Metales, implantes dentales y exploraciones por resonancia magnética
Debido a que la máquina de resonancia magnética es esencialmente un gran y potente imán, la mayor preocupación en materia de seguridad es retirar todos los objetos metálicos ferromagnéticos de la zona de obtención de imágenes. El imán es tan potente que puede arrastrar tanques de oxígeno, sillas de ruedas y cualquier dispositivo metálico implantado en el cuerpo, advierte la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios.
El profesional médico que supervisa su resonancia magnética le pedirá un historial médico completo, especialmente notas sobre cualquier implante que pueda tener, antes de someterse a cualquier procedimiento. La Sociedad Radiológica de Norteamérica proporciona una lista completa de componentes metálicos que los médicos deben comprobar antes de administrar una RMN, desde dispositivos internos como marcapasos e implantes cocleares hasta artículos cosméticos como piercings, joyas e incluso esmalte de uñas metálico.
El titanio, la aleación de titanio y el circonio utilizados en la mayoría de los implantes dentales no son metales ferromagnéticos, y es perfectamente seguro entrar en una RMN con ellos en la boca. Aun así, es mejor avisar a tu médico de que tienes implantes dentales si necesitas una resonancia magnética. Los objetos metálicos en el cuerpo pueden seguir interfiriendo en la obtención de imágenes aunque haya una mínima posibilidad de que te lesionen, señala el Journal of Pharmacy & Bioallied Sciences. También debe informar a su médico sobre cualquier empaste metálico, corona, aparato de ortodoncia o dentadura postiza.
Los implantes dentales y las tecnologías de resonancia magnética siguen avanzando, lo cual es una buena noticia para los pacientes que pueden beneficiarse de ambos. Dado que la mayoría de los implantes son seguros para la resonancia magnética, no tiene que preocuparse de que el tratamiento dental que está recibiendo ahora limite sus opciones de imagen médica más adelante.