El helio no es sólo el material que se pone en los globos y que hace que tu voz suene rara cuando lo inhalas. Este gas también se utiliza en una gran variedad de entornos, desde la tecnología de investigación médica y los reactores nucleares hasta los dirigibles que sobrevuelan los estadios de fútbol los domingos por la tarde en otoño. Aunque es uno de los elementos más comunes del universo, el helio es relativamente escaso en el planeta Tierra. Eso ha creado un debate sobre si debe desperdiciarse en globos de fiesta y ha aumentado el temor sobre lo que ocurrirá si nos quedamos sin él.
El helio es tan raro en la Tierra que un investigador francés descubrió por primera vez su existencia estudiando el sol. Este gas natural sólo representa el 0,0005% de la atmósfera del planeta. Se encuentra principalmente en depósitos de gas natural, como los de Texas, Oklahoma y Kansas, así como en Rusia e India. Los yacimientos estadounidenses representan más del 80% del suministro de helio del planeta.
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¿Qué hace que el material sea tan especial? Para empezar, se mantiene frío. El helio tiene el punto de ebullición más bajo de todos los elementos y es el único que no puede solidificarse al bajar la temperatura. Esto lo convierte en una gran fuente de refrigeración, que se utiliza a menudo en la investigación criogénica. Resulta muy útil para reducir la temperatura de los imanes superconductores, como los que se utilizan en los dispositivos de pruebas médicas por resonancia magnética. El helio también se encuentra regularmente en otras tecnologías, como las pantallas LCD y otras fibras ópticas, los ordenadores cuánticos y los depósitos de combustible para cohetes.
El problema es que el helio es un elemento finito. El mundo sólo tiene una cantidad determinada de este gas, y parece que el suministro de nuestro planeta se está agotando. Eso es en gran parte el resultado de las decisiones políticas de Estados Unidos, según los observadores. En 1925, los federales crearon una reserva nacional de helio en Amarillo, Texas. La idea era almacenar helio para utilizarlo en dirigibles como parte del esfuerzo bélico. Siete décadas después, el gobierno decidió salir del negocio del helio. El entonces presidente Bill Clinton firmó una ley que obligaba al gobierno a vender sus reservas de helio antes de 2015.
La medida pretendía permitir que el mercado privado determinara el valor del helio, así como cuándo y dónde debía utilizarse. En lugar de ello, se produjo una especie de venta forzosa en la que el gas siguió siendo increíblemente barato, dado lo raro que es. Poco antes de la fecha límite se aprobó una nueva ley que concede más tiempo para deshacerse del material, pero los críticos dicen que el Tío Sam debería vender todo su alijo y dejar el negocio del helio a los profesionales.
Mientras tanto, se cree que el suministro total de helio del planeta se está agotando. Si nuestro suministro se agotara, podría significar el fin de las pruebas de resonancia magnética, las pantallas LCD y los globos para fiestas de cumpleaños. O podría hacer que todas esas cosas fueran mucho más caras. Aunque el argón -otro gas inerte- puede sustituir al helio para la soldadura, ningún otro elemento puede hacer lo que el helio puede hacer en aplicaciones de superfrío. Eso significa que probablemente habría que buscar helio en la atmósfera. Los expertos dicen que eso elevaría el precio del helio unas 10.000 veces.
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