¿El dinero compra la felicidad? Es discutible dependiendo de con quién hables. Algunos dicen que sí y otros que no. El dinero puede comprar cosas que te hagan feliz, pero no puede comprar la alegría.
Algunas personas dejan sus trabajos por menos dinero y más tiempo. Cambiar trabajos de 200 mil dólares al año por 60 mil dólares con libertad de tiempo no es algo inaudito.
El dinero es, sin duda, una de las cosas más importantes en nuestras vidas, pero no debemos dejar que controle nuestras vidas. El dinero es un medio de intercambio para las cosas que queremos. Una vez alcanzado el objetivo, sólo sirve para mantenerlo.
Mi opinión sobre el dinero ha cambiado mucho a lo largo de los años. Viniendo de una familia con poco, mi idea de como ganar lo máximo posible. Más tarde, me di cuenta de que la comodidad y los logros no provienen de la cantidad que tengo en el banco, sino de las experiencias que tengo. Los deseos que tengo en la vida no requieren una cuenta bancaria tan grande como pensaba.
El amor de los demás
¿Qué es el amor para ti?
El amor viene de muchas maneras y formas. Puede ser una muestra de afecto a tu pareja, ponerte al día con un viejo amigo, tu mascota tumbada en tu regazo o quizás una conversación amistosa con un desconocido.
Tenemos el poder de mejorar nuestra vida y la de los que nos rodean. A menudo subestimamos el poder de un simple gesto. Un abrazo o unas palabras de afirmación pueden significar mucho para otra persona. La vida no es perfecta, pero nunca debemos dejar que lo negativo afecte a lo positivo que conlleva.
El amor a los demás suele ser transmitido por quienes tienen creencias religiosas, pero todo el mundo tiene el poder de amar a los demás. El amor es un lenguaje universal que cualquiera puede hablar.
Vivir en el presente
El tiempo vuela tan rápido que no podemos tomar suficientes fotos para estar al día con nuestras experiencias. Pasamos nuestro tiempo presente centrándonos en el futuro o pensando en el pasado.
Esto nos priva de apreciar lo que tenemos delante. Acabamos con momentos que desearíamos poder volver a hacer. Vivir en el presente nos ayuda a no preocuparnos por el ayer o el mañana, sino a tomar cada día como viene.
Los momentos presentes son futuros recuerdos nostálgicos. No podemos controlar el pasado ni predecir el futuro, pero podemos hacerlo lo mejor posible con el único tiempo que podemos controlar: el ahora.
Encontrar nuestro propósito
Todos estamos aquí con una misión. Lo que implica esa misión es algo que sólo nosotros sabemos por nosotros mismos. La mayoría de las personas vivirán toda su vida sin conocer su verdadero propósito y otras pueden saberlo desde una edad temprana.
Cuando tienes un propósito, la vida te empujará en la dirección que debes tomar. No debemos centrarnos en las cosas pequeñas, debemos seguir el rumbo de la vida.
La clave de la vida es vivir sin expectativas ni derechos. No obtenemos la vida que queremos cuando la queremos, obtenemos la vida que queremos cuando estamos preparados para recibirla.
Encontrar la paz
El bien más valioso que tenemos en la vida no es el dinero, es la paz. Sin la paz, no podemos apreciar nada más. La paz nos permite afrontar las luchas internas y dar los pasos necesarios para librarnos de los factores de estrés.
Cuanta más paz encuentres en la vida, mejor comprensión tendremos de la vida. Ser uno mismo sin complejos es la experiencia más liberadora que se puede tener. No se puede comprar la paz, tiene que venir de dentro. Ninguna cosa material puede medirse con el sentimiento que se obtiene de la verdadera paz.
Cualquier cosa que nos importe en la vida, debemos hacer lo que sea necesario para aferrarnos a ella.