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Una grave amenaza para el ecosistema del lago Erie son las especies invasoras. Muchas de estas especies han entrado en los Grandes Lagos a través del agua de lastre de los barcos. Al menos 25 especies de peces no autóctonos han entrado en los Grandes Lagos desde el siglo XIX, entre ellas:

  • Cangrejo de río oxidado
  • Pulga de agua espinosa
  • Gobito de mar
  • Gobito de agua de tubo
  • Rudd
  • Lamprea de mar
  • Rufa euroasiática
  • Alewife
  • Perca blanca
  • Muslo cebra
  • Muslo quagga

¿No fueron los mejillones un gran problema en su día?

El mejillón cebra llegó a Norteamérica en 1988. Los mejillones quagga invadieron los Grandes Lagos en 1989 y ahora se encuentran en todo el lago Erie. Los mejillones quagga son ligeramente más grandes que los mejillones cebra y tienen una mayor tolerancia al agua fría. Están perturbando el ecosistema del lago. Compiten con muchas algas autóctonas, ya que se alimentan de muchos de los mismos elementos orgánicos, pero no comen fósforo. Estas condiciones permiten que las cianobacterias (también conocidas como algas azul-verde) prosperen. Las cianobacterias pueden liberar toxinas en el agua del lago que suponen un peligro para los bañistas y otros usuarios recreativos.

¿Por qué oigo hablar de la carpa asiática?

A partir de los problemas causados por las especies alóctonas, los científicos vigilan de cerca otras especies que han invadido los ecosistemas cercanos. La carpa asiática es especialmente preocupante porque se ha encontrado en vías fluviales cercanas que acaban conectando con los Grandes Lagos. La carpa asiática entró en la cuenca del río Misisipi después de que las inundaciones de mediados de la década de 1990 les permitieran escapar de los estanques de cría de peces y de tratamiento de aguas residuales del sur de Estados Unidos, donde habían sido introducidas para eliminar algas y materia orgánica. Estas carpas son filtradoras que consumen enormes volúmenes de plancton de la cadena alimentaria, matan de hambre a las crías de las especies autóctonas y se extienden rápidamente y abruman a las poblaciones residentes de peces de caza. Si la carpa asiática entra en la cuenca de los Grandes Lagos producirá otro enorme cambio en el ecosistema. La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) y las agencias estatales y locales han construido una barrera eléctrica permanente para evitar que los peces entren en los Grandes Lagos a través del lago Michigan.

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