¿Has experimentado alguna vez la frustración de perfeccionar tu manicura, sólo para que se astille en cuestión de horas?
Aunque muchas de nosotras podemos culpar a las fórmulas de esmalte de uñas basura, el problema podría ser en realidad tu técnica de aplicación. Estas son las cosas que deberías hacer y algunas que debes evitar:
1) No agites el frasco. Las «bolas mezcladoras» plateadas del frasco de esmalte de uñas activan la fórmula del producto. Para que funcionen, simplemente haz rodar el frasco de esmalte de uñas entre las palmas de las manos, pero no lo agites. Si agitas el frasco, es más probable que te salgan burbujas de aire al aplicarlo.
2) Sella la punta de la uña. Muchas de nosotras nos pintamos las uñas sin tapar la parte superior. Una vez que hayas pintado todo el lecho de la uña, arrastra un poco de esmalte horizontalmente por el borde superior de la uña. Así sellarás el esmalte y será menos probable que se astille.
(Imagen: Getty)
3) Aléjate de la ducha justo después de pintarte las uñas. El lecho de las uñas se expande en el agua caliente, haciendo que el esmalte se mueva con ella. Esto provoca grietas y puede hacer que el esmalte se astille cuando los lechos ungueales vuelvan a su tamaño normal. Asimismo, no se pinte las uñas justo después de la ducha.
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4) Aplica tu esmalte de uñas en capas finas. Si aplicas tu esmalte de uñas en capas gruesas, no se secará en la uña correctamente. Si la primera capa tiene rayas, no te preocupes, ya que puedes cubrirlas con la segunda.
(Imagen: Getty)
5) Aplica el esmalte en cuatro pasos y deja que cada parte se seque bien. Comienza con una capa de base, luego sigue con una capa de esmalte, una segunda capa de esmalte y finalmente una capa superior. Asegúrate de dejar secar cada capa antes de aplicar la siguiente, para que el esmalte se haya adherido a la uña. Si no estás segura de si el esmalte se ha secado, comprueba si su aspecto ha pasado de ser húmedo a tener un brillo resplandeciente; esto significará que sus disolventes se han evaporado.
6) Asegúrate de que tus uñas están limpias y secas. Aunque esto puede parecer obvio, cualquier aceite que quede de los productos para las manos y las uñas puede impedir que tu esmalte se pegue.
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