The Art Archive/Bibliotchque des Arts Dcoratifs/Gianni Dagli Orti
En la antigua Grecia, una de las pruebas atléticas más apasionantes -y peligrosas- tanto para los caballos como para los hombres era la carrera de carros, un deporte que se remonta al menos al año 700 a.C. Los espectadores se reunían para ver cómo los equipos de caballos arrastraban a los conductores en carros de dos ruedas alrededor de una pista con curvas cerradas en cada extremo.
Las carreras de carros se celebraban en una arena especialmente construida, o hipódromo, con postes que marcaban los puntos de giro. Hasta 10 carros corrían a la vez, cada uno tirado por equipos de dos o cuatro caballos.
Un día de carreras
Este panel del Partenón, el gran templo de Atenea en Atenas, Grecia, muestra a los jinetes celebrando los Grandes Panateneos, un festival religioso coronado por un día de eventos deportivos muy parecido a los Juegos Olímpicos.
Las carreras de carros tirados por caballos eran una de las competiciones más espectaculares que se celebraban durante las Grandes Panateneas. En una forma de carrera de carros, los guerreros debían saltar de un carro en movimiento, correr junto a él y volver a saltar. El ganador de una carrera de carros de cuatro caballos recibía 140 vasijas de cerámica llenas de aceite de oliva, un premio especialmente extravagante.
La regla de oro
Una de las obras más antiguas que existen sobre el cuidado y el adiestramiento de los caballos fue escrita por el historiador griego Jenofonte en el año 350 a.C. Jenofonte ofrecía consejos para montar un caballo, controlar sus movimientos e incluso luchar a caballo, en una época de la historia griega en la que todavía no se conocían las sillas de montar ni los estribos. Al igual que muchos entrenadores de caballos modernos, Jenofonte también enseñaba que los jinetes debían tratar a sus caballos con comprensión. Al tratar a un caballo, escribió: «El mejor precepto -la regla de oro- es no acercarse nunca a él con ira».
Deportes olímpicos
Los caballos pasaron a formar parte de los Juegos Olímpicos en el año 684 a.C., cuando se celebraron carreras de carros de cuatro caballos en el hipódromo de Olimpia. En los Juegos Olímpicos actuales, los caballos y los jinetes demuestran su habilidad en competiciones de salto, doma y campo a través.