonía debido a los procedimientos que interrumpen la respiración normal, como la necesidad de un «tubo respiratorio» (también conocido como tubo endotraqueal), la inactividad o la toma de ciertos medicamentos.
¿Qué medidas puedo tomar con mi equipo sanitario para prevenir la neumonía cuando esté en el hospital?
1. Lávese las manos y asegúrese de que el personal sanitario hace lo mismo. Mantener las manos limpias es la principal forma de prevenir la propagación de la infección. Lávese las manos después de ir al baño; después de estornudar, sonarse la nariz o toser; antes de comer; cuando visite a un enfermo; o siempre que tenga las manos sucias. Esto también se aplica a las visitas.
Los profesionales sanitarios deben limpiarse las manos antes y después de entrar en contacto con un paciente que tenga un tubo respiratorio, y antes y después de entrar en contacto con cualquier dispositivo respiratorio que se utilice en el paciente, tanto si se llevan guantes como si no. De hecho, los profesionales sanitarios deben limpiarse las manos antes y después de tocar a un paciente, antes de un procedimiento, después de estar expuestos a los fluidos de un paciente y después de tocar el entorno de un paciente, tenga o no un tubo respiratorio.
2. ¿Entubar o no entubar? – Pregunte qué medidas se pondrán en marcha para reducir las posibilidades de necesitar un tubo de respiración, o para reducir el tiempo que necesita tener uno colocado. La inserción de un tubo respiratorio y la colocación de un respirador aumentan las posibilidades de desarrollar una neumonía. Si le van a operar, pregunte al anestesista si se puede hacer con anestesia regional o espinal. Los familiares o defensores deben pedir a los profesionales sanitarios que comprueben la capacidad del paciente para respirar por sí mismo todos los días para que el tubo de respiración pueda salir lo antes posible. Si el paciente no puede hacer ninguna de estas preguntas, un amigo o familiar debe preguntar en su nombre.
3. Llevar las cosas correctas – Los profesionales sanitarios deben llevar batas, guantes, mascarillas o protectores faciales cuando realicen ciertas tareas como la aspiración de las secreciones del paciente y la inserción de un tubo respiratorio, y cambiarlos después de que se ensucien con secreciones respiratorias. Las cubiertas protectoras impiden que los gérmenes pasen del personal sanitario al paciente.
4. ¡Respire profundamente y póngase en movimiento! – Si le han dado un ejercicio de respiración utilizando un «espirómetro de incentivo» (un dispositivo con bolas de plástico y tubos), haga los ejercicios con la frecuencia que le pida su proveedor de atención médica. Cuando los profesionales sanitarios le instan a que se levante y camine, no sólo quieren hacer trabajar sus músculos. Respirar profundamente y moverse todo lo que pueda también ayuda a reducir las posibilidades de contraer neumonía.
5. Elevar la cabecera de la cama – Pregunte al personal sanitario si la cabecera de su cama de hospital debe estar elevada en un ángulo de 30 a 45 grados para reducir las posibilidades de que respire secreciones o de que algo «se vaya por el tubo equivocado». Si un paciente no puede preguntar sobre el ángulo de la cama, un amigo o familiar debe preguntar en su nombre.
6. Tómese unas «vacaciones de sedación» – Los familiares deben preguntar al equipo sanitario si su ser querido puede dejar de tomar sus medicamentos sedantes para ver si estará lo suficientemente alerta como para comenzar el proceso de retirada del tubo respiratorio.
7. Vacúnese – Si usted o su ser querido tienen un alto riesgo de contraer la enfermedad neumocócica, vacúnese antes de su estancia en el hospital. La enfermedad neumocócica es una infección causada por la bacteria Streptococcus pneumoniae, a veces denominada neumococo. El neumococo puede causar muchos tipos de enfermedades, como neumonía, infecciones de la sangre, infecciones del oído y meningitis. La vacuna antineumocócica se recomienda a todos los adultos de 65 años o más y a cualquier persona de 2 años o más que corra un alto riesgo de contraer la enfermedad, como los fumadores, los que padecen enfermedades crónicas o afecciones que debilitan el sistema inmunitario, o los que viven en una residencia de ancianos u otro centro de atención a largo plazo. Otras vacunas que pueden ayudar a prevenir las enfermedades que causan neumonía son la vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo b (Hib), la tos ferina, la varicela, el sarampión y la gripe.
8. Mantenga la boca limpia – Un buen cuidado bucal es importante para ayudar a prevenir la neumonía. Los familiares o los pacientes deben preguntar al equipo asistencial con qué frecuencia van a limpiar el interior de la boca del paciente. El interior de la boca del paciente debe limpiarse regularmente con un cepillo de dientes o un enjuague antiséptico.
9. Deje de fumar: fumar aumenta el riesgo de padecer neumonía y otras afecciones. Si es fumador, considere dejar de hacerlo.
Recursos adicionales:
- Datos actualizados de prevalencia de infecciones asociadas a la atención sanitaria de 2014-Centers for Disease Control and Prevention
- Recursos prácticos de prevención de la neumonía para el personal sanitario-APIC
- Neumonía asociada a los respiradores.associated pneumonia – Compendium consumer FAQ-Society for Healthcare Epidemiology of America
- La neumonía se puede prevenir – Las vacunas pueden ayudar-Centers for Disease Control and Prevention
- Influenza and pneumococcal immunization – Alert for consumers-APIC