La prueba de paternidad es el método más seguro y preciso para establecer la paternidad de un niño. Sin embargo, es posible hacer trampa en una prueba de ADN de paternidad, lo que significa que los participantes en la prueba desplegarán una serie de métodos de engaño en un intento de cambiar sus resultados.
Tácticas para hacer trampa en la prueba de paternidad
Si usted es responsable de tomar sus propias muestras de ADN, entonces es totalmente responsable de asegurarse de que la toma de muestras de ADN se lleve a cabo como se requiere. Se le enviará un kit casero para su prueba de paternidad que contiene los hisopos orales de cada participante en la prueba. Los participantes en la prueba pueden hacer trampa por:
- Pidiendo a un amigo que dé una muestra de ADN en lugar de ellos
- Colocando los hisopos en una mascota, como un perro
- Cambiando los hisopos y colocándolos deliberadamente (o a veces accidentalmente) en el sobre equivocado, es decir, colocar los hisopos del padre en el sobre asignado a la madre
En el primer caso, si ha intentado pedirle a un amigo que dé su muestra, puede salirse con la suya y un laboratorio puede no detectar el hecho de que ha hecho trampa. Si se cambian los hisopos del supuesto padre con los de otro hombre un amigo lo más probable es que los resultados sean una exclusión de la paternidad. Cualquiera que emprenda un acto de este tipo tiene claramente motivos ocultos y ha hecho algo ilegal; si esa persona es descubierta habrá graves consecuencias legales.
Un caso interesante que ha sucedido fue el de una madre que sabía que el supuesto padre era el padre biológico del niño en cuestión (una hija) pero quería que los resultados de la prueba de paternidad fueran de exclusión. Para manipular los resultados, la madre hizo lo siguiente:
- Pidió a su madre (la abuela de la niña) que aportara ADN en lugar de ella
Ella, la madre, tomó muestras de su propio ADN y las hizo pasar por las de la hija
El resultado: Cuando se compararon los perfiles de ADN del padre y de la niña (recordemos que el ADN de la niña era en realidad el de la madre), obviamente no coincidían y se excluyó al padre biológico como padre de la niña. La madre fue descubierta y procesada.
Engañar en una prueba de paternidad y el gen sexual de la amelogenina
Si los hisopos se cambian y se colocan en los sobres equivocados (como el ejemplo dado anteriormente en el que la madre coloca sus muestras en los sobres del padre) los laboratorios lo detectarán. Muchos laboratorios de pruebas de ADN analizan el gen sexual de la amelogenina como parte de la garantía de calidad de las pruebas. Este gen determinará si las muestras proporcionadas pertenecen a un hombre o a una mujer y, por lo tanto, si el sobre asignado al padre contiene muestras femeninas, la prueba no seguirá adelante.
Si sospecha que alguien va a hacer trampa en la prueba de paternidad:
Puede optar por reunirse todos y tomar las muestras bajo la vigilancia de los demás. Esto es complicado si las personas viven lejos unas de otras y puede incluso no ser factible si se trata de una prueba de paternidad transfronteriza (lo que significa que los kits se envían a personas que viven en diferentes lugares para la misma prueba).
Si alberga dudas sobre la integridad de cualquiera de los implicados en la prueba, entonces podría optar por una prueba de paternidad legal. En una prueba de paternidad legal, no hay posibilidad de hacer trampa. Esto se debe a que:
- Usted no podrá tomar sus propias muestras de ADN, sino que alguien neutral a la prueba tendrá que tomar las muestras de usted (una persona conocida como Sampler)
- Tendrá que proporcionar una identificación para demostrar quiénes son ustedes y que son las personas que deben someterse a la prueba
- Toda la toma de muestras de ADN es atestiguada por la persona que está tomando sus muestras de ADN, es decir. Por lo general, se puede confiar en la integridad de las personas y el engaño en una prueba de paternidad está lejos de ser una ocurrencia común. Las complicaciones e implicaciones que conlleva el engaño, tanto legal como éticamente, son grandes y pocas personas son tan despiadadas y están dispuestas a correr tales riesgos.