Estas son las razones por las que deberías hornear con aceite de oliva

No es difícil conseguir que hable del aceite de oliva. El aceite de oliva es el mejor: para mojar trozos de pan, para freír huevos, para rociar una tostada de aguacate y, por supuesto, para hornear. En serio, si no has probado a hornear con aceite de oliva, es hora de dar el paso. Mientras que algunos aceites vegetales y de frutas no hacen más que humedecer la masa (y no se les puede culpar, eso es todo lo que necesitábamos que hicieran), el aceite de oliva -especialmente el aceite de oliva virgen extra- aporta un delicioso sabor floral y ligeramente picante a los productos horneados.

«El aceite de oliva da un sabor distinto pero delicioso a los productos horneados», me dijo Maia Hirschbein, oleóloga de California Olive Ranch, en un correo electrónico. Hirschbein dijo que utiliza el aceite de oliva en todo tipo de productos, desde panes rápidos hasta brownies, y que «combina especialmente bien con la torta de harina de maíz, la corteza de la tarta y las magdalenas cítricas».

Personalmente, una de mis formas favoritas de utilizar el aceite de oliva es en la granola: hay algo en ese golpe extra de sabor, incluso ligeramente amargo, que acentúa la dulzura del crujiente bocadillo. Aunque técnicamente no es un producto horneado, el aceite de oliva también es una adición excelente a la masa de panqueques de harina de maíz.

La mayoría de los productos horneados de caja, desde los brownies hasta el pastel Funfetti, requieren aceite vegetal junto con huevos y agua. Como el aceite es puramente graso, hace que los productos horneados sean húmedos y tiernos. Aunque la mantequilla es una excelente opción de grasa para hornear en términos de sabor y textura (duh), los aceites pueden hacer un horneado que es tan rico y sabroso como sus contemporáneos de mantequilla. No hay ninguna diferencia cuando se trata de hornear con aceite de oliva en lugar de aceite vegetal. Claro, puede ser unos centavos más caro por cucharada, pero te prometo que vale la pena.

OK, hemos establecido que el aceite de oliva tiene buen sabor en los productos horneados, pero Hirschbein señaló otro beneficio de usar el aceite de oliva al hornear: el aceite de oliva virgen extra es alto en grasa monoinsaturada (una grasa «buena» que realmente puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo) y polifenoles (un macronutriente que se produce naturalmente en las plantas). Las grasas como la mantequilla o el aceite de coco tienen un mayor contenido de grasas saturadas; técnicamente no es una razón para evitarlas, pero según la Asociación Americana del Corazón, son simplemente opciones de grasas menos beneficiosas desde el punto de vista nutricional. Admito que cuando recurro al aceite de oliva para hornear es puramente por razones egoístas para disfrutar del sabor; sin embargo, no me importaría que la AHA me diera una palmadita en la espalda.

La próxima vez que tenga que hacer pan de plátano para el almuerzo, ¿por qué no prueba con un aceite de oliva virgen extra brillante en lugar de aceite de canola? Hirschbein explicó que cambiar otros aceites por el de oliva es un simple intercambio 1:1, y los puntos de sabor extra serán incomparables. También se puede utilizar siempre aceite de oliva en lugar de mantequilla al hornear, pero es importante tener en cuenta que, dado que la mantequilla está hecha de grasa, agua y sólidos lácteos, mientras que el aceite es todo grasa, habrá que hacer algunos ajustes en las medidas. El equipo de Hirschbein recomienda sustituir ¾ de la cantidad de mantequilla indicada en una receta por aceite de oliva. Por ejemplo, si la receta indica ½ taza de mantequilla, se necesitaría ¼ de taza + 2 cucharadas de aceite de oliva.

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