Los «efectos secundarios» más comunes de la masturbación son la eyaculación (sobre todo entre los hombres, pero a veces entre las mujeres); el alivio del aburrimiento; la diversión; el placer; el alivio de la tensión; la facilidad para conciliar el sueño; la relajación; y la felicidad general. No, no te vas a quedar ciego.
Dependiendo de cómo se masturbe uno, también son posibles estos «efectos secundarios»: gastos mensuales de la tarjeta de crédito, lubricante en el teclado, pilas del vibrador agotadas, un pepino que no debería servirse a los invitados de la casa, o manchas de eyaculación en la pared que, en el futuro, algún reportero de investigación iluminará con una luz negra para demostrar a los espectadores de todo el mundo que los hoteles son lugares donde la gente tiene S-E-X.
En el rarísimo caso de que usted sea especialmente brusco con sus propios genitales, es posible que le duelan un poco.
Tenga cuidado con ellos durante unos días y deberían volver a la normalidad (si no es así, acuda a un profesional sanitario). Además, en el caso muy raro de que se introduzca un objeto en el ano y éste llegue demasiado lejos en el recto, es posible que tenga que ir a urgencias para que un médico lo extraiga de forma segura. Esto suele conllevar un efecto secundario de vergüenza, pero no es necesario: el placer sexual y la masturbación son partes normales del ser humano. Su radiografía puede publicarse (de forma anónima, por supuesto) en una revista médica con una descripción de cómo el médico ha descubierto de forma creativa cómo sacar la ______ (bombilla, pinzas para la ensalada, botella de cerveza, serpiente; y sí, todas estas son de publicaciones reales) de forma segura de su cuerpo.
¿Qué efectos secundarios NO se producirán como resultado de la masturbación?
– No le crecerá pelo en las palmas de las manos.
– No se quedará ciego ni parecerá excesivamente viejo.
– No ganará ni perderá peso.
Por último, un posible efecto positivo: hay pruebas contradictorias sobre si la masturbación regular a los 20 y 30 años disminuye el riesgo de cáncer de próstata más adelante, pero algunas investigaciones apuntan en esa dirección.
La Dra. Debby Herbenick, autora de Sex Made Easy y Great In Bed, es la codirectora del Centro de Promoción de la Salud Sexual en la Escuela de Salud Pública-Bloomington de la Universidad de Indiana (IU), donde es investigadora científica. También es educadora en materia de salud sexual en el Instituto Kinsey para la Investigación del Sexo, el Género y la Reproducción, donde escribe (y presenta podcasts de audio) la columna Kinsey Confidential y coordina la programación educativa. Tiene un doctorado en Comportamiento Sanitario por la IU, un máster en Educación para la Salud Pública (también por la IU) y una licenciatura en psicología por la Universidad de Maryland, College Park. Además, está certificada como educadora en sexualidad por la Asociación Americana de Educadores Sexuales, Consejeros y Terapeutas.