Hormona del crecimiento

Deficiencia de hormona del crecimiento

La deficiencia de GH es una de las muchas causas de la baja estatura y el enanismo. Se produce principalmente por daños en el hipotálamo o en la glándula pituitaria durante el desarrollo fetal (deficiencia congénita de GH) o tras el nacimiento (deficiencia adquirida de GH). La deficiencia de GH también puede estar causada por mutaciones en los genes que regulan su síntesis y secreción. Entre los genes afectados se encuentran el PIT-1 (factor de transcripción específico de la hipófisis-1) y el POUF-1 (profeta del PIT-1). Las mutaciones en estos genes también pueden causar una disminución de la síntesis y secreción de otras hormonas hipofisarias. En algunos casos, la deficiencia de GH es el resultado de la deficiencia de GHRH, en cuyo caso la secreción de GH puede ser estimulada por la infusión de GHRH. En otros casos, los propios somatotropos son incapaces de producir GH, o la propia hormona es estructuralmente anormal y tiene poca actividad promotora del crecimiento. Además, la baja estatura y la deficiencia de GH se encuentran a menudo en niños diagnosticados de enanismo psicosocial, que es el resultado de una grave privación emocional. Cuando los niños con este trastorno son retirados del entorno estresante y no afectivo, su función endocrina y su tasa de crecimiento se normalizan.

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Los niños con deficiencia aislada de GH son de tamaño normal al nacer, pero el retraso en el crecimiento se hace evidente en los dos primeros años de vida. Las radiografías (películas de rayos X) de las epífisis (los extremos en crecimiento) de los huesos muestran un retraso del crecimiento en relación con la edad cronológica del paciente. Aunque la pubertad suele retrasarse, la fertilidad y el nacimiento de niños normales es posible en las mujeres afectadas.

La deficiencia de GH suele tratarse con inyecciones de GH. Sin embargo, durante décadas, la disponibilidad de la hormona era limitada, ya que se obtenía únicamente de pituitarias de cadáveres humanos. En 1985, se interrumpió el uso de la GH natural en Estados Unidos y en varios otros países debido a la posibilidad de que la hormona estuviera contaminada con un tipo de agente patógeno conocido como prión, que provoca una enfermedad mortal denominada enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Ese mismo año, mediante la tecnología del ADN recombinante, los científicos fueron capaces de producir una forma humana biosintética, a la que llamaron somatrem, asegurando así un suministro prácticamente ilimitado de esta sustancia antaño preciada.

Los niños con deficiencia de GH responden bien a las inyecciones de GH recombinante, alcanzando a menudo una altura casi normal. Sin embargo, algunos niños, principalmente aquellos con la incapacidad hereditaria de sintetizar GH, desarrollan anticuerpos en respuesta a las inyecciones de la hormona. Los niños con baja estatura no asociada a la deficiencia de GH también pueden crecer en respuesta a las inyecciones de la hormona, aunque a menudo se requieren grandes dosis.

Una forma rara de baja estatura está causada por una insensibilidad hereditaria a la acción de la GH. Este trastorno se conoce como enanismo de Laron y se caracteriza por la existencia de receptores de GH anormales, lo que provoca una disminución de la producción de IGF-1 estimulada por la GH y un crecimiento deficiente. Las concentraciones séricas de GH son elevadas debido a la ausencia de la acción inhibidora del IGF-1 sobre la secreción de GH. El enanismo también puede estar causado por la insensibilidad del tejido óseo y de otros tejidos al IGF-1, resultante de la disminución de la función de los receptores de IGF-1.

La deficiencia de GH suele persistir en la edad adulta, aunque algunas personas afectadas en la infancia tienen una secreción normal de GH en la edad adulta. La deficiencia de GH en adultos se asocia con fatiga, disminución de la energía, estado de ánimo deprimido, disminución de la fuerza muscular, disminución de la masa muscular, piel fina y seca, aumento del tejido adiposo y disminución de la densidad ósea. El tratamiento con GH revierte algunas de estas anomalías pero puede causar retención de líquidos, diabetes mellitus y presión arterial alta (hipertensión).

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