Una tormenta de polvo puede reducir la calidad del aire que respiramos. Aunque todos deberíamos tomar precauciones en una tormenta de polvo, algunas personas -como las que padecen afecciones respiratorias- pueden necesitar un cuidado especial.
¿Qué es una tormenta de polvo?
Las tormentas de polvo se producen cuando vientos fuertes, cálidos y secos levantan polvo y tierra en el aire y los desplazan por el país, a menudo a lo largo de muchos kilómetros. Estas tormentas son más probables en verano y después de un período de sequía, cuando la tierra es más cálida y el suelo está más expuesto.
Debido a que Australia cuenta con grandes extensiones de terreno seco y calentado por el sol, las tormentas de polvo son más comunes aquí que en los países más fríos que tienen más precipitaciones.
¿Cómo pueden afectar las tormentas de polvo a la salud de una persona?
Se pueden desarrollar problemas de salud si alguien respira el polvo de una tormenta de polvo. Los efectos dependerán del tamaño de las partículas de polvo.
Las partículas más grandes pueden irritar los ojos y las vías respiratorias superiores (la nariz, los senos paranasales detrás de la nariz y la tráquea). En la mayoría de las personas, estas partículas no causan problemas de salud porque son demasiado gruesas para bajar a las vías respiratorias inferiores.
Las partículas de polvo más pequeñas, sin embargo, pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar irritación e inflamación. Esto puede causar problemas de respiración, especialmente si ya tiene un problema de salud con sus pulmones.
¿Quién está en riesgo?
Las personas con mayor riesgo de sufrir problemas de salud a causa de una tormenta de polvo son:
- Los bebés y los niños
- Las personas mayores
- Las personas que padecen trastornos respiratorios como el asma y el trastorno pulmonar obstructivo crónico (incluida la bronquitis crónica y el enfisema)
- Las personas con una afección cardiovascular (relacionada con el corazón)
- Las personas con diabetes
Dependiendo de la afección de salud en cuestión, respirar el polvo de una tormenta de polvo podría desencadenar un ataque de asma, una reacción alérgica, dificultar la respiración o incluso provocar un problema relacionado con el corazón.
Cuanto más tiempo esté expuesto al polvo, más posibilidades habrá de que le afecte.
¿Cuáles son los signos de advertencia de la dificultad para respirar?
Si tiene asma u otra afección respiratoria crónica y experimenta opresión en el pecho, sibilancias, tos o dificultad para respirar, debe seguir el plan de acción o tratamiento prescrito. Si los síntomas no mejoran, debe acudir a su médico.
También debe consultar a su médico si tiene alguna preocupación o experimenta problemas respiratorios u otros síntomas de empeoramiento de una enfermedad cardíaca u otra enfermedad crónica preexistente.
Precauciones a tomar durante una tormenta de polvo
- Permanezca en el interior de su casa tanto como sea posible, especialmente si tiene riesgo de sufrir problemas de salud.
- Cierre las ventanas, puertas y rejillas de ventilación.
- Si es posible, permanezca en una habitación con aire acondicionado.
- Si tiene que salir al exterior, utilice una mascarilla sobre la boca y la nariz para evitar respirar el polvo. Una máscara P2 o P3, disponible en una ferretería, debería ser eficaz.
- Evite hacer ejercicio, sobre todo si es al aire libre.
- Si tiene uno, siga su plan de acción o tratamiento contra el asma u otro.
- Si es seguro hacerlo, controle a los vecinos ancianos u otras personas vulnerables.
Si le sorprende una tormenta de polvo mientras conduce, encienda la toma de aire de «recirculación» para minimizar la cantidad de polvo que entra en su coche. Si no puede ver con claridad, reduzca la velocidad. Prepárate para detenerte si la visibilidad es muy baja.
Más ayuda e información
- Si tiene una emergencia médica, llame al triple cero (000) y pida una ambulancia.
- Para saber cómo controlar su salud en una tormenta de polvo, llame a healthdirect al 1800 022 222 para hablar con una enfermera titulada.
Para más información sobre las condiciones meteorológicas, visite el sitio web de la Oficina Australiana de Meteorología en www.bom.gov.au.