- Ejercicios de respiración profunda
- Ejercicios de relajación muscular
- Imaginación y visualización
- Meditación
- Yoga
- Tai chi
- Masajes
- Acupuntura
- Medicina ayurvédica medicina
- Naturopatía
- Homeopatía
- Tratamientos quiroprácticos
- Tratamientos osteopáticos
Incluso una rápida revisión de las prácticas anteriores debería revelar que se puede hacer mucho por uno mismo. Las técnicas de relajación, la meditación, el yoga y el tai chi también pueden realizarse con poca o ninguna instrucción formal, aunque tener una guía es útil, especialmente al principio. Existen numerosos DVD, CD y vídeos en línea que se pueden ver en streaming. En cuanto a los tratamientos, los planes de seguros privados pueden cubrir la medicina complementaria y alternativa. La mejor práctica es ponerse en contacto con la compañía de seguros y conocer las condiciones de cobertura de la medicina complementaria y alternativa.
La realidad es que las personas que experimentan problemas de sueño a menudo tienen que experimentar con técnicas y prácticas para aprender cuáles son las que mejor les funcionan. La buena noticia es que las prácticas holísticas se consideran generalmente seguras, aunque siempre es una buena idea hablar con un médico experto antes de emprender cualquier actividad o práctica física nueva.
Un estudio realizado por la Encuesta Nacional de Salud es esclarecedor. El estudio en persona, realizado por la Oficina del Censo de EE.UU. y los Centros para el Control de Enfermedades, analizó una amplia gama de cuestiones de salud. Según el estudio, las personas con insomnio pueden ser más propensas a probar métodos de medicina complementaria y alternativa. Entre los participantes en el estudio, el 45 por ciento de los que padecían insomnio recurrieron a algún tipo de medicina complementaria y alternativa en el último año, en comparación con el 30,9 por ciento de los que no padecían insomnio. Sin embargo, de este estudio se desprende que las personas con insomnio tienden a recurrir a la medicina complementaria y alternativa más que las personas que no padecen esta enfermedad, pero no específicamente para tratar el insomnio. De los participantes, el 54 por ciento que tenía insomnio recurría a la medicina complementaria y alternativa, pero sólo el 1,8 por ciento utilizaba la medicina complementaria y alternativa para tratar expresamente el insomnio. Según el experto en sueño Michael J. Breus, PhD, muchos estadounidenses están perdiendo la oportunidad de tratar su insomnio a través de la CAM y las técnicas de relajación.
Alimentos comunes para ayudar a dormir
La ciencia del sueño es bastante compleja; sin embargo, parece que pequeños actos pueden tener un impacto significativo en el sueño nocturno de una persona. Los individuos que tienen un trastorno del sueño severo pueden encontrar que necesitan crear un plan de acción en capas, que puede implicar el uso de los alimentos para su beneficio. Para las personas que experimentan problemas de sueño ocasionales, comer ciertos alimentos en determinados momentos puede ser especialmente útil. Los siguientes son algunos de los alimentos que pueden ayudar a conciliar el sueño:
- Bocadillos bajos en proteínas y ricos en carbohidratos: Las tostadas encajan en esta categoría. Los alimentos que tienen un perfil alto en carbohidratos y bajo en proteínas tienden a ser fáciles de digerir y pueden ayudar a una persona a la transición de un estado de vigilia al sueño.
- Galletas o bocadillos azucarados: Rara vez se le dice a la gente que es una buena idea comer una galleta o un bocadillo azucarado antes de acostarse. Sin embargo, comer un par de galletas (u otro dulce) unos 30 minutos antes de acostarse puede tener un efecto sedante. No obstante, es importante que el tentempié sea ligero, ya que un exceso de azúcar puede mantener a la persona despierta.
- Remojo en sales de Epsom: Sumergirse en un baño caliente, con una o dos tazas de sales de Epsom, durante unos 15-20 minutos puede ayudar a relajar los músculos y desestresar la mente. Entrar en un estado de relajación es especialmente importante para quienes tienen problemas para dormir. Es importante hablar con un médico antes de utilizar las sales de Epsom en el caso de ciertas afecciones, como una lesión muscular.
- Triptófano: Es una sustancia química natural que se encuentra en diferentes alimentos. Es conocido por calmar el cerebro y facilitar el sueño de una persona. Los alimentos que contienen triptófano incluyen, entre otros, los anacardos, el requesón, la soja, el atún, el pavo y la leche.
Además, a través de las prácticas dietéticas habituales, las personas pueden conocer los alimentos que tienen un efecto calmante. Lo contrario también es cierto, ya que es importante saber qué es lo que mantiene a uno despierto. Para ello, es útil tener en cuenta que al menos un estudio sobre la cafeína y el sueño ha descubierto que entre los bebedores ocasionales de café, incluso el café descafeinado puede aumentar la presión arterial de una persona y perturbar el sueño.
El estudio descubrió que los bebedores habituales de café no parecían experimentar ninguna perturbación del sueño después de beber café descafeinado. Esto se debe probablemente a que los bebedores habituales de café habían desarrollado una tolerancia al café con cafeína y al descafeinado. El estudio es un testimonio de la necesidad de que las personas que tienen problemas de sueño estén atentas a su dieta y no hagan demasiadas suposiciones.
Como sugiere esta discusión, los individuos que experimentan problemas de sueño a menudo tienen que encontrar activamente diferentes soluciones potenciales. Para algunos, un medicamento farmacéutico, como Ambien, puede ser comprensiblemente atractivo. Sin embargo, como se ha señalado, tomar Ambien puede hacer que uno experimente efectos secundarios extraños, y existe el riesgo de adicción. El riesgo de adicción es pequeño siempre que una persona tome Ambien siguiendo estrictamente las órdenes del médico que lo recetó.
Para aquellos que no quieran tomar Ambien o cualquier otro medicamento recetado para un trastorno del sueño, tomar suplementos de hierbas, realizar prácticas holísticas y consumir ciertos alimentos pueden ser alternativas beneficiosas.
Al mismo tiempo, siempre es una buena idea hablar con un médico, un experto en sueño, un profesional de la salud mental u otra persona cualificada sobre la condición del sueño y las opciones disponibles.