Un ictus, también denominado accidente vascular cerebral (AVC) o ataque cerebral, es una interrupción del flujo de sangre a las células del cerebro. Cuando las células del cerebro se ven privadas de oxígeno, mueren. Un accidente cerebrovascular se produce cuando la obstrucción de una arteria impide que la sangre llegue a las células del cerebro o cuando una arteria se rompe dentro o fuera del cerebro, provocando una hemorragia.
Muchos no se dan cuenta de que el accidente cerebrovascular necesita el mismo tratamiento de urgencia que un ataque cardíaco y que cada segundo es fundamental para la atención, la supervivencia y la posterior calidad de vida de la víctima. Cuanto más sepa sobre el ictus y sus signos de advertencia, más preparado estará para encontrar tratamiento.
- Cuestionario: ¿Cuánto sabe sobre los ictus?
- Síntomas del ictus
- Reconozca estos signos de accidente cerebrovascular y actúe con rapidez
- Tipos de ictus
- Escémicos
- Hemorrágico
- Detección y diagnóstico
- Opciones de tratamiento
- Para un ictus isquémico
- Para un accidente cerebrovascular hemorrágico
- Factores de riesgo
- Prevención
Cuestionario: ¿Cuánto sabe sobre los ictus?
Ponga a prueba sus conocimientos sobre los ictus, incluidos los factores de riesgo, los síntomas y las estadísticas.
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Síntomas del ictus
Los signos de advertencia del ictus pueden incluir una combinación de los siguientes síntomas:
- Entumecimiento o debilidad repentinos de la cara, el brazo o la pierna, sobre todo cuando ocurre en un lado del cuerpo
- Confusión, problemas para hablar o entender a los demás
- Problemas de visión en uno o ambos ojos, como visión tenue, borrosidad, visión doble o pérdida de visión
- Pérdida de equilibrio o coordinación, mareos y problemas para caminar
- Dolor de cabeza intenso sin causa conocida
Reconozca estos signos de accidente cerebrovascular y actúe con rapidez
- Cara: Pida a la persona que sonría. ¿Se le cae un lado de la cara?
- BRAZOS: Pida a la persona que levante ambos brazos. ¿Se desvía un brazo hacia abajo?
- DISCURSO: Pida a la persona que repita una frase sencilla. ¿Es arrastrada o extraña?
- TIEMPO: ¡es fundamental! Si observa alguno de estos signos, llame al 9-1-1 inmediatamente.
Si aparecen estos síntomas, ¡NO ESPERE! Llame al 9-1-1 o busque atención médica de inmediato.
Tipos de ictus
Escémicos
Representan el ochenta por ciento de todos los ictus que se sufren. Se producen cuando los vasos sanguíneos se obstruyen. Algunos ictus isquémicos van precedidos de síntomas similares a los del ictus, llamados ataques isquémicos transitorios (AIT), que pueden producirse meses antes del ictus. También llamado accidente cerebrovascular de advertencia, un AIT está causado por una obstrucción temporal de un vaso sanguíneo. Los síntomas del AIT, que son similares a los de un ictus, aparecen rápidamente y mejoran en 10 ó 20 minutos. La pérdida de visión en un AIT puede describirse como la sensación de que se baja una persiana sobre los ojos. Los AIT no suelen causar daños duraderos en el cerebro.
Hemorrágico
Los accidentes cerebrovasculares se clasifican como hemorrágicos, que se producen cuando se rompen los vasos sanguíneos debilitados del interior del cerebro (como una maraña de vasos sanguíneos y capilares defectuosos llamados malformaciones arteriovenosas (MAV)) o cuando estalla un aneurisma (un punto fino en la pared de una arteria) en la base del cerebro. Según la Asociación Americana de Cirujanos Neurológicos, cada año se estima que 30.000 personas en Estados Unidos sufren la rotura de un aneurisma cerebral. Los síntomas más específicos del ictus hemorrágico son el dolor de cabeza, las náuseas y los vómitos, la rigidez de cuello, las convulsiones, los cambios repentinos de estado mental y el letargo. Los ictus hemorrágicos suelen producirse de día y durante la actividad física. Los síntomas suelen comenzar muy repentinamente y evolucionan durante varias horas.
Detección y diagnóstico
- Tomografía computarizada cerebral (TC): La primera y más importante prueba después de un accidente cerebrovascular es una tomografía computarizada, que es una serie de radiografías de su cerebro que puede ayudar a identificar si hay una hemorragia. Esta prueba ayudará a su médico a determinar si el ictus es isquémico o hemorrágico.
- Resonancia magnética (RM): Utiliza un campo magnético y pulsos de energía de ondas de radio para obtener imágenes de órganos y estructuras del interior del cuerpo. En muchos casos, la resonancia magnética proporciona información que no puede verse en una radiografía, una ecografía o una tomografía computarizada (TC). Una RMN puede determinar la cantidad de daño en el cerebro y ayudar a predecir la recuperación.
- Angiografía cerebral: La prueba de referencia utilizada para visualizar los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro. Una angiografía se considera mínimamente invasiva y se realiza a través de la arteria de la pierna. Se introduce un pequeño tubo (catéter) guiado por rayos X hasta los vasos sanguíneos del cuello. A continuación se obtienen radiografías de los vasos sanguíneos del cuello y del cerebro. Un angiograma ayuda a identificar las obstrucciones que causan el ictus isquémico. Esta prueba también identifica aneurismas y malformaciones arteriovenosas, que causan ictus hemorrágicos. Un angiograma puede ayudar a sentar las bases para el tratamiento.
Opciones de tratamiento
Para un ictus isquémico
Si su ictus se diagnostica en las tres horas siguientes al inicio de los síntomas, es posible que se le administre un medicamento que disuelve el coágulo, denominado activador tisular del plasminógeno (t-PA), que puede aumentar sus posibilidades de supervivencia y recuperación. Sin embargo, si ha sufrido un ictus hemorrágico, el uso de t-PA pondría en peligro su vida. Si el t-PA intravenoso no funciona, el t-PA y otros agentes disolventes de coágulos pueden administrarse directamente en la zona de la obstrucción con la técnica del angiograma y catéteres muy pequeños. Si estos medicamentos no funcionan, el coágulo puede ser eliminado con instrumentos de corte fino o el vaso bloqueado puede ser reabierto con stents. Conozca los tratamientos y resultados del Centro Integral de Accidentes Cerebrovasculares del GW Hospital >
Para un accidente cerebrovascular hemorrágico
El tratamiento inicial de un accidente cerebrovascular hemorrágico es difícil. Se hacen esfuerzos para controlar la hemorragia, reducir la presión en el cerebro y estabilizar los signos vitales, especialmente la presión arterial. Hay pocos medicamentos disponibles para tratar el ictus hemorrágico, por lo que los procedimientos que se suelen utilizar son la cirugía, el tratamiento endovascular y la neuroangiografía diagnóstica. Conozca los tratamientos y resultados del Centro Integral de Accidentes Cerebrovasculares del GW Hospital para el accidente cerebrovascular hemorrágico >
Después de un accidente cerebrovascular, algunos pacientes necesitan ayuda con las habilidades funcionales que pueden haberse visto afectadas durante el evento. El Equipo de Rehabilitación de Agudos del Hospital Universitario George Washington ofrece servicios de rehabilitación de ictus para ayudar a los pacientes en su camino hacia la recuperación.
Factores de riesgo
- Presión arterial alta
- Diabetes
- Colesterol alto
- Enfermedad arterial coronaria
- Tabaco (incluido el humo de segundamano)
- Consumo excesivo de alcohol
- Inactividad física
- Sobrepeso
- Uso de píldoras anticonceptivas, anticoagulantes y esteroides
- Terapia hormonal sustitutiva
- Consumo de cocaína y otras drogas ilegales
- Condiciones cardíacas como la fibrilación auricular, la endocarditis y la cardiomiopatía
Prevención
Tomar las siguientes medidas puede ayudarle a controlar los factores de riesgo y otras condiciones médicas que podrían provocar un ictus:
- Tenga revisiones médicas periódicas. Trabaje con su médico para controlar su presión arterial alta. Esto es especialmente importante si también tiene diabetes.
- Sea más activo. Cuanto más activo sea físicamente, mayor será la reducción del riesgo. El ejercicio también puede ayudar a aumentar los niveles de colesterol HDL («bueno») en su organismo, lo que también reduce el riesgo de ictus.
- Hágase pruebas de colesterol alto, enfermedades cardíacas (especialmente fibrilación auricular), diabetes o trastornos que afecten a sus vasos sanguíneos.
- No fume. Fumar un cigarrillo a diario multiplica por dos el riesgo de sufrir un ictus.
- Tome medicamentos para reducir el colesterol, llamados estatinas, si tiene el colesterol alto o ha sufrido un ataque al corazón, un AIT o un ictus
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