La buena noticia es que sí. Las investigaciones indican que, en muchos casos, el cerebro puede curarse a sí mismo después de un ictus.
Un ictus se desencadena cuando un vaso sanguíneo del cerebro se bloquea o revienta. Una analogía común es que es como un ataque al corazón en el cerebro. Los vasos sanguíneos son fundamentales, ya que transportan nutrientes y oxígeno al cerebro. Cuando un ictus provoca el bloqueo o la rotura de un vaso sanguíneo, las neuronas del cerebro se ven privadas de sangre. Cuando las células nerviosas están dañadas, se mueren de hambre, ya que la sangre no puede llegar a las regiones que controlan las funciones corporales. Esto desencadena los numerosos cambios físicos y mentales de las víctimas de un ictus.
Sin embargo, las células cerebrales dañadas no son irreparables. Pueden regenerarse. Este proceso de creación de nuevas células se denomina neurogénesis. La recuperación más rápida suele producirse durante los primeros tres o cuatro meses después de un accidente cerebrovascular. Sin embargo, la recuperación puede continuar hasta bien entrado el primer y segundo año. La intervención temprana es clave para una recuperación satisfactoria.
- ¿Cuáles son los efectos de un derrame cerebral?
- Avances científicos en la recuperación del ictus
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- Recuperación de un ictus: cómo ayudar al cerebro a curarse
¿Cuáles son los efectos de un derrame cerebral?
Los derrames cerebrales afectan a cada persona de forma diferente en función de la gravedad del mismo, del lado del cerebro dañado y de la salud general de la persona antes del derrame.
- El lado del cuerpo más afectado es el opuesto al lado del cerebro que resultó dañado.
- Un derrame cerebral en el tronco del encéfalo es el más grave, ya que provoca una parálisis importante y problemas en el habla.
- La pérdida de memoria y la parálisis de las habilidades motoras son síntomas comunes independientemente del lugar del cerebro donde se produzca el derrame.
Un derrame cerebral en el lado izquierdo del cerebro es probable que cause:
- Problemas del habla
- Un estilo de comportamiento lento y cauteloso
Un derrame cerebral en el lado derecho del cerebro es más probable que cause:
- Problemas de visión
- Un estilo de comportamiento rápido e inquisitivo
Los síntomas físicos, mentales y emocionales comunes tras un ictus incluyen:
- Debilidad muscular en un lado del cuerpo
- Dificultad para caminar
- Dificultad para agarrar objetos
- Dolor y rigidez articular
- Rigidez o espasmos musculares
- Amortiguamiento u hormigueo en brazos y piernas
- Incontinencia
- Problemas de visión
- Sentido del tacto alterado (como la capacidad de sentir frío y calor)
- Síndromes de dolor crónico resultantes de daños en el sistema nervioso (también llamado dolor neuropático)
- Dificultad para coordinar los movimientos del cuerpo (también llamada apraxia)
- Dificultad para tragar y comer (también llamada disfagia)
- Problemas de habla y lenguaje
- Dificultad para concentrarse
- Dificultad para recordar
- Problemas de percepción (como juzgar las distancias)
- Afectación emocional (como miedo, ansiedad, ira, tristeza o frustración)
- La depresión afecta al 30-50% de los supervivientes de un ictus, lo que provoca letargo, trastornos del sueño, disminución de la autoestima y retraimiento
.
Avances científicos en la recuperación del ictus
Desde 1950, las tasas de supervivencia al ictus han aumentado un 70%. Esto se debe a:
- Una mayor capacidad para prevenir la hipertensión arterial, que suele ser la causa del ictus
- Los avances en el uso de la imagen para diagnosticar un ictus
- Un fármaco llamado tPA que disuelve los coágulos en las primeras horas de un ictus
La investigación actual se centra en la curación del cerebro después de un ictus, y en mejorar la recuperación del paciente. Tras un ictus, el cerebro se pone en marcha para curarse a sí mismo, lo que provoca una inflamación. Se trata de una respuesta inflamatoria a casi cualquier lesión provocada por el sistema inmunitario. Por desgracia, esta hinchazón también puede perjudicar la recuperación de una lesión cerebral traumática.
Un estudio reciente de la Universidad del Sur de California (USC) sugiere que un nuevo medicamento puede ayudar a reducir la inflamación del cerebro después de un ictus. Este prometedor medicamento incluye una dosis de un gen denominado TRIM9. Puede reducir la inflamación y la hinchazón del cerebro, mejorando la tasa de recuperación.
Aunque las nuevas investigaciones y tratamientos son alentadores, todavía se puede hacer mucho para ayudar a un paciente con ictus a recuperarse y sanar su cerebro.
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Recuperación de un ictus: cómo ayudar al cerebro a curarse
Hay esperanza de recuperación de un ictus incluso en personas mayores y previamente enfermas. Esta recuperación implica una atención proactiva e integral tras el ictus y esfuerzos de rehabilitación tempranos.
La rehabilitación ayuda a los supervivientes del ictus a reaprender las habilidades que han perdido o se han visto comprometidas. Enseña a los supervivientes nuevas formas de realizar tareas en función de sus discapacidades, como aprender a bañarse o a vestirse utilizando sólo una mano. Los expertos creen que la repetición es importante. Mientras que el aprendizaje de cualquier habilidad nueva requiere paciencia y práctica, un programa de rehabilitación repetitivo ayuda al cerebro a curarse.
La terapia física, recreativa y ocupacional y otros programas de rehabilitación son importantes. Del mismo modo, la concienciación, la sensibilidad y la paciencia son cruciales para ayudar a una víctima de un ictus a recuperarse. Estos son algunos consejos del cuidador para el cuidado después de un ictus:
- Controle los medicamentos. Asegúrese de que se toman los medicamentos prescritos y controle sus efectos secundarios.
- Evalúe el entorno del hogar. ¿Necesita alguna modificación para reducir los riesgos y adaptarse mejor al paciente?
- Asegure una dieta saludable. Considere una dieta mediterránea y evite los azúcares procesados.
- Fomente el ejercicio. Caminar puede favorecer la recuperación del ictus. Si caminar es un problema, las elevaciones de brazos y piernas desde una posición sentada pueden ser útiles.
- Esté atento a los mareos o al desequilibrio. Las caídas son muy comunes en los pacientes con ictus.
- Fomente la interacción social. No deje que la víctima del ictus se recluya.
- Mantenga su cerebro activo. La mejor manera de que el cerebro se reconecte después de un ictus es utilizarlo. Fomente los juegos cerebrales como los crucigramas, los juegos de mesa o los juegos de cartas.
- Ofrezca estímulos musicales. La música y el canto en directo, o la escucha de grabaciones musicales también pueden ayudar a activar la conciencia cognitiva y poner en marcha el cerebro.
- Busque apoyo. Recurra a la familia, los amigos, los cuidadores, los recursos comunitarios y los grupos de apoyo para obtener ayuda.
- Cuídese. Si usted es el cuidador principal, trate de mantener el equilibrio. Debe controlar su propio bienestar para evitar el agotamiento y seguir proporcionando los mejores cuidados posibles.
Muchos pacientes que han sufrido un ictus pueden, de hecho, volver a llevar una vida muy saludable y satisfactoria. Aprender a ayudarles a sobrellevar las secuelas de esta experiencia debilitante puede suponer una gran diferencia. Sea paciente, sea consciente, sea fuerte y no dude en buscar ayuda.