Hace unas semanas, explicamos que esta empuñadura está clasificada como una empuñadura eficiente para escribir a mano.
Tengo que confesar que no me convence del todo.
Esta empuñadura puede no poner tanta tensión en las articulaciones de los dedos como otras empuñaduras ineficientes, pero restringe los movimientos de los dedos y, por tanto, la fluidez de la escritura.
El agarre cuádruple es aquel en el que el lápiz se sujeta entre la parte superior de los dedos pulgar, índice y corazón y se apoya en el dedo anular con el meñique ligeramente curvado hacia dentro.
Normalmente veo esto como un agarre de lápiz de transición en el desarrollo de los niños más pequeños, ya que luego pasan a desarrollar un agarre trípode dinámico, considerado el agarre más apropiado para la escritura a mano.
Los niños mayores que no han pasado a desarrollar el agarre trípode pueden requerir un apoyo más centrado en el desarrollo de las habilidades motoras gruesas y/o finas. Es importante comprobar que están sentados correctamente en la mesa y que el papel está colocado e inclinado correctamente para ellos. Si tienen una mala postura al sentarse, es posible que haya que trabajar más para ayudarles a desarrollar su motricidad gruesa. Si esta área parece estar bien, podría ser que sus habilidades motoras finas requieran atención adicional. Para más información, consulte nuestra sección «Fortalezas clave: apto para la escritura»: http://bit.ly/1LABUGZ
Puede ser muy difícil conseguir que un niño mayor cambie la forma de agarrar el lápiz, especialmente si la antigua forma de agarrarlo, como la del cuadrípode, es muy similar a la nueva forma de agarrarlo, la del trípode dinámico. Es entonces cuando se hace difícil saber si hay que seguir intentando que un niño cambie su forma de agarrar el lápiz o no.
Creo que lo que tenemos que recordar es:
«Una forma de agarrar el lápiz que proporcione velocidad, legibilidad, sea cómoda y no cause daño a las articulaciones de la mano con el tiempo. Si una sujeción satisface estos criterios no hay necesidad de cambiarla»
(Benrow 2002, citado A Wagenteld, J Kaldenberg (coeditores), 2005: Foundation of Paediatric Practice for the Occupational Therapy Assistant; Pub: Slack Incorporated, ISBN-10:1-55642-629-1)
Por lo tanto, si el niño se queja de que le duelen la mano o los dedos cuando utiliza la empuñadura cuádruple, o de que esta dificulta la fluidez y la velocidad de su escritura, entonces tenemos que ayudarle a cambiar su empuñadura. Para algunos puede ser más apropiado introducirles en el Agarre Trípode Adaptativo (ver el blog de la semana pasada) en lugar de intentar forzarles a utilizar el Agarre Trípode Dinámico.