Para entender la inteligencia lingüística, es importante comprender los mecanismos que controlan el habla y el lenguaje. Estos mecanismos pueden desglosarse en cuatro grandes grupos: generación del habla (hablar), comprensión del habla (oír), generación de la escritura (escribir) y comprensión de la escritura (leer).
En un sentido práctico, la inteligencia lingüística es la medida en que un individuo puede utilizar el lenguaje, tanto escrito como verbal, para alcanzar objetivos.
La inteligencia lingüística es una parte de la teoría de la inteligencia múltiple de Howard Gardner que se ocupa de la capacidad de los individuos para comprender el lenguaje hablado y escrito, así como de su capacidad para hablar y escribir ellos mismos.
Lenguaje habladoEditar
GeneraciónEditar
La producción del habla es el proceso por el cual un pensamiento en el cerebro se convierte en una forma auditiva comprensible. Se trata de un mecanismo de múltiples etapas en el que intervienen muchas áreas diferentes del cerebro. La primera etapa es la planificación, en la que el cerebro construye palabras y frases que convierten el pensamiento en una forma comprensible. Esto ocurre principalmente en el córtex frontal inferior, concretamente en una zona conocida como área de Broca. A continuación, el cerebro debe planificar cómo crear físicamente los sonidos necesarios para el habla vinculando el discurso planeado con sonidos conocidos, o fonemas. Aunque se desconoce la ubicación de estas asociaciones, se sabe que el área motora suplementaria desempeña un papel clave en este paso. Por último, el cerebro debe dar la señal para que las palabras se pronuncien realmente. De ello se encargan la corteza premotora y la corteza motora.
En la mayoría de los casos, la producción del habla está controlada por el hemisferio izquierdo. En una serie de estudios, Wilder Penfield, entre otros, sondeó los cerebros de pacientes diestros (generalmente dominantes del hemisferio izquierdo) y zurdos (generalmente dominantes del hemisferio derecho). Descubrieron que, independientemente de la lateralidad, el hemisferio izquierdo era casi siempre el que controlaba el habla. Sin embargo, se ha descubierto que en casos de estrés neuronal (hemorragia, derrame cerebral, etc.) el hemisferio derecho tiene la capacidad de tomar el control de las funciones del habla.
ComprensiónEditar
La comprensión verbal es un proceso bastante complejo, y no se comprende del todo. A partir de varios estudios y experimentos, se ha descubierto que el surco temporal superior se activa al escuchar el habla humana, y que el procesamiento del habla parece ocurrir dentro del área de Wernicke.
Retroalimentación auditiva y feedforwardEditar
La audición juega un papel importante tanto en la generación como en la comprensión del habla. Al hablar, la persona puede oír su discurso, y el cerebro utiliza lo que oye como mecanismo de retroalimentación para corregir los errores del habla. Si se produce una única corrección de retroalimentación varias veces, el cerebro empezará a incorporar la corrección a todo el habla futura, convirtiéndose en un mecanismo de retroalimentación. Esto es evidente en algunas personas sordas. La sordera, así como otras deficiencias auditivas menores, pueden afectar en gran medida a la capacidad de comprender el lenguaje hablado, así como de hablarlo. Sin embargo, si la persona pierde la capacidad auditiva más adelante en su vida, la mayoría puede seguir manteniendo un nivel normal de inteligencia verbal. Se cree que esto se debe a que el mecanismo de retroalimentación del cerebro sigue ayudando a corregir los errores del habla, incluso en ausencia de retroalimentación auditiva.
Lenguaje escritoEditar
GeneraciónEditar
Se cree que la generación del lenguaje escrito está estrechamente relacionada con la generación del habla. Desde el punto de vista neurofisiológico, se cree que el área de Broca es crucial para el procesamiento lingüístico temprano, mientras que el giro frontal inferior es crítico en el procesamiento semántico. Según Penfield, la escritura difiere en dos aspectos importantes del lenguaje verbal. En primer lugar, en lugar de relacionar el pensamiento con sonidos, el cerebro debe relacionar el pensamiento con símbolos o letras, y en segundo lugar, la corteza motora activa un conjunto diferente de músculos para escribir, que cuando se habla.
ComprensiónEditar
La comprensión escrita, similar a la hablada, parece ocurrir principalmente en el área de Wernicke. Sin embargo, en lugar de utilizar el sistema auditivo para obtener información del lenguaje, la comprensión escrita se basa en el sistema visual.