Josh Turner y Jennifer Ford celebran su aniversario de boda el 14 de junio. Estos novios universitarios se conocieron en la Universidad Belmont de Nashville, a la que Turner se trasladó en agosto de 1998, tras un año de lucha contra una lesión en las cuerdas vocales que le dejó fuera de juego. Poco sabía entonces Turner que ampliar su formación también cambiaría su vida personal.
En su libro Man Stuff: Pensamientos sobre la fe, la familia y la paternidad, Turner recuerda que, tras la ruptura de una relación de dos años y medio, «tuvo algunas citas, pero ninguna de esas chicas me hizo vibrar el corazón». Entra en escena su compañera Jennifer Ford, que puso su vida patas arriba por completo.
«Conocerla no era algo planeado ni esperado, pero nuestra amistad se sintió completamente diferente», escribe Turner. «Por primera vez, estuve realmente en las nubes. No puedo explicar ese momento más que decir que fue increíble»
Aún así, Turner señala que se tomaron su relación «muy lentamente»; de hecho, Ford no llamó a Turner su novio hasta que llevaban seis meses saliendo. Pero la relación se mantuvo, y él orquestó una propuesta especial, en noviembre de 2002, basada en un picnic en el lago Percy Priest de Nashville. Turner tocó a Ford una canción titulada «I Can See It In Your Smile», que escribió especialmente para ella, y luego sacó un anillo de compromiso del bolsillo de su chaqueta.
«Jennifer dijo: ‘¿Hablas en serio? recuerda Turner en su libro. «Le dije: ‘Sí, hablo en serio'».
La boda de la pareja en junio de 2003 en la Iglesia Metodista Unida de Snellville fue multitudinaria -500 personas- y contó con una versión de la canción «Sweet, Sweet Spirit» que la pareja musical interpretó para la ocasión. A lo largo de los años, de hecho, Turner y Ford han mantenido su unión musical tan sólida como su matrimonio: Este último ha colaborado como teclista y corista en la banda de directo de Turner.
Turner y Ford tienen cuatro hijos: Samuel Hawke, Marion Crawford, Colby Lynch y Hampton Otis.
«Jennifer no es de las que me entrega a un niño en cuanto vuelvo, pero sí soy muy manitas cuando llego a casa», dijo Turner a People en 2014. «Me doy cuenta de que sí necesita un descanso, y arrimé el hombro y ayudé todo lo que pude».
Y, como subraya Turner en Cosas de hombres, su matrimonio merece más que el esfuerzo.
«Nos sentimos bendecidos por tener al otro para apoyarnos. Nunca me he dado la opción de dejar a Jennifer o viceversa», escribe. «El matrimonio no ha estado libre de problemas, pero ha sido hermoso y poderoso. Tal y como esperábamos»
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