Estrés

Resumen

El estrés es una respuesta normal a las presiones o demandas de la situación, especialmente si se perciben como amenazantes o peligrosas. El estrés es el resultado de las sustancias químicas del cerebro, llamadas hormonas, que surgen en el cuerpo. Estas hormonas hacen que la gente sude, respire más rápido, tense los músculos y se prepare para actuar. Cuando esto ocurre, el sistema de alarma incorporado de una persona -su respuesta de «lucha o huida»- se activa para protegerla.

Una cierta cantidad de estrés es una parte normal de la vida diaria. Pequeñas dosis de estrés ayudan a las personas a cumplir los plazos, a prepararse para las presentaciones, a ser productivos y a llegar a tiempo a los acontecimientos importantes. Sin embargo, el estrés a largo plazo puede resultar perjudicial. Cuando el estrés se vuelve abrumador y prolongado, aumentan los riesgos de sufrir problemas de salud mental y problemas médicos.

El estrés a largo plazo aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental como ansiedad y depresión, problemas de consumo de sustancias, problemas de sueño, dolor y molestias corporales como la tensión muscular. También aumenta el riesgo de padecer problemas médicos como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, debilitamiento del sistema inmunitario, dificultad para concebir, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.

Signos &Síntomas

Los signos y síntomas del estrés pueden ser cognitivos (relacionados con el pensamiento), emocionales, físicos o de comportamiento. Su gravedad puede variar de leve a grave.

Los síntomas cognitivos incluyen:

  • dificultad para concentrarse o pensar
  • problemas de memoria
  • negatividad o falta de confianza en sí mismo
  • preocupación constante
  • dificultad para tomar decisiones.

Los síntomas emocionales incluyen:

  • mal humor
  • baja moral
  • irritabilidad
  • sentirse desesperado o impotente
  • sentirse aprensivo, ansioso o nervioso
  • sentirse deprimido
  • sentirse infeliz o culpable
  • sentirse agitado o incapaz de relajarse.

Los síntomas físicos incluyen:

  • dolores de cabeza
  • tensión muscular u otros dolores o molestias físicas
  • problemas estomacales
  • náuseas, diarrea o vómitos
  • pérdida del deseo sexual
  • frecuencia cardíaca rápida
  • presión arterial alta
  • fatiga.

Los síntomas conductuales incluyen:

  • cambios en los patrones de alimentación o de sueño
  • retirada social
  • hábitos nerviosos como morderse las uñas, rechinar los dientes o golpear los pies
  • aumento del consumo de cafeína, cigarrillos, alcohol u otras drogas
  • descuido de las responsabilidades familiares o laborales
  • disminución del rendimiento o la productividad.

Causas &Factores de riesgo

El estrés suele producirse si una persona siente que hay grandes presiones o exigencias, que hay una amenaza para su bienestar o que no tiene suficientes recursos para hacer frente a las exigencias.

Las fuentes comunes de estrés incluyen el entorno físico de una persona (por ejemplo, calles ruidosas o un espacio vital inseguro), las relaciones, el trabajo, las situaciones vitales y los cambios vitales importantes. Estas situaciones pueden incluir acontecimientos negativos como problemas financieros, ruptura de relaciones, dificultades en el trabajo o en la escuela, lesiones, enfermedad o muerte y duelo. Sin embargo, las situaciones que conducen al estrés también pueden incluir cambios positivos, como ascensos en el trabajo, casarse o comprar una casa.

Dado que el estrés es una parte normal de la vida, todo el mundo lo experimenta. Sin embargo, la intensidad, la frecuencia y la duración del estrés serán diferentes para cada persona. Numerosos factores pueden empeorar la experiencia del estrés, como cuando las personas:

  • tienen un apoyo social limitado
  • tienen múltiples factores estresantes
  • tienen dificultad para regular o equilibrar sus emociones
  • tienen dificultad para tolerar la incertidumbre o la angustia
  • carecen de confianza en sí mismos o no creen que puedan hacer frente al factor estresante
  • interpretan el factor estresante de forma negativa, por lo que se sienten impotentes, abrumados o desamparados.

Diagnóstico &Tratamiento

Practicar el autocuidado es importante para reducir el estrés. Algunas buenas formas de reducir y controlar el estrés son comer bien, hacer ejercicio con regularidad, intentar reducir la negatividad, priorizar el tiempo de ocio, limitar el alcohol y la cafeína, evitar los cigarrillos y otras drogas y adoptar una higiene del sueño adecuada.

Otras formas de ayudar a reducir y afrontar el estrés son:

  • priorizar, organizar y delegar tareas
  • buscar el apoyo de la familia y los amigos
  • asistir a un grupo de apoyo o a un programa de gestión del estrés, consultar a un profesional de la salud o acceder a materiales de autoayuda.

Una vez que una persona tiene una sensación de bienestar emocional, se siente más fuerte y más capaz de recuperarse del estrés. Esto les ayuda a sentir que pueden afrontar mejor los acontecimientos difíciles de la vida.

El estrés grave puede ser un síntoma de un trastorno de ansiedad. Busque ayuda profesional si los signos y síntomas de estrés han estado presentes durante un largo período de tiempo; si su funcionamiento en el trabajo, la escuela, el hogar o socialmente se ve afectado; o si experimenta un aumento del estrés y las dificultades emocionales. La recuperación del estrés crónico es posible.

Programas y servicios relacionados

  • Tratamiento en el CAMH: Acceda al CAMH
  • Ayuda a las familias desde el CAMH
  • ConnexOntario
  • Teléfono de ayuda para niños en el 1 800 668-6868

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