Estimado Dr. G,
Tengo poco más de 20 años y tengo una pregunta que necesita solución.
Estoy sin circuncidar y soy consciente de los beneficios higiénicos y a largo plazo de la circuncisión.
He encontrado recientemente información sobre una práctica llamada «autocircuncisión». ¿Puede explicar en qué consiste?
Según tengo entendido, se trata de una situación en la que el varón que no ha sido cortado puede intentar retraer manualmente su prepucio por detrás del glande para reducir la sensibilidad de la cabeza del pene, sin requerir ninguna circuncisión.
¿Es una práctica segura retraer el prepucio durante 24 horas? ¿Tendrá esto como resultado alguna complicación no deseada, como fimosis o compromiso del flujo sanguíneo?
Odio poner en aprietos al Dr. G, pero ¿es esta una alternativa viable a la circuncisión? Su respuesta es muy apreciada.
De,
John
La palabra circuncisión se deriva del latín – circumcidere – que significa «cortar alrededor».
Se trata de la extirpación quirúrgica del prepucio del pene humano, y probablemente sea la intervención quirúrgica más practicada conocida por la humanidad.
La circuncisión es un ritual religioso que se practica en familias judías y musulmanas. También se observa en muchas tribus aborígenes de África y Australia desde hace siglos.
Se estima que un tercio de la población masculina mundial se ha sometido a la circuncisión.
Aunque es muy común en Estados Unidos y en algunas partes de África, la circuncisión no se practica tan comúnmente en la población masiva de Europa, América Latina, Sudáfrica y la mayor parte de Asia.
La circuncisión también puede llevarse a cabo por tradición familiar e higiene personal.
Aunque están bien documentados los beneficios médicos de tener el pene circuncidado, algunos argumentan que se han llevado a cabo operaciones innecesarias para prevenir infecciones que son relativamente raras en los hombres.
Según la literatura médica, los hombres con el pene circuncidado podrían tener el beneficio de una higiene más fácil, ya que el pene sin prepucio es más fácil de limpiar.
Esto puede provocar menos infecciones del tracto urinario en la infancia e infecciones de transmisión sexual como el VIH entre los adultos.
Además, la circuncisión es médicamente necesaria para los hombres que se enfrentan a la fimosis, donde el pene es difícil de retraer debido a la tirantez.
La fimosis puede provocar dolor e inflamación del pene, haciendo que las relaciones sexuales sean dolorosas.
Por último, por motivos médicos, muchos médicos también abogan por la circuncisión, ya que el cáncer de pene se observa menos en los hombres sin prepucio, y la prevalencia del cáncer de cuello uterino es menor en las parejas sexuales femeninas de los hombres circuncidados.
En el otro lado del argumento, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda considerar la circuncisión como parte de una prevención integral del VIH en el África subsahariana, los beneficios para la salud contra el VIH en las naciones desarrolladas y para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres son menos claros.
Por supuesto, el sexo seguro sigue siendo obligatorio para la prevención del VIH. Además, la circuncisión para la prevención de infecciones urinarias y cáncer puede ser injustificable, ya que los riesgos de infecciones y cánceres de pene en los hombres son generalmente bajos.
La posición de las principales organizaciones médicas del mundo sobre la necesidad de la circuncisión también es variada.
La Academia Americana de Pediatría (APP) cree que los beneficios de la circuncisión superan los riesgos, pero no recomienda la operación rutinaria para todos los recién nacidos.
Aunque el riesgo ha sido pequeño, una revisión de 2010 descubrió que la circuncisión realizada por proveedores médicos conlleva una tasa de complicaciones del 1,5% para los bebés y del 6% en los niños mayores.
La práctica de la retracción regular del prepucio y la limpieza del glande del pene se considera generalmente una preservación eficaz de la higiene personal en niños y hombres.
Algunos hombres solicitan la preputiaplastia (corte parcial del prepucio) o la frenuloplastia (división de la banda tensa que une el prepucio al glande) como alternativas, sin embargo, la práctica de la «autocircuncisión» ha ganado popularidad en los últimos años.
Contrariamente a lo que su nombre indica, la autocircuncisión no es una práctica loca de automutilación o un ejercicio médico de ahorro de costes de bricolaje para los hombres que quieren deshacerse de su propio prepucio.
Es una práctica de retracción y retención del prepucio en estado retraído en todo momento para exponer el glande del pene.
Esto hará que el pene parezca estar circuncidado, sin los inconvenientes.
Lograr una autocircuncisión no es posible para todos, ya que requiere un cierto «entrenamiento» y depende totalmente de la forma y el tamaño del pene de los individuos, de la longitud y de la tensión del prepucio, así como de la tensión del frenillo.
Para los hombres a los que les resulta imposible la retracción, existen anillos de silicona específicos para el glande que ayudan a los hombres a entrenar la retracción.
La práctica de la autocircuncisión parece inofensiva y tiene todas las ventajas de la circuncisión sin necesidad de someterse a la operación.
Sin embargo, la mayoría de los hombres que retraen el prepucio y lo mantienen expuesto se dan cuenta de la persistente incomodidad e irritación del glande.
Ciertos hombres con el prepucio apretado también pueden tener una complicación de parafimosis – cuando el glande se congestiona e hincha completamente.
Esto conducirá a una crisis que requerirá una circuncisión de emergencia para aliviar la banda.
Se han planteado muchas preguntas sobre la necesidad de la circuncisión con fines no médicos.
Cuando se pone al Dr. G en un aprieto, su respuesta es: manténgalo limpio, manténgase alejado de «actividades traviesas» que puedan contraer «enfermedades traviesas» y limite las parejas sexuales.
>Las opiniones expresadas son enteramente del escritor.