Hidalgo comprende montañas boscosas, ríos y cascadas. La historia abunda, así que visita los sitios arqueológicos, las antiguas ciudades mineras y los museos del estado después de explorar sus atractivos naturales.
Situado justo al norte de la Ciudad de México, Hidalgo es un estado del interior. Comienza en su montañosa capital, Pachuca, también conocida como «la bella ciudad del viento». Escuche las campanadas del Reloj Monumental, la respuesta mexicana al Big Ben de Londres. Visite El Macromural de Pachuca, un barrio en la cima de una colina convertido en una gigantesca obra de arte, y admire el mosaico de 7 millones de piezas del parque David Ben-Gurion. Para conocer la historia de las minas de plata del estado, visita el Archivo Histórico y Museo de la Minería.
Haz una excursión de un día a Real del Monte, en las montañas de Pachuca. Al igual que la capital, «El Real» estuvo muy influenciado por los mineros de Cornualles a partir de 1825. Muchos de ellos encontraron su última morada en el Panteón Inglés. Visite el primer museo del mundo dedicado a las empanadas, el Museo del Paste, y pruebe esta delicia típica de Cornualles con especias y salsas mexicanas.
Como uno de los Pueblos Mágicos de México, Huasca de Ocampo es rico en historia, cultura, leyendas y arquitectura. Explore su encantador centro histórico y pruebe la auténtica gastronomía mexicana. Maravíllese con las pilas de roca volcánica y las cascadas que forman Los Prismas Basálticos de la ciudad y vea la escultura Peña del Aire.
Diríjase al Valle del Mezquital, con sus cactus y mezquites. Visita la Catedral de San José, del siglo XVI, en Tula de Allende. En el sitio arqueológico de Tula, la legendaria capital del imperio tolteca, suba a una pirámide para admirar las imponentes estatuas. En el corazón del valle se encuentra el pueblo de Ixmiquilpan. Contemple los frescos de la mitología otomí en la Iglesia de San Miguel Arcángel y la Fuente de Diana en la plaza principal. Date un relajante chapuzón en las piscinas termales del Parque Acuático La Gloria Tolantongo.
Las temperaturas varían en las tierras bajas del norte de Hidalgo, en las sierras centrales y en la meseta del sur, lo que convierte al estado en un destino vacacional durante todo el año. Con hermosas haciendas para su hospedaje, cálidos baños termales y cocina casera mexicano-cordobesa, tendrá una estancia reconfortante en Hidalgo.